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Cultura y Espectaculos

Sylvia Plath

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Categoría: Cultura y Espectaculos Creado: 10 Enero 2018 Visto: 2780

Sylvia Plath en YorkshireAndrea Tamayo. Algarabía

Ella siempre vivió al filo de la vida y la muerte.

Entre las enérgicas ganas de publicar sus poemas y tener una familia y su constante depresión, es considerada una de las poetas estadounidenses más importantes del siglo xx.

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Sylvia terminó su vida como la llevó durante sus treinta y un años; de manera conflictiva y volátil. Una mañana de 1963 preparó el desayuno a sus dos hijos pequeños, lo llevó a su habitación y regresó a la cocina para meter su cabeza en el horno. Murió asfixiada en un acto donde el filo de la vida cedió a la muerte.

Fue una mujer con eternas aspiraciones de grandeza. Sus inalcanzables deseos de ser perfecta y ser exitosa en los círculos literarios se oponían con los de tener una familia armoniosa; un ambiente que ella añoraba desde su infancia.

Lo que no preveía Sylvia es que usualmente la luminosidad de un poema proviene de las recónditas oscuridades de la vida, de experiencias amargas que desembocan en bellas palabras escritas.

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Albores literarios
Varios sucesos de su infancia impulsaron el tono melancólico y depresivo de su poesía. Con apenas diez años Sylvia sufrió la pérdida de su padre, un académico consagrado, que auguró lo que sería el propio final de la poeta y terminó con su vida dejando sola a su madre y a sus dos hijos.

—Hablemos de poetas y amantes necios—

Diez años después Sylvia intentó imitar a su padre. Escondida en el sótano tomó un frasco entero de pastillas con el deseo de morir en las entrañas de su casa. Pero sus gemidos la traicionaron y revelaron dónde se encontraba a la familia que llevaba dos días buscándola.

«Tenía diez años cuando te enterraron.
A los veinte intenté morir
Y regresé, regresé a ti
Pensé que hasta mis huesos volverían también.»

«Papi», Sylvia Plath

Para entonces Sylvia ya era una de las estudiantes más aplicadas de su bachillerato e incluso había publicado en algunas revistas. En 1955 obtuvo una beca para estudiar en la Universidad Cambridge de Reino Unido, lugar donde conoció a Ted Hughes, un joven y aclamado poeta de quien se enamoró sin saber que sería una de sus más grandes tragedias.

Esposa, madre y escritora
El amor de ambos escritores era pasional y conflictivo. Ella lo admiraba e idolatraba pero detestaba su fama de mujeriego y conquistador.

«Soñé que me hechizabas para llevarme a la cama,
Que me cantabas con locura, que me besabas con delirio.
(Seguramente fui yo quien te conformó en mi mente.)»

«Canción de amor de la joven loca», Sylvia Plath

Al poco tiempo ella y Ted se casaron, y en 1960 nació Frieda, su primera hija. En cinco años Sylvia pasó de ser una joven estudiante a esposa y madre. Sus deseos de continuar escribiendo comenzaron a oponerse con los de mantener a su familia unida.

Finalmente...
El matrimonio comenzó a tambalearse por los celos de Sylvia y la competencia entre los dos escritores. Después de varias peleas y de tener a su segundo hijo, los poetas se separaron.

Así comienzan los dos últimos años de Sylvia, la época más productiva de una mente creativa encerrada en ser esposa y ama de casa.

En una carta dirigida a su madre escribió: «Soy una escritora de genio; se me ha concedido el don. Estoy escribiendo los mejores poemas de mi vida, los que me harán famosa.» Y tenía razón.

En 1960 ya había publicado El Coloso, su primera recopilación de poemas, pero antes de suicidarse escribió lo que sería su obra más reconocida, Ariel. También escribió La campana de cristal, novela semi autobiográfica que narra la vida de una joven escritora cuya personalidad es similar al de la autora.

Legado poético
«Pronto, pronto la carne
que alimentó la grave sepultura
me será familiar.
Y yo seré una mujer sonriente.
Sólo tengo treinta.
Y como el gato tengo nueve vidas que morir.»

«Señora Lázaro», Sylvia Plath

El suicidio de Sylvia la volvió leyenda. Si antes no era una autora reconocida, su obra se convirtió en el estandarte de la mujer creadora aplastada por las obligaciones del rol de la mujer y el machismo.

Antes de morir la eterna escritora dejó en la mesa de la cocina, a lado de donde estaría su cuerpo inmóvil, un compendio de poemas que posteriormente formarían Ariel. Ted tomó la tarea de editar el libro, razón por la cual fue acusado de manipular la obra de su anterior esposa.

El poeta sufrió fuertes críticas durante toda su vida pues todo parecía indicar que el suicidio de Sylvia era por su culpa. Estas acusaciones aumentaron cuando su otra pareja, la escritora Assia Wevill, con la que engañó a su entonces esposa, se suicidó de la misma manera que su rival; asfixiada por gas, pero la acción también mató a su hija de apenas cuatro años, lo que lo volvió aún más trágico.

La obra de Ted —de gran calidad— fue opacada por los suicidios de sus dos parejas. Sin embargo, él se encargó de editar la obra póstuma de Sylvia, tarea sin la cual probablemente no hubiera sido la primer poeta en recibir, incluso después de la muerte, el premio Pulitzer en 1982 por Poemas Completos.

Con casi medio siglo de fallecida, la descendencia de Sylvia sigue debatiéndose entre el filo de la vida y la muerte. El mismo niño que recibió el desayuno por parte de su madre minutos antes de suicidarse cometió la misma acción en 2009, suicidándose en Alaska, lugar donde vivía solo. Su hermana Frieda, por el contrario, se ha encargado de difundir la obra de sus padres.

«La mujer ha alcanzado la perfección.
Su cuerpo
muerto muestra la sonrisa de la realización.»

Filo, Sylvia Plath

 

Bohemian Rhapsody

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Categoría: Cultura y Espectaculos Creado: 10 Enero 2018 Visto: 2878

cancion5 okrapsodiaKarla Covarrubias Molina. Algarabía

Las rapsodias son piezas musicales a las que por lo general los críticos atribuyen cierta carga de brillantez. Esto, porque están integradas por varias partes sin relación aparente pero empalmadas de tal forma que el ensamble consigue resultados fuera de serie.

Las rapsodias 1 son piezas musicales —emblemáticas del romanticismo—, a las que por lo general los críticos atribuyen cierta carga de brillantez.

Esto, porque están integradas por varias partes sin relación aparente —géneros distintos distribuidos en fragmentos lentos, dramáticos, rápidos y dinámicos—, pero empalmadas de tal forma que el ensamble consigue resultados fuera de serie.

Scaramouche, scaramouche: ¿bailarás un fandango?

De las rapsodias puede decirse también que, por lo general, están inspiradas en contextos ajenos al de los compositores —por ejemplo la «Rapsodia Húngara No. 2» de Liszt, integra piezas folklóricas de los gitanos—, y a veces están conformadas por una serie de variaciones sobre temas de otros músicos.

Atendiendo a estos antecedentes, está claro que atreverse a componer una rapsodia es una apuesta poco frecuente, sobre todo en nuestros tiempos. Sin embargo, hubo alguien que, a comienzos de la década de los años 70; lo hizo con todas las armas: y ése fue Farrokh Bulsara, mejor conocido por su nombre artístico: Freddie Mercury.

Dicen los expertos que nunca hubo solo un Mercury. Y que quizá nada exprese mejor esta idea que su imagen en el video de «Bohemian Rhapsody», «el showman, el camaleón, el fantasioso en el más estricto sentido del término», escribe Sean O´Hagan en Freddy Mercury: The Great Pretender. Un virtuoso, ciertamente, poseedor de un carisma y un talento únicos, que lo llevaron con su música desde la isla de Zanzíbar, en la costa este de África —su lugar de nacimiento—, hasta todos los rincones del mundo.

Decía Mercury, con toda razón, que «Bohemian Rhapsody» no había nacido del aire. Este entramado de seis minutos, compuesto por una intro a capella, versos emotivos, coros operísticos al estilo italiano y un clímax impresionante de glam metal; resultó ser un despliegue de genialidad que el público ha aplaudido durante décadas.

Si bien no existen datos que comprueben que Mercury hubiera estudiado en algún conservatorio de música —él mismo afirmaba que hasta 1982 conocía tres notas de la guitarra—, al menos para escribir esta canción, aseguraba haber hecho cierta labor de investigación. Un buen día llegó a montarse frente al piano para mostrarle su composición a los integrantes de su banda y, confiado como era, la tocó frente a ellos, dejando espacio para las partes operísticas 2 .

Hicieron falta tres semanas —de los cuatro meses que duraron las sesiones para la grabación del álbum A Night at the Opera— para dar forma a «Bohemian Rhapsody». Y por si el conjunto de elementos fuera poco, la letra fue otro factor controversial, sobre todo por su falta de sentido: si bien existe una trama acerca de un homicidio gratuito y un asesino invadido por el tedio, hay partes de la canción cuya interpretación queda abierta a quien la escucha. Por poner un ejemplo: «Scaramouche, Scaramouche, ¿bailarás un fandango?»

Todavía cuando decidieron lanzar como sencillo esta canción, su manager, Pete Brown, no estuvo de acuerdo, pero pronto se convirtió en la número uno en el Reino Unido y entró en el Top 10 estadounidense. A raíz de la muerte del cantante, en 1991, «Bohemian Rhapsody» alcanzó nuevamente el número uno en el Reino Unido, el dos en las listas estadounidenses; y, con todo, Freddie Mercury ganó un lugar, como el de pocos íconos, en la eternidad de la música.

Bismillah es una frase que aparece en el Corán. Literalmente, significa «en el nombre de Dios».

«Bohemian Rhapsody» (original)

 

Simone de Beauvoir: las frases que la inmortalizaron

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Categoría: Cultura y Espectaculos Creado: 10 Enero 2018 Visto: 2805

simone frasessssFue su libro El segundo sexo el que le dio el reconocimiento mundial y la convirtió en una militante teórica del feminismo radical y una heroína del movimiento de mujeres
The Huffington Post México. Excélsior

CIUDAD DE MÉXICO.

Antes se leían los libros completos del autor; hoy una pincelada es ya bastante.
El día de hoy, 9 de enero de 2018, la filósofa y escritora francesa Simone de Beauvoir cumpliría 110.
Su trabajo aportó muchísimo a diversos campos como el del feminismo, la filosofía, la literatura y también la política.
Fue su libro El segundo sexo el que le dio el reconocimiento mundial y también el que la convirtió en una militante teórica importante del feminismo radical y una heroína del movimiento de mujeres.

De acuerdo con The New York Times, la mejor manera de resumir lo que plantea el libro es de esta forma:

“Uno no nace, sino que se convierte en una mujer. Ningún destino biológico, psicológico o económico determina la figura que la mujer humana presenta en la sociedad; es la civilización, como un todo, la que produce esta criatura, intermedia entre el macho y el eunuco, que se describe como femenina.”

Simone de Beauvoir imaginó la feminidad contemporánea en la década de 1960, por Pénélope Bagieu.

Sus contribuciones principales fueron al feminismo, pero sus obras escritas, tanto novelas como lo que no era ficción, también fueron consideradas como exposiciones brillantes del pensamiento existencialista básico: que el hombre es responsable de su propio destino.

Entre las frases clave que podemos recordar de ella, su vida y obra, se encuentran las siguientes:

“El hombre se define como un ser humano y la mujer como una mujer: cada vez que se comporta como un ser humano, se dice que imita al hombre.”

Toda opresión crea un estado de guerra; no hay excepción.

“La vida de uno tiene valor siempre que uno atribuya valor a la vida de los demás, mediante el amor, la amistad, la indignación y la compasión.”

“En sí misma, la homosexualidad es tan limitante como la heterosexualidad: el ideal debería ser poder ser capaz de amar a una mujer o un hombre; cualquiera, un ser humano, sin sentir miedo, restricción u obligación.”

“El autoconocimiento no es garantía de felicidad, pero está del lado de la felicidad y puede aportar el coraje para luchar por ella.

Cada uno de nosotros es responsable de todo y de cada ser humano.

A casi 32 años de su muerte, su pensamiento y su trabajo ha aportado muchísimo al feminismo y a la lucha por la igualdad de género actualmente.

¿Conocías ya a esta filósofa y feminista?

Fuentes

The New York Times, SIMONE DE BEAUVOIR, AUTHOR AND INTELLECTUAL, DIES IN PARIS AT 78

El país, Simone de Beauvoir, la hermana mayor

The Guardian, Simone de Beauvoir: 10 key quotes

 

Un oratorio por Fray Bartolomé

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Categoría: Cultura y Espectaculos Creado: 10 Enero 2018 Visto: 2813

pieza muiscalCon la participación de la Sinfónica Nacional y la dirección artística de José Luis Castillo, será estrenada, de forma póstuma, La santa furia, obra del músico mexicano
Juan Carlos Talavera. Excélsior
CIUDAD DE MÉXICO.

La santa furia, pieza de César Tort Oropeza (1928-2015), será estrenada el viernes 23 de febrero, a las 20:00 horas, en la Sala Principal del Palacio de Bellas Artes, con la participación de la Orquesta Sinfónica Nacional (OSN) y la dirección artística de José Luis Castillo. La obra consta de cinco movimientos, dura una hora, está inspirada en la vida del misionero franciscano fray Bartolomé de las Casas y fue terminada por el compositor poco antes de fallecer.

En entrevista con Excélsior Germán Tort, hijo del compositor y uno de los principales promotores de la enseñanza musical en México, recordó que esta obra la empezó a escribir en 1994, la concluyó poco antes de fallecer, integra orquesta sinfónica, coro y solistas, y será repuesta el domingo 25 de febrero, a las 12:00 horas, en el mismo escenario.

El primer movimiento lleva por título Canto a la raza profunda y participa el coro y un narrador, explicó Germán Tort, el cual ha sido conceptualizado como un homenaje al mundo indígena y al Nuevo Mundo.

El segundo movimiento se titula Las cosas indianas, aparece Bartolomé de las Casas, el narrador, una mujer indígena y un militar español, el cual sucede poco después de la Conquista, cuando llegan los sacerdotes a rehacer lo que habían conquistado los españoles y se dan cuenta de los horrores.

“En éste aparece la mujer indígena, que acaba de matar a su bebé ante la mirada horrorizada del militar español. Justo ahí aparece Las Casas para defender a la mujer y explicarle al combatiente que la decisión de la mujer está justificada, porque ella no quiere tener un hijo en un mundo lleno de violencia y muerte, aunado a que ella ha sido violada. Es decir, en este punto nos enfrentaremos a una discusión moral entre Bartolomé y el militar español”, explicó.

El tercer movimiento es Ocasión, el momento en que Bartolomé de las Casas reflexiona qué hacer con su vida y por qué dedicarla a la defensa de los indígenas. “Digamos que en este tercer movimiento Las Casas ve el mundo que vive y reflexiona sobre si decide dedicarse a la defensa de los indígenas, y aunque no estoy seguro cuántas veces viajó el fraile de América a España en esa época, fue parte de su trabajo”, añadió.

El cuarto movimiento es El mundo. Aparecen los detractores del fraile. “Recuerda que incluso existen cartas entre el obispo de Burgos y Las Casas, donde le asegura que está equivocado por defender a los indígenas, mientras el misionero defiende al mundo indígena y expresa que no se puede hacer la guerra y poner el nombre de la fe en medio”, apuntó.

Y el último movimiento es Génesis, el Nuevo Mundo, homenaje al nuevo mundo y al mestizaje; el protagonista será un paje indígena que asistió y acompañó a Las Casas durante su juventud. “El paje que ya vive en España, dado que se lo llevó para allá, conversa con un fraile de edad avanzada, quien está guarecido en un convento español mientras se cuestiona si hizo lo necesario para ayudar a los indígenas del nuevo mundo”.

DEFENSA INDÍGENA

Músico, compositor y pedagogo, César Tort escribió La santa furia, oratorio a Fray Bartolomé de la Casas, como un ajuste de cuentas con su visión personal sobre el momento de la Conquista de México.

¿Cómo describirías el conjunto de esta obra?, se le pregunta a German Tort. “Bueno, él lo concibió como un oratorio a Fray Bartolomé. Digamos que se trata de un oratorio que no sólo es cantado, ya que también contiene diálogos, quizá como los primeros oratorios. Es una obra mixta, porque contiene fragmentos muy teatrales con música de fondo, tiene partes corales e instrumentales. Podríamos describirla como una obra épica que se basa en hechos históricos y habla sobre cuestiones morales, políticas y religiosas del ser humano, las cuales no hemos superado”.

¿Qué opinaba César Tort sobre Las Casas? “Para mi papá fue el hombre que creó la defensa de los derechos humanos. También pensaba que la historia no lo tenía en el lugar que le correspondía, pues debería estar a la altura de grandes defensores como Mahatma Gandhi, aunque existía una diferencia interesante: Las Casas era español y había defendido a personas de otra cultura y de otro continente”.

Y añadió: “Mi papá siempre fue un poco así. Aunque él era católico, siempre estuvo del lado no institucional de la iglesia. Obviamente él tuvo mucha afinidad por el obispo Samuel Ruiz, pero también por el obispo salvadoreño Óscar Arnulfo Romero y José María Morelos, que a la postre lo llevaría a hacer la Cantata a Morelos”, dijo.

Por último, Germán Tort habló sobre la posibilidad de llevar esta obra a Chiapas y a España, y adelantó que en los próximos meses también se podrían tocar dos obras más de César Tort, las cuales son poco conocidas en México y podrían servir como telón de fondo para celebrar el tercer aniversario por la muerte del compositor y musicólogo poblano.

“Te adelanto que rescatamos otro par de obras: una obra sinfónica y una pieza para música de cámara adecuada para 10 instrumentos. La primera se titula La comedia, fue estrenada hace muchos años en Nueva York y realizaríamos el estreno en México; y el poema sinfónico Estirpes, que Eduardo Mata estrenó en México durante los años 60, pero trataríamos de reestrenar hacia el final del año”, explicó.

Además, explicó que también se ha llevado a cabo una recopilación amplia con toda la música vocal creada por César Tort, que incluirá sus canciones para piano y voz, arpa y voz, que podrían completar algún concierto este año.

Además de compositor, César Tort creó el Método Tort, apoyado en el hecho de que la música es parte primordial en el desarrollo del niño, es decir, observa en la educación musical infantil un concepto formativo, cuya amplitud abarca también el apoyo a la educación nacional del educando. Y en sus propias palabras, aseguró que este método utiliza instrumentos vernáculos, como xilófonos y metalófonos, arpas diatónicas, timbales y teponaxtles, debido a su versatilidad y sus cualidades didácticas.

¿Dónde y cuándo?

La pieza musical La santa furia, creación de César Tort Oropeza, se estrenará de manera póstuma el próximo viernes 23 de febrero, a las 20:00 horas, en la Sala Principal del Palacio de Bellas Artes. Eje Central y avenida Juárez, Centro Histórico, Ciudad de México.

 

Minificción: la enorme brevedad

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Categoría: Cultura y Espectaculos Creado: 10 Enero 2018 Visto: 2764

minificionnPor Javier Perucho. La Jornada
¿Cuándo aparecieron los animales en nuestra literatura? Vislumbro a la Monja Jerónima como a la escritora que primero los pastoreó en la lírica. Las literaturas orales y los códices indígenas que sobrevivieron a la devastación de las civilizaciones aborígenes dan cuenta de sus representaciones en adivinanzas, cuentos de tradición oral y en la gráfica del amate y el papel colonial.

¿Cuándo irrumpieron en las prosas cuentísticas
o novelares? En el siglo xix, Justo Sierra Méndez los domeñó para sus cuentos románticos: “La sirena” (El Renacimiento, 1869). A fines de esa centuria, Heriberto Frías se enfrentó otra vez con ese animal fantástico: La sirena blanca y el tritón negro (Maucci Hermanos, 1899).

Habrá otros ejemplos más añejos, sólo especulo para bocetar una pregunta que obliga a una indagación minuciosa por los estratos de la narrativa nacional. No ha sido un tema usual entre los medios de la crítica o la academia, aunque recientemente en México y Brasil se empiezan a formular los análisis iniciales y a excavar entre los acervos para ubicar sus símbolos, represen-taciones y transmutaciones. Inicialmente los escudriñó Mireya Camurati en una práctica novedosa que inició con su estudio sobre La fábula en Hispanoamérica (unam, 1978), donde buscaba los orígenes de un género, sus artífices, influencias, significaciones, inventarios, la aparición en el espacio literario de una especie, un ejemplar o de una fauna completa. El análisis filológico de Carlos García Gual quiero asumirlo como su complemento europeo, El zorro y el cuervo. Estudios sobre las fábulas (fce, reedición de 2016), donde indaga a partir de Esopo la historia del género, estructuras, parodias e intertextualidades, más algunos ejemplos fabulísticos antiguos y modernos.

Ahora bien, los deslindes entre fábula y bestiario aún están en proceso. Una tarea necesaria de cumplir, ardua y exigente. ¿Qué diferencia a estos géneros si el epicentro de su narrativa recae en un animal y en los dos se procura una enseñanza? Ambos géneros se han procurado con fervor en la literatura mexicana, por no mentar a la hispanoamericana.

Para orientarme en el deslinde, recurro al libro de Guillermo Tovar y de Teresa, El pegaso o el mundo ba-rroco novohispano en el siglo xvii (Renacimiento, 2006) para obtener una conjetura cierta. En sus folios eruditos encuentro un primer indicio. Sor Juana Inés de la Cruz fue la primera en introducirlos en la lírica mexicana con la figura de un equino dotado de unas alas imposibles. La Décima Musa ayuntó al animal fantástico con los símbolos del mestizaje, la autonomía y la independencia de una nación emergente. Desde entonces, los animales ramonean plácidamente en el campo florido de las letras mexicanas.

El libro más afamado donde pacen es el Bestiario
de Juan José Arreola (Joaquín Mortiz, 1972), desvestido de atributos independentistas, aunque recargado de insidia.

Desde la Antigüedad grecolatina las colecciones de animalias fueron tapizadas con atributos humanos con el propósito explícito de criticar con fiereza los defectos de nuestra especie, siempre despreciables. Esopo y sus fabulillas conceden el ejemplo in-mediato para demostrar. La fauna doméstica o selvática sirvió al fabulista griego para moralizar sobre la raza humana. El escritor como educador cumplía, así, una función social que ya ha perdido o éste ha decidido renunciar a ella, temeroso de asumirla. Los bes-tiarios modernos se despojaron de dicha carga de moralidad, a la vez que se desprendieron de las vanas pretensiones de predicar entre sus contemporáneos. ¿Con qué autoridad lo haría?

Las fábulas y los bestiarios contemporáneos carecen de los predicados de educar a los mortales sobre la vida social, la formación de ciudadanías, las carencias o defectos de la especie humana. Como ya no esconden un afán educativo y han dejado de pregonar una moraleja, ahora reciben el nombre de anafábulas: adolecen de intención moral y no esconden el propósito de enseñar a su prójimo. Este cambio radical en la estructura literaria y en la ética literaria que se proclamaba en los bestiarios antiguos y modernos se vislumbra en los microrrelatos aquí seleccionados, apenas una veintena, que ilustran las metamorfosis que ha sufrido el género en tiempos recientes. En cada narración los animales cumplen la distinguida función de héroe del relato. Ya no son aquel espejo del hombre donde éste podría contemplar sus defectos para procurar su enmienda. Deja de asumir las funciones del confesionario o el diván, espacios donde se podría explayar secretamente sobre sus inmoralidades y dilemas; renuncia a las de una tribuna libertaria donde aclamaba, en la plaza pública, las virtudes del ser humano. Ahora, a tres metros bajo tierra, el gusano se lo carcome y le taladra dulcemente el oído.

En su columna “Inventario”, José Emilio Pacheco pespuntó una “Vindicación de las cucarachas”:

El poder y el abismo. La cucaracha es el insecto sin nombre: llamamos así a unas dos mil especies distintas. Entre los ortópteros, los insectos masticadores de alas rectas, la cucaracha es el lumpen, mientras que el saltamontes es

la aristocracia, el grillo la burguesía y la langosta el vigoroso proletariado campesino. Tal vez al hablar sólo de langostas la Biblia se refirió a veces a las cucarachas. En Números 13:13 está prefigurado su destino tercermundista: “Y éramos como langostas y así les parecíamos a los gigantes.” Proverbios 30:27 alude al triunfo de su bien organizada anarquía: “No tienen rey, y salen todas por cuadrillas.” Como las hormigas, los conejos y las arañas, son “de las cosas más pequeñas de la tierra y más sabias que los sabios”. Finalmente, en Apocalipsis 9:3, cuando el quinto ángel abre el pozo del abismo, “salieron y se les dio poder”. (Proceso, No. 548, 4 de mayo, 1987)

Pacheco no fue un fabulista, pero muchos animales recorren su obra, tanto lírica como narrativa; éstos nunca asumen un afán moralizador o un dejo aleccionador para la especie, de esos vanos propósitos jep renunció en su poética. ¿Para qué moralizar? Sobre todo él, cuyo arco iris narrativo se tapizaba con el gris del pesimismo, la desesperanza y la nostalgia.

Para la épica revolucionaria fueron fundamentales. Los federales al anochecer, antes de asaltar la choza de Demetrio Macías, acribillan al Palomo, que le avisaba con sus ladridos la cercanía de los forasteros, el perro de compañía, salvamento y protección de la familia Macías. Los caballos de la gavilla insurgente de Los de abajo fueron usados como máquina de guerra como la del ferrocarril de los federales. Los caballos, objeto de la discordia, el despojo y el saqueo. Por atreverse a entrar cabalgando a la cantina, el atrevido insurgente es castigado con la pena de muerte.

En cambio, la fauna que aparece en la cuentística de Juan Rulfo se arropa con los colores de la muerte, asume incluso los símbolos del oprobio, la fatalidad o la persecución. En “No oyes ladrar los perros” para el padre son anuncios de esperanza y salvación del hijo enfermo, que carga a cuestas como animal de carga. En “Diles que no me maten”, reptiles y aves colaboran con la desesperanza, pues los animales rastreros acompañan al perseguido en su huida por el monte, incluso le sirven de alimento; las aves negras le vaticinan una tragedia, señales de mal agüero. La vaquita que sería herencia de la Tacha (“Es que somos muy pobres”) y su salvación de un oprobioso destino, manifestado en el ejercicio prostibular de las hermanas, un río cercano la arrastra por la crecida, dejándola en la miseria y en la maldita condición de repetir el oficio de sobrevivencia que ejercen las hermanas: “La apuración que tienen en mi casa es lo que pueda suceder el día de mañana, ahora que mi hermana Tacha se quedó sin nada. Porque mi papá con muchos trabajos había conseguido a la Serpentina, desde que era una vaquilla, para dársela a mi hermana, con el fin de que ella tuviera un capitalito y no se fuera a ir de piruja como lo hicieron mis otras dos hermanas, las más grandes.” (El Llano en llamas, 1953).

De José Revueltas apenas recuerdo su cuento “El sino del escorpión” (Material de los sueños, 1974), del que entresaco este pasaje magistral:

Como no pueden otra cosa y se pasan la vida escuchando lo que ocurre en el mundo exterior, los escorpiones se dan entre sí los más diversos nombres: amor mío, maldito seas, te quiero con toda el alma, por qué llegaste tan tarde, estoy muy sola, cuándo terminará esta vida, déjame, no sabría decirte si te quiero. Palabras que oyen desde el fondo de los ladrillos, desde la podredumbre seca y violenta, entre las vigas de algún hotelucho, o desde los fríos tubos de hierro de un excusado oloroso a creolina.

Los microrrelatos que se incluyen en la selección inmediata siguen la premisa de los bestiarios y las fábulas antedichos, pues no profesan una lección cívica, moral o sexual; el epicentro de cada narrativa breve recae en los animales: domésticos, selváticos o fantásticos. Ilustran, sí, una conducta humana, mejor dicho, contemplan uno de los dilemas morales que corroen a la especie humana, aunque no pretenden una enseñanza, sino enfrentar, en el espejo negro de obsidiana, a la fiera que habita en nosotros•

Rex y la culpabilidad

Enrique González Rojo Arthur

Rex había nacido para cuidar la puerta de la casa. Sus ladridos eran la forma sonora del letrero “se prohíbe la entrada”. Sólo permitía acceder a la casa a los dueños de ésta y eso si llevaban el salvoconducto del timbre identificable de la voz familiar. Durante años fue defensor de la propiedad privada con el mismo ahínco con que lo hace la Carta Magna que rige nuestra vida civil. Pero en una ocasión –¡en una sola– se descuidó.

En la parte trasera de la casa había un agujero que, aun enrejado, dejaba ver desde adentro lo que ocurría en la calle. El caso es que en ese sitio se posó, como quien no quiere la cosa, una perra de ladrar insinuante y vaivenes lujuriosos. Rex, desde adentro, pero con un ansia desmedida de hallarse afuera, concentró toda su atención en ese maravilloso punto del espacio. Y descuidó de tal manera la puerta de la casa que hizo posible que un ladrón, escalando la puerta, penetrara subrepticiamente, cruzara el jardín y se introdujera, llevando saco al hombro sus malas intenciones, en la mansión. Rex, aturdido por la sensualidad, no oyó nada; pero el ratero, tan lento como torpe, hizo tamaño ruido al interior de la casa, que Rex paró oreja, abandonó el sitio donde se había evidenciado su debilidad y su apetito irrefrenable de pecado, y se puso a ladrar de tal modo que no permitió al ladrón salir de la casa. Los dueños de ésta, más un policía del barrio que había oído el escándalo, llegaron en ese momento y aprehendieron sin mayor dificultad al delincuente. Los amos de Rex lo colmaron de felicitaciones, pero él, desde entonces en adelante, sentía que la culpa le quemaba las entrañas. Ya viejo, empezó a ahorrar sus ladridos, prefería estar acostado en un charquito de sol que todas las mañanas se formaba junto a la puerta. Ante cualquier extraño, enseñaba los colmillos y emitía un rumor de pocos amigos. Pero cuando sintió que le llegaba la hora se fue a tender junto al hoyo de la parte trasera del jardín y allí, cabe su viejo pecado, recibió la muerte.

La serpiente

Alfonso Reyes

Yo tengo mis dudas. Lo digo con respeto y pido perdón. La tentación del Árbol, la viciosa ostentación de los Frutos, eran ya, en sí, incentivo bastante para precipitar los destinos. ¿Pero la Serpiente? ¡No, la Serpiente no puede aconsejar el amor, esta bendición de las bendiciones! El amor no puede ser condenado en el plan de la Creación. La Serpiente aconsejó el rencor; quiso dividir a Eva de Adán: le contó historias sobre su esposo. Algo les dijo para sembrar entre ellos la desconfianza y el desamor. Ése fue el pecado mortal; ésa, la pérdida del Paraíso. Es el caso de la primera intriga para entristecer a los que se aman. La Serpiente anuncia a Yago, no a Celestina, la calumniada.

Me quieren cortar las alas

Dina Grijalva

Desde que brotaron alas en mi espalda, me siento etérea; capaz de elevarme y volar. Desde que me brotaron alas me han querido encerrar. Me ofrecen un auto rojo, un empleo estable, un hogar ibídem, un puesto, una oficina, ¡qué sé yo!

Todo me ofrecen. Por envidia a mis alas.

Canario

Luis A. Chávez Fócil

Aun canario se le hinca un número mientras se aprieta el puño entre la bolsa; los colmillos pueden ser dos, cuatro. Se observa cómo la poca sangre del ave escurre una miseria, brevedad no suficiente. El ama del pájaro mira en ese instante el ósculo, la jaula abierta y el “aprendizaje” del niño de diez, once años. A la dama asisten leyes, médicos, hospital, justicia; ella tiene la razón de grito y golpes. En el momento ignora la mujer de cómo y por qué se significa tanto a un niño.

Se pueden excluir el gato ahogado, la lumbre con periódicos hace dos meses, el sapo, la culebra, el lodo. No vienen a la mente de los que le acompañan el estiramiento colosal de la columna infante, el vello púbico, cartílagos; son sólo plumas, maldad y desazón y muerte.

Los padres del menor, atosigados por chillidos y quejas sin demora, cubren el gasto del daño. Sin reprender al hijo abren su casa para ver televisores y macetas.

El cruel sube a su cuarto, vierte una sustancia atroz en la pecera y todo deja de vivir.

Ahíto de llanto, crecido a pataletas y pujidos, observa cómo un ave de forzado curvo pico entra a su cama, como mágica, le extrae un ojo, raspa con sus dos agudas patas el estómago menor que una pelota. Brota sangre, materia fecal en abundancia. Llegan los progenitores con revistas en las manos, el prodigio vuela llevando entre su pico una porción de carne y trapos.

Los papás, en el centro médico distante, abrazan un rosario, solicitan les enseñen a rezar porque no saben, nunca lo han hecho.

Un médico les cree. Él tiene un ojo de cristal desde hace mucho: también quemó canarios, martirizaba a un perro. Les dice que del cielo a veces baja una crueldad divina.

Amblar

Eduardo Torres

Al mediodía la sirena llega presurosa a los bajos de la bahía para mirar el cadencioso andar de las bañistas, quienes apenas cubren el vértice de sus muslos y la pirámide del pecho con un girón de tela. Asoma sus ojos por la espuma de las olas y se zambulle de súbito cuando un nadador se acerca a ella. Luego vuelve a emerger, emboscada entre las olas, sus ojos atentos al andar de las bañistas que caminan a la vera del mar para encontrar un asiento donde reposar la planicie procelosa de sus cuerpos. Arena y sol. Brisa y olas temperadas: una lujuria para las visitantes. Un hogar sempiterno para ella.

En el ocaso, cuando las fogatas de los pescadores se han extinguido, remonta las olas para dirigirse a la playa. Ahí, donde desembocan las olas y la resaca, en la fusión del torso con la cadera, se adhiere una estrella de mar y, en el volcán de los senos, dos pudibundas algas anudadas a la espalda los velan. Inmediatamente practica el andar sinuoso y ambarino de las bañistas que había contemplado desde la espuma marina a la luz del alto sol, mas su cauda, aun cuando se ejercita en demasía, siempre le atrofia el paso. Granos de arena en la comisura de los labios, ningún bañista como testigo, salvo el resplandor de la luna, la brisa y las estrellas. Un anhelo farfulla mientras se sacude la arena, Mañana, en el crepúsculo del día, me robaré sus sandalias.

El origen de las especies

David Chávez

De todas las criaturas mitológicas que han habitado esta región nunca nos intrigó tanto el origen de las sirenas como el de los centauros. Del de las primeras, luego de algunas conjeturas y varios casos muy conocidos en el pueblo, descubrimos cómo las muchachas vírgenes y casaderas resultaban preñadas por la hueva de ciertos peces que habitan el río donde ellas se bañaban luego de lavar la ropa, aunque algunos sigan culpando a naguales, chaneques, duendes y otros seres del agua, algunos más libidinosos que otros.

Sin embargo, no fue sino hasta que una noche en el pueblo vecino el señor cura, al regresar caminando de una cena en casa del alcaide, descubrió en lo alto de una ventana a un caballo que entraba lo más sigilosamente que sus cascos se lo permitían a lo que después se supo era la recámara de la hija del dueño de la posada.

El animal fue muerto al día siguiente, luego de ser sometido la noche anterior. Fue impedido de consumar su unión con la doncella, a lo sumo de unos catorce años, gracias a que el religioso que pasaba a esa hora por la calle alertó inmediatamente a los padres de la joven, quienes acudieron en tropel y con su prisa despertaron a huéspedes, quienes a su vez se sumaron a la comitiva ignorando lo que pasaba.

Pese a todo, mi mujer y yo ya habíamos pensando en que algo similar pasaba, aunque a ella le parece exagerado que las autoridades vecinas colgaran el miembro del equino como una especie de advertencia a jumentos y caballares, porque a decir suyo: “Hay otros animales de cuatro extremidades que caminan erguidos y nunca escarmientan.”

Ajolote

Adriana Azucena Rodríguez

Amedida que los ajolotes literarios se multiplican, los ajolotes naturales desaparecen. Como la leyenda infantil que pregona que cada vez que alguien dice “Las hadas no existen” una de ellas muere, ocurre también con la especie mexicana: cada vez que alguien manifiesta por escrito su asombro ante estos mágicos artificios de la conciencia (los axolotl), los ajolotes mueren a miríadas.

Los ecologistas y estudiosos sostenidos por raquíticos programas destinados a detener la catástrofe afirman que la extinción se debe a la incorporación de especies de consumo humano en las aguas en que habita el monstruo acuático, pero también al hecho de que el ajolote es una de las bases de la alimentación de los lugareños. Y aunque han realizado esfuerzos por modificar estas condiciones, las medidas resultan un fracaso pues no atacan la causa última.

Nadie, hasta ahora, había descubierto la proporción entre ajolotes textuales y su mortandad como especie. Pero es tan cierta que tiemblo a medida que me acerco al punto final. Sólo espero que la advertencia llegue a tiempo a quienes son responsables de este crimen biológico.

Oropéndola

Rafael Toriz

Claras, distintas y semejantes son buena parte de las aves del reino; sin embargo la oropéndola es la única que ha nacido del engaño. Discreta, dorada y hermosa, su canto es un abismo que deforma los sentidos. Con frecuencia es confundida con la agreste sinestesia quien, pese a lo que delata su aparente morfología, no es un animal sino una plantica narcótica. Entre sus particularidades se cuenta el hecho de que puede imitar el trino y el graznido de cualquiera de las aves: replica a todos los pájaros del mundo pero ninguno le responde.

No pocos la consideran un ave hipócrita, perversa y desalmada, plumífero funesto que pierde a los incautos entre la hojarasca de los bosques y la orilla de los ríos.

El canto de la oropéndola sólo suena para los enamorados, para aquellos que precisan del engaño y no se resignan a vivir sin sus amantes. Fieles y devotos sostienen que en realidad es la única ave que existe y que las otras son sólo un eco de sus cantos viejos y perdidos.

Es imposible descubrir su engaño porque la oropéndola, en lo profundo de su nido, sólo canta para ti.

El cara de niño

Luis Ignacio Helguera

En carrera enloquecida, huyendo, entre las piedras, de los zapatos. –¡Déjame ver tu cara de niño, papá!

–No tiene cara de niño, se llama así nada más.

Voltearon con una rama la masa aplastada, con patas estertóreas todavía. Y un golpe de la luz radiante en plena cara del insecto reveló al verdugo una instantánea desconocida, en que aparecía él mismo cuando niño haciendo un gesto luminoso y plañidero porque quería seguir jugando en el jardín y le habían dado alcance inapelable.

Sireta

Sergio Astorga

Sin gloria, la locura de parecerse a una beldad marina, una Nereida, de talle frío y sangre templada, resultó la idea que la arponeaba desde la infancia, cuando en la laguna de su pueblo se pasaba horas metida en el agua hasta que la piel le quedaba arrugada.

A fuerza de los baños de agua y la lectura de historias antiguas sucedidas en el mar de las Antillas, consiguió que su cuerpo quedara escamoso. Cuando todo parecía viento en popa, su voz era un infortunio, como la de aquel sapo, grotesco trovero, que por las noches le cantaba a la luna.

Sireta supo llevar su desdicha con dignidad; el sonido de su cuchillo era más efectivo que su voz. Así lo consignan dieciocho llorosas madres.

Pastor o el cuento más breve

Adolfo Castañón

Anunciando nuevamente al lobo, aulló.

Idilio con sangre

Agustín Monsreal

Amarte, sabes, es la única manera que tengo de confirmar mi existencia, dijo el gusano con lamento íntimo al oído del cadáver.

La corta vida de efímero

Roberto Abad

Del animal llamado Efímero –y gracias a los pocos estudios que le han hecho en distintas universidades–, se sabe que come la misma porción que un insecto, a pesar de tener la masa de un elefante; su fisionomía polimorfa complica la tarea de catalogarlo en el reino de las especies: sus garras, sus tres picos y su único ojo podrían ponerlo en el grupo de los ovíparos, pero cuando alza las alas y deja ver el succionar desesperado de las branquias, o la consistencia glutinosa que toma su cresta al querer reproducirse, hace pensar a los científicos que es un híbrido proveniente de la familia de los vivíparos. Sin embargo, luego de reflexionar un rato, esta suposición termina por confundirlos más. Hubo un tiempo en que pensaron nombrarlo sólo “criatura”, pero a alguien se le ocurrió que sería mejor hacerle honor a su ciclo de vida llamándolo Efímero. Esta analogía del nombre se relaciona, claro está, con el tiempo que pasa en la Tierra, pues tarda más en nacer que en morir, es apenas un instante, y también es por eso que únicamente se conocen estas características. Si se hablara de su vida, de lo que hace en ella, no alcanzaría ni para escribir un párrafo; ni una línea. Tal vez, una palabra.

Janto

Raúl Renán
Janto, el corcel profeta de Aquiles, dijo a su jinete que tomara ejemplo de sus pies que volaban como la voz de los montes, y de su relincho que arrojaba piedras para espantar a la muerte. Aquiles no relincha y el vuelo de sus pies está tocado por el designio •

 

Llaman a conocer el Nepo, una matriz de cómputo prehispánica basada en 91 granos de maíz

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Categoría: Cultura y Espectaculos Creado: 10 Enero 2018 Visto: 3203

nepoPor Paula Carrizosa. La Jornada de Oriente

Nepohualtzin es el nombre de una matriz de cómputo de origen prehispánico basada en 91 granos de maíz dispuestos en 13 líneas que sirven para realizar operaciones matemáticas diversas: desde simples sumas y restas hasta operaciones complejas, en un uso que se extiende al ejercicio neuronal y se propone como una herramienta eficaz para aprehender la ciencia matemática y llevarla a la vida cotidiana.

Conocida simplemente como Nepo, explica su aprendiz y promotor José Jaen Babines, esta matriz precolombina tiene alrededor de 4 mil años de existencia. De ella, añade, se tuvo noticias hace aproximadamente medio siglo gracias al trabajo del investigador David Esparza Hidalgo y la continuación hecha por uno de sus alumnos, el ingeniero Carlos Carrillo Suárez.

Durante una entrevista, el director de Eclipsus, creatividad con causa, señala que David Esparza, catedrático de la Facultad de Ingeniería del Instituto Politécnico Nacional, institución de la cual egresó, fue quien rescató esta matriz posicional.

Se cuenta –narra Jaen Babines– que Esparza Hidalgo se hallaba en los campos de la Sierra Norte de Puebla, específicamente de Cuetzalan, cuando a causa de la lluvia característica de la región tuvo que guarecerse al lado de sus acompañantes locales: un anciano y su pequeño nieto.

Fue el niño quien le dijo al investigador David Esparza las palabras que necesitaba para continuar con su indagación: “Te voy a mostrar el tesoro que guarda mi abuelo, pero no hagas notas ni dibujos, lo que buscas sí existe”, le dijo al tiempo que le mostraba esta matriz que tiene por cuentas granos de maíz.

Animado, el ingeniero David Esparza continuó con su investigación y encontró que la lápida que cubría la tumba de Pakal muestra a este rey maya realizando operaciones con esta matriz posicional.

“La cosmogonía de los pueblos estaba basada en los cuatro puntos cardinales, a la luz de esto puede verse que existía un pensamiento matemático ancestral que habla de una civilización avanzada”, considera José Jaen Babines.

Expuso que, por tanto, el Nepo no es un ábaco sino una matriz integrada por 91 granos de maíz colocados en 13 líneas que representan las articulaciones del cuerpo, de abajo hacia arriba, según el pensamiento mesoamericano.

El promotor y gestor cultural añade que su acepción en náhuatl significa “mis cuentas preciosas” y/o “cuento para trascender”

Agrega que actualmente investigadores de las universidades de Querétaro y Nuevo León realizan estudios sobre el Nepo y sus beneficios neurológicos, ya que proporciona agilidad mental a la par de que es una efectiva herramienta para quienes sufren algún tipo de déficit de atención.

Incluso, especialistas señalan que previene el Alzheimer, ya que si se trabaja constantemente en ella, se minimiza el riesgo de un desgaste neuronal.

Asimismo, considera Jaen Babines, el Nepo se propone como una alternativa real para la enseñanza y el aprendizaje de las matemáticas. Incluso, afirma que debería ser considerada como parte de una verdadera reforma educativa, ya que le da a los alumnos las bases para pensar de manera estructural.

Destaca que por tercera ocasión, el discípulo de David Esparza, el ingeniero Carlos Carrillo, estará en Puebla para ofrecer un curso lúdico de 15 horas, los días 13 y 14 de enero a partir de las nueve de la mañana en la 5 Poniente número 1316.

En él, los participantes de cualquier edad podrán conocer esta matriz de una forma vivencial y práctica en la cual no se necesita ni lápiz ni papel. Pese a que tiene una cuota, esta es de recuperación. Para inscribirse hay que escribir al correo electrónico: Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.

 

Entre la ironía y el sarcasmo del momento

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Categoría: Cultura y Espectaculos Creado: 08 Enero 2018 Visto: 2921

entre la ironia y el saralgarabia
«¡Qué bonito, qué bonito!»
Contesta rápido: ¿qué quiere decir una mamá con esta frase? ¿Está reconociendo un logro? ¿Celebrando algo con gusto? ¿Felicitando a alguien? ¿O, más bien, la hablante está tratando de decir exactamente lo contrario? Sería muy difícil precisarlo, pero es posible que esta supuesta felicitación no sea tal.
¿Cómo distinguimos entre uno y otro sentido? ¿Por qué usamos la ironía 
y el sarcasmo cuando podríamos ser literales todo el tiempo?
Las palabras son ambiguas, así que el comentario podría ser amable y genuino si, por ejemplo, su hija acaba de anunciarle que ganó el primer lugar de aprovechamiento en su escuela, pero es más probable que la persona lo diga cuando sale con retraso hacia una cita y, al intentar incorporarse a la avenida, ve una fila inmensa de coches que ocupa hasta cinco cuadras; es decir, se trata de un comentario irónico.
«A ver cuándo vienes a cenar a la casa, ¿eh?»
Pero la pregunta es: nosotros, como oyentes, ¿cómo distinguimos entre uno y otro sentido? ¿De qué manera detectamos la ironía? E incluso, ¿por qué usamos la ironía1y el sarcasmo2cuando podríamos ser literales todo el tiempo
Porque la verdad es que la comunicación humana es suficientemente difícil antes de cubrir cada frase con varias capas de significado, para además complicarla con dobles sentidos. Entonces, ¿cuál será el objetivo social de esa vaguedad de significado?
Expectativas fallidas
La psicología está muy interesada en entender cómo usamos el lenguaje de la ironía y qué vemos en él. Hay varias 
teorías; una de ellas dice que la ironía es el lenguaje de las expectativas fallidas, y como es un hecho de la condición humana que las cosas no siempre salen como queremos, el lenguaje tiende a captar y expresar ese sentir. Pero, ¿cuándo y cómo surge en nosotros esa capacidad?
Una manera de acercarse al problema es a través del lenguaje de los niños.
Uno podría suponer que, como los niños tienen poca experiencia de vida, no tendrían por qué captar las ironías y tomarían cada oración de forma literal; o sea que si alguien les dice: «¡qué bonito, qué bonito!», deberían entenderlo sin ningún doble sentido y, si llegasen a captar la ironía, lo harían mucho después. Pero parece que no es así.

La psicóloga Penny M. Pexman, de la Universidad de Calgary en Canadá, decidió explorar este problema en el laboratorio para determinar qué tan rápido los niños captan la ironía y el sarcasmo, en qué etapa de la infancia emergen estas habilidades cognitivas y si realmente los niños tienen que pasar por el primer y el segundo sentido —primero el literal y, después, el oculto o sarcástico— cada vez que se enfrentan a la ironía.
Pexman tuvo que poner en marcha métodos especiales para comprobar sus teorías: por ejemplo, en un experimento, hizo que los niños asociaran la amabilidad con un pato amarillo y la agresividad con un tiburón gris; luego, los puso a ver un teatro guiñol en el que se hacían afirmaciones tanto sarcásticas como literales, al tiempo que vigilaba 
los ojos de los niños para ver si los dirigían, después de cada oración, hacia el pato o al tiburón.
El resultado fue interesante, porque la hipótesis era que los niños a veces entenderían las frases irónicas de forma literal y sus ojos lo revelarían volteando a ver al pato; pero no fue así y todas las veces los niños voltearon instantáneamente a ver al tiburón, o sea que entendían la ironía desde el primer momento.
Pistas para la ironía
Esto nos permite asentar que la sensibilidad a la ironía está ligada profundamente a nuestro funcionamiento cerebral, aunque para usarla y entenderla se necesita un cierto grado de inteligencia social, porque tanto los niños como los adultos necesitamos algo que nos dé «una pista» del sentido de lo que estamos oyendo.
Esa pista puede ser: los gestos, la entonación, la inflexión de la voz, la familiaridad con el hablante —unos son más irónicos que otros—, etcétera.
Estas claves son procesadas de inmediato e integradas en la mente para captar el sentido y las intenciones del otro; esto resulta natural en nosotros, pero para los niños con autismo es un problema, ya que, debido a una anormalidad cerebral, no pueden detectar estas intenciones ni descifrar la ironía y el sarcasmo.

Lo mismo sucedería, por ejemplo, con alguien que llegara de otro planeta. En la película Alien Nation (1988), de Graham Baker, cuya premisa es la llegada y asimilación en nuestra sociedad de un grupo de extraterrestres —que son apodados newcomers—, James Caan hace el papel de un policía obligado a convivir con un detective alienígena y, en una escena, intenta contarle el chiste del médico que, al firmar la receta de un paciente, dice: «Un momento: si aquí tengo el termómetro, ¿dónde puse mi pluma?», a lo que el extraterrestre, que no está familiarizado con el humor sarcástico, contesta sin sonreír siquiera: «En el recto del paciente... ¿qué tiene eso de gracioso?»
Los experimentos de Pexman han revelado que somos sensibles a 
la ironía desde la infancia, pero también se ha dado cuenta de que, aunque los niños de seis años detectan perfectamente los comentarios sarcásticos, no les agradan del todo.
Desde que somos niños desarrollamos una sensibilidad amarga o sardónica ante las tribulaciones de la vida.
Por ejemplo, si un niño falla un gol en un partido de futbol y el entrenador le grita: «Buenísimo tu tirito, ¿eh?»,
el niño sabrá perfectamente que lo está diciendo en doble sentido; pero si, en cambio, metiera el gol y el entrenador le gritara: «¡Qué horrible tiro!», al pequeño le costaría más trabajo procesarlo e, incluso, lo confundiría, porque la ironía sarcástica nos resulta más común y familiar que la contraria.
No existe una respuesta precisa de porqué sucede así, pero Pexman cree que se debe a que los humanos esperamos que la gente, en general, sea «buena onda» con nosotros —y no al revés—, y los comentarios irónicos o sarcásticos hacen gala de nuestra «mala onda».

 

¡No te hagas rosca con los tamales!

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Categoría: Cultura y Espectaculos Creado: 08 Enero 2018 Visto: 3007

no te agasLa jornada
¿Cuántas veces te ha salido el «muñequito»? Y, de esas tantas, ¿cuántas has pagado los tamales del Día de la Candelaria? La gran mayoría de mexicanos que, habiendo adquirido el compromiso del compadrazgo con el anfitrión de la merienda de reyes, se hizo rosca y no cumplió.
¿Cuál es el origen de la costumbre de partir, cada 6 de enero, la rosca de reyes? Puede parecer una tradición judeocristiana y mexicana —por aquello de acompañar esa buena rebanada de pan con un jarro de chocolate—, aunque en realidad no lo es.
De pan ha de ser la rosca
Se trata de un rito pagano que fue cristianizado posteriormente, pues, desde épocas inmemoriales, la humanidad celebraba el solsticio de invierno como el nacimiento de la luz: «Los persas y los egipcios, los fenicios y los sirios, los griegos y los romanos, los mexicanos y los peruanos, los hindúes [sic] y otros pueblos» 1, celebraban el nacimiento de un dios solar —Ra, Mitra, Horus, Baco, Dionisos, Apolo o Zoroastro—, nacido de una virgen en la semana del 20 al 25 de diciembre, es decir, la fecha del solsticio de invierno. 2 Con motivo de esas celebraciones, en el Imperio Romano se elaboraban unos panes redondos hechos con miel, nueces, dátiles e higos, en cuyo interior se escondía un haba que daba la fortuna de ser nombrado rey por un día a quien la encontrara en su trozo de pan.
Años más tarde, la Iglesia Católica cristianizó esas fiestas paganas superponiendo la celebración de la Epifanía 3 y, mucho tiempo después, la tradición de la merienda de Reyes fue llevada a España por Felipe V, quien la importó de Francia, pues desde la baja Edad Media se conmemoraba la culminación de las fiestas de Navidad con este rito; fue ahí donde, por primera vez, se cubrió el pan con frutas escarchadas y se escondió un pequeño muñeco de porcelana en su interior como representación lúdica del episodio de la huida y el necesario encubrimiento de Jesús para evitar que cayera en manos de Herodes.
También se cuenta que, cada 6 de enero, los judíos comían pan ácimo,4 en el que escondían un muñeco de barro, y que los primeros cristianos cambiaron ese pan por una rosca hecha a base de harina blanca y levadura, endulzada con miel y adornada con frutos del desierto.
En México somos tantos y
tan glotones, que nuestras roscas han pasado de ser redondas a ser ovaladas.
De roscas y reyes
Así pues, alrededor del siglo XVII llegó a nuestras tierras la famosa rosca de reyes, que, por otra parte, en términos estrictos debería llamarse «rosca de magos», «rosca de sabios» o, en su defecto, «rosca de Oriente», puesto que resulta que los célebres Reyes Magos no eran reyes; magos sí, pero de realeza, nada. Mateo es el único que se refiere a ellos en el Nuevo Testamento, describiéndolos como unos magos del Oriente, quienes posiblemente hayan sido sacerdotes medos o persas, estudiosos de la astronomía, la astrología y el significado de los sueños y que curaban y predecían el futuro, aunque Ezequiel los alude como «sabios» en sus profecías del Antiguo Testamento. De cualquier modo, el estatus real se les dio en la Edad Media, cuando la Iglesia Católica estaba en su apogeo, porque en las Escrituras se dice que incluso «algunos reyes» se postraron ante la presencia del Niño Salvador y, por ello, a partir del siglo XII se les otorgó ese título.
Pero volviendo a la tradición de la rosca en tierras «mexicas», ésta nos viene de la costumbre española que aún sigue vigente y que es el día más importante de las fiestas para los españoles, en la que la familia en pleno se sienta en torno a un generoso «roscón de reyes» e intercambia regalos, como en nuestra práctica navideña. Anteriormente en nuestra tradición, como en la de ellos hasta la fecha, si un niño encontraba el muñequito, se le llenaba de golosinas, y si lo hacía un adulto, se le coronaba rey, se le hacía compadre del dueño de la casa y se le daba el nombramiento de «padrino del Niño Jesús». Sin embargo, actualmente, como todos sabemos, quien saca la figurita debe invitar los tamales del 2 de febrero, Día de la Candelaria, fecha que enmarca el fin de las celebraciones navideñas.
Para los mexicanos, la rosca debe acompañarse con un buen champurrado caliente o chocolate con leche. Todavía recuerdo cuando era chiquita y mi mamá preparaba vastas jarras de ese atole y compraba una enorme rosca de reyes para saciar a sus nueve hijos y a la población flotante que gravitaba en nuestra casa. Del gigantesco pan salía un muñequito y, obviamente, sólo uno de nosotros tenía que caerse con los tamales el próximo mes. En cambio ahora, las roscas vienen repletas de «niños dios», en el mejor de los casos, o de un nacimiento completo, incluidos reyes, borregos, gallinas y hasta pequeños pesebres de plástico, lo que me hace pensar que, como no quedó pelón sin su muñequito, dentro de un mes nos reuniremos otra vez todos y compartiremos los gastos de la tamaliza.
Y me pregunto por qué las panaderías se empeñan en seguir decorando las roscas con elásticos cortes de fruta cristalizada o rebozada en azúcar si prácticamente nadie se las come. No hay casa mexicana en la que no queden ni moronas de pan, pero en la que, irremediablemente, esas plasticosas tiras verdes y rojas se vayan a la basura. Por otra parte, tengo que confesar que esa creciente tendencia a prepararlas con nuevos ingredientes —rellenas de queso o chocolate, con fresas o crema batida— tampoco acaba de gustarme; la verdad es que no hay como la típica rosca de reyes que se deja fermentar pacientemente con agua de azahar.
Precisamente es ése el tipo de rosca que comí este año, aunque en realidad podría haberla degustado desde el anterior, dada la estrategia mercantil de los comercios, que tienden a adelantar la venta de los artículos representativos de cada festividad: podemos comprar pan de muerto a finales de septiembre, escarcha y «santacloses» en octubre y roscas de reyes ¡desde diciembre!

 

Innovación y fake news

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Categoría: Cultura y Espectaculos Creado: 08 Enero 2018 Visto: 2661

inovacionLa jornada
Gracias a Internet, los motores de búsqueda y las redes sociales, las mentiras recorren el mundo a la velocidad de la luz. Y la verdad las sigue de lejos: las “noticias falsas” son aquellas que están diseñadas para confundir.
El autor y escritor satírico irlandés del siglo XVII, Jonathan Swift, escribió: “La falsedad vuela y la verdad viene cojeando tras ella”.
Actualmente, gracias a Internet, los motores de búsqueda y las redes sociales, las mentiras recorren el mundo a la velocidad de la luz. Y la verdad las sigue de lejos.
De hecho, es una situación peligrosa, ya que el primer paso para resolver problemas comunes es encontrar un conjunto común de verdades. Entonces, surge una pregunta profunda en el mundo de los medios (y en el mundo en sí): ¿Cómo o dónde podemos encontrar ese conjunto de verdades comunes en medio de este mar de noticias falsas?
Hace unos meses participé de un “grupo de trabajo de alfabetización mediática” organizado por la Arizona State University y Facebook, y de un segundo encuentro en Europa presentado por el Dutch Journalism Fund. En ambos eventos hubo un gran interés por desarrollar ideas innovadoras que pudieran ayudar al público a distinguir las noticias falsas de las verdaderas. El avance de la alfabetización mediática es un proyecto apremiante que surgió en medio de la epidemia actual de las llamadas “noticias falsas”.
Para empezar, quiero aclarar algo. A mi modo de ver, las “noticias falsas” son aquellas que están diseñadas para confundir. Son un engaño. Un fraude. Una farsa. Los sitios web que publican noticias falsas saben que las historias que crean son mentira. Difunden historias engañosas que diseñan de modo tal que parezcan noticias reales.
Cabe destacar que el periodismo descuidado no es lo mismo que las noticias falsas. Todos los periodistas cometen errores alguna vez, pero no tienen la intención de engañar.
Estas “noticias” solo tienen éxito en la medida en que engañan. Los creadores de los sitios web a menudo lo hacen para ganar dinero y/o para ejercer influencia política.
Como periodista profesional con una amplia trayectoria, mi propio punto de partida sobre el poder de la alfabetización mediática está en algo que escribí hace unos años: “siempre ha habido personas que controlan las noticias y otras que las liberan, personas que usan las noticias para engañar y otras que las usan para informar”.
En efecto, las noticias falsas no son una novedad. En 1835, para citar un ejemplo famoso, el New York Sun, uno de los primeros diarios populistas de Estados Unidos, publicó una serie de noticias que anunciaba que se había descubierto vida en la luna.
Para que nadie dudara del espectacular hallazgo, el diario publicó un dibujo que representaba a unas criaturas lunares vistas desde un increíble telescopio nuevo. Tenían un aspecto similar al humano, pero con enormes alas parecidas a las de los murciélagos y retozaban sobre el lecho del río junto a unicornios y otras bestias extrañas.
Las noticias provocaron mucho interés y conmoción entre los lectores. Pero solo por un tiempo, hasta que el diario decidió revelar que se trataba de una broma y se felicitó a sí mismo por haber engañado a todos.
En la actualidad, el entorno mediático está inundado de lo que sería el equivalente moderno de las criaturas lunares con alas de murciélago.

No creo que tratar de erradicar la información falsa sea la solución, ya que se ha comprobado que es algo imposible en las sociedades libres.Entonces, ¿cuál es la solución? En las reuniones a las que asistí, surgieron varias ideas. Estas son algunas de mis favoritas:
Tecnología
Una posibilidad es que las empresas de tecnología desarrollen métodos para que las personas puedan acceder, usar y corregir más fácilmente la información personal que las empresas grandes y pequeñas tienen de cada uno de nosotros. Así, pueden permitir que haya más control individual sobre las fuentes de noticias, es decir, más formas para que cada uno pueda explotar sus propios “filtros burbuja”. Las plataformas podrían crear medios para que las noticias de alta calidad circulen más ampliamente. Los expertos en tecnología podrían desarrollar “bots de corrección”, de manera que las personas que pusieron “me gusta” o compartieron un artículo se enteren cuando se realice alguna corrección.
Periodismo
Otra idea es que las organizaciones de noticias, desde el sitio web más pequeño hasta la empresa de medios nacional más grande, se comprometan para que sus noticias sean más precisas y transparentes. Deberían estar en contacto permanente con sus comunidades para saber cómo les está yendo, qué se espera de ellos y cómo puede contribuir la comunidad.
Concientización pública
Las “noticias falsas” abrieron la puerta a una mayor concientización pública sobre la alfabetización mediática. Los medios, la comunidad, el gobierno local y las organizaciones sin fines de lucro pueden trabajar juntas para encontrar formas de expandir la concientización de la población. Los periodistas más importantes pueden actuar como embajadores públicos de las noticias. Las campañas publicitarias, los programas de TV, los juegos y las películas pueden contribuir para difundir el mensaje.
Investigación
Los investigadores académicos pueden enfocarse en resolver problemas específicos. En definitiva, hay mucho que no sabemos a ciencia cierta: cómo circulan las noticias falsas, por qué la gente cree lo que cree, por qué algunos sistemas de corrección y de verificación de datos parecen funcionar y otros no, y qué tipos de alfabetización periodística, mediática, cívica y digital funcionan mejor en el aula o en las ciberaulas. Tanto las plataformas como las organizaciones mediáticas podrían buscar formas de abrir sus conjuntos de datos para los investigadores.
Educación
Es necesario establecer una meta audaz que consista en promover la alfabetización mediática universal entre los jóvenes, una meta compartida por los medios y las empresas de tecnología. Las escuelas deben estar capacitadas para adaptarse más rápidamente al cambio y el Estado debe aprobar leyes nuevas que implementen la alfabetización cívica, mediática, periodística, entre otras. Al mismo tiempo, debemos usar herramientas digitales y clases online para ayudar a las personas a recibir alfabetización mediática no solo en el aula, sino también en las redes sociales, las bibliotecas y los grupos cívicos.
Estos abordajes variados –las herramientas para encontrar noticias confiables, el periodismo transparente, los proyectos de concientización pública, una mejor educación e información sobre cómo interactúan las personas y las noticias– tienen algo en común.
Son ideas de creación. Contribuyen al caudal mundial de información confiable, al igual que las herramientas de verificación de información ya establecidas, como Snopes y factcheck.org.
El hecho de que la tecnología siempre se ha expandido más rápido que la capacidad del hombre para comprender cómo se usa, hace que este sea un problema de todos.
Tomemos como ejemplo los libros. Existieron durante muchos siglos hasta que la alfabetización básica (la capacidad de leer y escribir) se convirtiera en una regla mundial (sin embargo, aún hoy, al menos un 14 % de la población mundial no sabe leer).
La alfabetización del siglo XXI presenta un desafío más grande. Solo se podrá abordar a través de un esfuerzo grande y generalizado, y la potencia de la tecnología digital tendrá que estar al servicio de las plataformas tecnológicas de autoaprendizaje, el periodismo y el aprendizaje a distancia.
Se trata de una suma, no de una resta. Es necesario incorporar la alfabetización mediática a la corriente de noticias. Es inútil creer que podemos resolver el problema fácilmente sustrayendo las noticias falsas. El progreso de la humanidad durante los últimos 500 años no ocurrió gracias a la ausencia de la malicia, sino a la presencia de la libertad.

 

‘Unidad panamericana’, estrella en magna exposición de Rivera en San Francisco

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Categoría: Cultura y Espectaculos Creado: 08 Enero 2018 Visto: 2921

UnidaLa jornada
El Museo de Arte Moderno de San Francisco y el City College de la ciudad californiana (SFMOMA y CCSF, respectivamente, por sus siglas en inglés) anunciaron que el gran mural histórico de Diego Rivera Unidad panamericana, una de las obras de arte público más importantes de esa ciudad, será la pieza estelar de la magna exposición del artista guanajuatense que presentará el museo en 2020.
Se trata uno de los cuatro murales de Rivera en el área de la Bahía, y el de mayor tamaño de cuantos creó en Estados Unidos entre 1930 y 1940, incluyendo los más célebres, uno en Detroit para Henry Ford y otro en Nueva York para David Rockefeller, quien prefirió destruirlo a tener que ver la cara a Lenin en su propio edificio; existe una versión reducida en el Palacio de Bellas Artes.
Este fresco, quizás conocido mas no visitado, ocupa actualmente el vestíbulo del teatro Diego Rivera en el CCSF. Con el título original de El matrimonio de la expresión artística del norte y el sur del Continente, fue creado durante la segunda mitad de 1940 como parte del programa Arte en Acción de la Exposición Internacional del Golden Gate (puente recién inaugurado entonces) en un hangar de PanAm en la artificial Isla del Tesoro. Artistas de todo el mundo crearon en público pinturas, esculturas, vitrales, grabados y bordados. Se estima que unas 30 mil personas vieron a Rivera y su equipo elaborar la pieza, compuesta por 10 paneles que ocupan 167 metros cuadrados. Aunque destinado al City College, terminada la feria permaneció 21 años almacenado en la isla y fue hasta 1961 que llegó a su destino.
Rico en símbolos e imágenes referentes a la América prehispánica y los modernos México, Estados Unidos y Canadá, incluye varias referencias cinematográficas de carácter antifascista, pues Diego quería impulsar la lucha contra Hitler y Mussolini, entonces en plena guerra. Charles Chaplin, Paulette Godard y Edward G. Robinson acompañan a Nezahualcóyotl y los padres de la patria del norte y el sur (Washington, Hidalgo y demás) cruzados con referencias a la masacre nazi en Guernica. También Stalin es retratado como un bárbaro. Mientras Diego realizaba este trabajo fue asesinado en Coyoacán su amigo León Trotsky.
Su valedor en California, el arquitecto Timothy Pflueger, quien aparece en el mural, planeaba instalar la pieza en la Gran Biblioteca del CCSF. Allí Rivera triplicaría su tamaño. La biblioteca nunca se edificó. Los recortes presupuestales por la guerra, la inesperada muerte de Pflueger y el advenimiento del macartismo anticomunista impidieron que el mural fuese instalado hasta que Milton Pflueger –hermano del promotor– en 1961 logró llevarlo al teatro que lleva el nombre del artista desde 1993.
Existe además un romance entre Diego y el SFMOMA. Su trabajo ha sido exhibido allí en 17 muestras, algunas individuales, detalla Neal Benzara, directivo del museo. La célebre Cargadora de flores pertenece a su colección desde 1935. El museo posee numerosas piezas menores de Rivera, la mayoría dibujos. Al agradecer el reconocimiento del SFMOMA a esta obra maestra, Mark Rocha, canciller del CCSF, declaró: “Compartir Unidad panamericana es fiel a la historia de nuestro colegio y su futuro como guía para una sociedad más justa”.
Empleando técnicas renacentistas de fresco que adaptó con genio en San Francisco, Rivera plasmó, en sus palabras, la fusión entre el poderoso pasado en suelo latinoamericano y el desarrollo técnico de Estados Unidos. Ocupa la parte central una Coatlicue doble: del lado mexicano en carne y hueso (más que en piedra) en acero del lado estadunidense. Al pie, Frida Kahlo vestida de tehuana pinta al caballete mientras el propio Diego, siempre de espaldas, toma las manos de la actriz Paulette Godard, esposa de Chaplin, para engendrar el árbol de la vida. Concluido el fresco, Diego y Frida, a la sazón divorciados, se volvieron a casar en diciembre, antes de volver a México semanas después.
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Su valedor en California, el arquitecto Timothy Pflueger, quien aparece en el mural, planeaba instalar la pieza en la Gran Biblioteca del CCSF. Allí Rivera triplicaría su tamaño. La biblioteca nunca se edificó. Los recortes presupuestales por la guerra, la inesperada muerte de Pflueger y el advenimiento del macartismo anticomunista impidieron que el mural fuese instalado hasta que Milton Pflueger –hermano del promotor– en 1961 logró llevarlo al teatro que lleva el nombre del artista desde 1993.
Existe además un romance entre Diego y el SFMOMA. Su trabajo ha sido exhibido allí en 17 muestras, algunas individuales, detalla Neal Benzara, directivo del museo. La célebre Cargadora de flores pertenece a su colección desde 1935. El museo posee numerosas piezas menores de Rivera, la mayoría dibujos. Al agradecer el reconocimiento del SFMOMA a esta obra maestra, Mark Rocha, canciller del CCSF, declaró: “Compartir Unidad panamericana es fiel a la historia de nuestro colegio y su futuro como guía para una sociedad más justa”.
Empleando técnicas renacentistas de fresco que adaptó con genio en San Francisco, Rivera plasmó, en sus palabras, la fusión entre el poderoso pasado en suelo latinoamericano y el desarrollo técnico de Estados Unidos. Ocupa la parte central una Coatlicue doble: del lado mexicano en carne y hueso (más que en piedra) en acero del lado estadunidense. Al pie, Frida Kahlo vestida de tehuana pinta al caballete mientras el propio Diego, siempre de espaldas, toma las manos de la actriz Paulette Godard, esposa de Chaplin, para engendrar el árbol de la vida. Concluido el fresco, Diego y Frida, a la sazón divorciados, se volvieron a casar en diciembre, antes de volver a México semanas después.

 

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