La raíz de todos los problemas sociales es la pobreza, expresó el martes pasado en entrevista telefónica desde Nueva York la gloria viviente del jazz latino Eddie Palmieri, a propósito de los hechos de Ayotzinapa.
Llegará a México para presentarse el sábado 24 de octubre, a las 22 horas, en el Salón La Maraka, con una banda cinco estrellas llamada Salsa Orquesta La Perfecta, integrada por Herman Olivera, Jimmy Mosch, Nicky Marrero, Pequeño Jhonny, Nelson González, Luques Curtis, Jonathan Powell, Camilo Molina, Louis Fouche, Joe Fiedle y Joseph González.
Nació en Nueva York de padres puertorriqueños y comenzó a tocar los timbales a los ocho años de edad para acompañar interpretaciones de su hermano mayor, el pianista Charlie Palmieri. Motivado por su madre para tocar el piano, al igual que su hermano, llegó a desarrollar un estilo distintivo que combinaba ritmos afrocaribeños con el fraseo caprichoso de Thelonious Monk y las armonías de McCoy Tyner.
Después de trabajar de pianista con la orquesta de Tito Rodríguez a finales de 1950, Eddie lanzó su propia banda, La Perfecta. Siguiendo el modelo de una agrupación de charanga de estilo cubano, con piano, bajo, violines, flauta y percusión. La Perfecta usó trombones en lugar de violines (Charlie, el hermano de Eddie, en broma llamó al grupo trombanga).
Precursor de uno de los sonidos icónicos de la salsa
El uso de trombones por Palmieri fue precursor de uno de los sonidos instrumentales icónicos del género salsa. En La Perfecta y sus grupos posteriores desarrolló un estilo de arreglos característico. Su música ofrecía ritmos extendidos para la improvisación instrumental, conectando la tradición de la improvisación vocal latino-caribeña (soneo) con la excitante improvisación del jazz.
Ha grabado más de 40 álbumes; ha ganado nueve Grammys, tiene dos doctorados honoris causa y su álbum Azúcar pa’ ti (1965) fue incluido en el registro nacional de grabaciones de la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos, correspondiente a 2009.
“¡Estoy mejor que nunca! Estuvimos en California y antes fuimos a Cali, Colombia, y a Medellín, y fue tremendo éxito. El grupo que voy a llevar a México lo llamo La banda que manda, que es... ¡potencia concentrada!
“México para mí es muy importante. Entre los diferentes países tienen que ponerlo aparte, porque tenemos que basarnos en los mayas, los aztecas, en la historia entera. Es interesante y se requiere una vida para comprender todo eso. Es un orgullo mío ir otra vez a esa nación. He ido varias veces al Distrito Federal, a una universidad, en Guadalajara, donde estuve con Willie Colón. Ya no me acuerdo cuándo fue la primera vez que viajé para allá, pero a la ciudad de México ya tiene algunos años. Otro orgullo es que los jóvenes se han sumado y bailan y cantan nuestra música. Eso lo vimos en Cali y en Medellín, donde ya teníamos cuatro años sin ir. México es importante en mi alma; incluso grabé con Óscar de León el Cielito lindo. Lo folclórico de ese país me alegra el corazón.”
Fuente: www.jornada.unam.mx