Comprende las historias ocultas debajo de los escombros... participan figuras como Juan Villoro, Martín Solares, Marcela Turati y Cristina Rivera Garza
EFE // @RIANNAQUINO
CIUDAD DE MÉXICO
Las historias ocultas debajo de los escombros, el morbo de los medios de comunicación, la inevitable comparación con el terremoto de 1985: el libro "Tiembla" recopila la mirada y las reflexiones de 35 autores sobre los sismos que azotaron México el pasado septiembre, para "reconstruir un relato colectivo".
Si la Historia con mayúscula es un proceso de relatos en pugna permanente, creo que la sociedad mexicana tiene el derecho de construir su discurso propio", afirma en una entrevista con Efe el periodista Diego Fonseca, quien recopiló los textos de los 35 autores.
Lo dice la escritora Brenda Lozano en su crónica "Camuflaje": "El terremoto es una acción breve compuesta por múltiples historias largas".
Y Fonseca, en este sentido, coincide: un temblor no es un relato único, sino la complejidad de las historias fragmentadas.
Lo que intenta "Tiembla", en el que participan figuras como Juan Villoro, Martín Solares, Marcela Turati y Cristina Rivera Garza, es "empezar a poner un cierto orden, una primera mirada o aproximación al significado social y político, económico, que tienen los sismos", apunta.
Cuando llegó a la capital tras el terremoto del 19 de septiembre -que vino antecedido por el del día 7 de ese mismo mes, que golpeó el sur del país-, al periodista argentino le sorprendió el silencio que reinaba en esa ciudad en la que vivió seis años y que recordaba como "bullanguera".
Creí que había una oportunidad de empezar a construir la narración del postsilencio", argumenta.
Para algunos de los autores que sufrieron en propia carne los efectos devastadores de los sismos -que dejaron en conjunto 471 fallecidos en el país-, no fue fácil empezar a escribir, pero cuando comenzaron "se dieron cuenta de que necesitaban hacerlo", porque no habían tenido tiempo anteriormente de pensar y ordenar sus ideas.
Fue un momento de "catarsis", relata Fonseca, quien agrega que "el ejercicio de introspección es siempre un ejercicio de derrumbamiento personal".
El libro, cuyos fondos recaudados irán destinados a la iniciativa Tejamos Oaxaca para la reconstrucción en este estado sureño, también ha desencadenado un "ejercicio colectivo de apapachamiento (cariño)".
El periodista destaca que algunas personas que han leído el libro se han reconocido en los textos de los autores y se han lanzado a escribir su propia historia: "Es fascinante y a la vez doloroso ver cómo una palabra puede movilizar, ahí es cuando el libro cumple su cometido de reconstruir el relato colectivo".
Yo creo mucho en las palabras de (el filósofo Ludwig) Wittgenstein que dicen que el lenguaje crea la realidad; me da la impresión de que un diálogo abierto a partir de un libro es un modo de reconstruir la realidad, de apropiarte del relato de lo que ha sucedido", abunda Fonseca.
Asimismo, "Tiembla" es una oportunidad para reflexionar sobre cómo los medios utilizaron el morbo para atraer audiencia -como en el caso de la niña Frida Sofía, de la que se decía que estaba atrapada en un colegio colapsado y resultó ser una invención- y cómo dieron prioridad a la información después de producirse el temblor.
El sismo del 19 de septiembre "arrinconó" los relatos de las áreas afectadas por el terremoto del día 7, y a su vez, y dentro de la misma Ciudad de México hubo zonas que quedaron fuera del foco mediático, en beneficio de los barrios de clase media-alta afectados.
Fonseca asegura que la capital, al ser un centro de poder, tuvo la capacidad de "aspirar la realidad y centrarla".
Nos debemos una autocrítica respecto a cómo respondemos ante situaciones de emergencia, o cómo en general, en términos más amplios, contribuimos a la configuración de ciertas formas de construcción del poder", asevera el periodista.