Día a día nos topamos con personas que tienen, en sus labios, historias dignas de ser escuchadas, sin embargo, hay algunas que se han perdido a lo largo de las épocas y que siguen siendo ignoradas con el pasar de los siglos.
Para este Top nos enfocaremos en el siglo xix, una época repleta de hechos que marcaron el curso de la historia, para bien o para mal, lo que casi nadie sabe es que en este siglo también podemos encontrar historias de personas que hicieron –y sufrieron– de todo para sobrevivir.
10. James Landon
Durante la Guerra Civil de ee.uu, James Landon, sargento de la Unión en Iowa, cayó preso en una cárcel militar en Andersonville operada por los confederados, la cual se encontraba en condiciones terribles e insalubres – incluso para esa época. Durante una pequeña contienda ahí dentro Landon tuvo oportunidad de escapar y conseguir su libertad, pero recibió un disparo en el muslo, así que para poder seguir adelante tuvo que quitar la bala utilizando su cuchillo, y durante cinco días corrió, aún con la herida abierta, para alejarse totalmente de la prisión.
9. Judá Paddock
Judá Paddock era el capitán de un buque mercante llamado Oswego, el cual encalló en 1800. Obligados a abandonar el barco, su tripulación debió caminar por la costa de Berbería1 porque sabían que la única oportunidad de supervivencia era llegar a Marruecos, sin embargo, durante su travesía fueron capturados por una tribu árabe del desierto del Sahara. Luego de que Paddock fuera esclavizado, azotado y tratado de forma inhumana –igual que al resto de su tripulación–, tiempo después fue vendido a un hombre rico llamado Ahamed, quien tras mucho hablarlo con él lo convenció de que lo transportara a Marruecos. Así Paddock pudo sobrevivir, aunque le fue imposible rescatar a toda su tripulación.
8. Robert Jeffrey
Este británico trabajaba para la Marina Real de su país, era un buen elemento a su servicio, hasta que fue sorprendido robando cerveza de la nave y como castigo el capitán ordenó que abandonaran a Jeffrey a la deriva, sin ningún alimento.
Cuando los mandos superiores se enteraron de eso ordenaron al capitán que regresara por su marinero, sin embargo, al llegar a la isla no encontraron rastro alguno de Jeffrey, así que lo dieron por muerto.
Años más tarde se descubrió que Jeffrey estaba vivo y radicaba en Massachusetts; la anécdota cuenta que un día un barco estadounidense que pasaba por ahí lo rescató, y que había sobrevivido durante nueve días comiendo lapas y bebiendo agua de lluvia.
7. Doctor William Brydon
En 1839 los soldados británicos ocuparon Kabul –capital de Afganistán– para prevenir que ésta se aliara a Rusia, sin embargo, tras dos años de ocupación el control se perdió y los británicos se vieron obligados a abandonar la ciudad.
Un total de 4500 soldados y 12 mil civiles marcharon desde Kabul hasta la India; el viaje significó la muerte para muchos, las temperaturas eran heladas, fueron masacrados por los Ghilzai –un grupo de guerreros que los interceptaron en su andar–. De entre todas las víctimas sólo el doctor William Brydon logró tomar un caballo –que como él también se encontraba herido–, y aun sin espada, logró ser el único sobreviviente de las 16 500 víctimas del ataque de los Ghilzai.
6. Expedición al Ártico
En el invierno de 1897 una flota de ocho barcos balleneros, que contenía en total 265 tripulantes, quedó atrapada en el hielo del Océano Ártico. Debido a la delgada capa de hielo que se formó sobre esas aguas los buques tendrían que esperar seis meses antes de ser rescatados, pero para colmo, no tenían las provisiones suficientes para sobrevivir. El presidente McKinley, de los ee.uu., ordenó a Francis Tuttle, capitán de un barco de la guardia costera, la misión de entregarles suministros a los barcos encallados en esas aguas congeladas. Para lograr esto Tuttle debía navegar hasta el norte de la costa de Alaska, usar trineos, y atravesar una gélida tundra de más de 2400 km para llegar a su rescate. Luego de tres meses de una travesía casi imposible Tuttle sobrevivió a ese recorrido y consiguió entregar los suministros a los marineros atrapados que, cuando llegó, ya habían enfermado de escorbuto.
5. Expedición Darién
En 1854 la expedición Darién zarpó de Nueva Jersey a Panamá, con el fin de explorar esa zona como parte del tentativo plan de colonización escocés en América . Eran un grupo de 27 hombres bajo el mando de Isaac Strain, y por razones aún desconocidas sólo llevaban provisiones para diez días; más tarde el grupo se separó y se perdieron de vista. En cierto punto, algunos exploradores se reunieron con nativos amistosos quienes los perdieron dentro de la selva aún más.
Decidieron continuar el trayecto para regresar a las naves, cosa que los llevó a la perdición total: los mosquitos eran implacables, no tenían comida, sus pies estaban hinchados y se encontraban exhaustos. La mayoría de los expedicionarios murió por enfermedad y desnutrición, sólo nueve de ellos sobrevivieron y lograron llegar a la costa del Pacífico para salir de ahí.
4. Alexander Scott
Este marinero inglés es protagonista de una de las historias de supervivencia más insólitas de todos los tiempos. Él tenia 16 años cuando su barco naufragó en la costa del Sahara. De acuerdo con su relato, fue capturado por una tribu árabe, quienes lo obligaron a viajar con ellos; su travesía duró más de dos meses, y cuando llegaron a su destino, los árabes le dijeron a Scott que debía convertirse al Islam o seria asesinado. Dicen que él se negó, y el destino se encargó de que en lugar de acabar con su vida alguien lo volvió su esclavo durante seis años, hasta que logró escapar y llegar al consulado británico en Marruecos.
3. El medusa
Uno de los encallamientos más famosos es el del barco francés Medusa. En 1816 éste navegaba rumbo a Senegal en una misión diplomática, con 400 pasajeros a bordo –entre políticos, diplomáticos y soldados en su mayoría–. Sin embargo, por razones desconocidas se había seleccionado como comandante a un capitán sin experiencia, asunto que los llevó a toparse con problemas más graves. A pesar del tiempo despejado y del mar en calma, Medusa quedó atrapado en un arrecife del Océano Atlántico, así que los pasajeros se vieron obligados a abandonar el barco pero no había suficientes botes para todos, así que aquellos que ocupaban puestos más importantes abordaron primero.
Quedaron en total 150 personas flotando a la intemperie, y en un intento por sobrevivir construyeron una balsa. En el primer día a bordo de ella, 20 personas murieron –o se suicidaron–, tres días después la comida se había terminado, así que –de acuerdo con los testimonios– tuvieron que comerse a dos personas. Después de quince días en varados en el mar, la balsa por fin había sido encontrada con quince sobrevivientes.
2. Jack Renton
Él fue un marinero escocés que, al escapar en un barco y pasar 40 días en el mar, quedó varado en una de las Islas Salomón. Una tribu indígena de malatianos lo capturó, ellos eran conocidos por ser decapitadores, sin embargo, Renton impactó a sus captores con las habilidades de lenguaje que poseía. La tribu lo adoptó y le llamaron hijo predilecto; lograron transformarlo en un guerrero. Después de ocho años de vivir entre tribus, Renton decidió marcharse. Buscó un barco que lo llevara a Australia y a su regreso se transformó en una celebridad. De cuando en cuando, él regresaba a esas Islas, pero en su última expedición fue capturado por una tribu rival y lo decapitaron.
1. James Riley
Algo en particular tiene el Sahara... En 1815 James Riley y su tripulación encallaron en las costas del desierto, aunque intentaron escapar, al final fueron capturados por una tribu que los obligó a vivir bajo condiciones terribles, sin comida y sin agua. Riley mantuvo su carácter en temple bajo papel de capitán en todo momento, negoció para que fueran vendidos a un árabe de nombre Sidi Hamet. Viajaron en total ochenta kilómetros, sufriendo diferentes penas. Después de dos años Riley logró llegar a Estados Unidos. Una vez ahí escribo lo sucedido y el libro se transformó en un Best Seller.