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Cultura y Espectaculos

Encuentro Nacional de Cultura, Arte y Tradición Textil Contla 2018

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Categoría: Cultura y Espectaculos Creado: 02 Abril 2018 Visto: 2758

encuentro1 770x470Con la finalidad de Difundir y salvaguardar las tradiciones de Contla, Ignacio Netzahualcoyotl, organiza el Encuentro Nacional de Cultura, Arte y Tradición Textil Contla 2018 a realizarse durante el mes de mayo. Las convocatorias para participar en las diversas categorías de exposiciones está abierta.
Se abren 4 salas, la primera es cultura textil de Contla de Juan Cuamatzi en esa prácticamente participan puros ciudadanos de Contla de Juan Cuamatzi, la sala 2 va a ser procesos tradicionales en la moda y diseño pensando en toda la intervención que la cultura textil ha dado a estos campos. La tercera es arte textil contemporáneo y la cuarta textil experimental.
La sala de arte textil contemporáneo va dedicada más a artistas que en sus procesos utilizan herramientas textiles, es decir, un telar alto liso, bajo liso, un bastidor, bordado, pueden utilizar distintos tipos de materiales como son hilos de fibras naturales, sintéticas, cables, lazos.
En textil experimental puede participar todo artista visual desde cortometraje, video, instalación, artesanos que deseen hacer una intervención textil. Se realizará una selección de obras con la participación de 20 artesanos artistas. Para mayor información las convocatorias las pueden encontrar en las redes sociales Encuentro Nacional de cultura, arte y tradición textil, Contla 2018. Dicho encuentro contará con una serie de actividades académicas, de ello Ignacio Netzahualcoyotl comentará en la siguiente emisión.

 

El Museo del Estanquillo alojará El juego y el arte de la miniatura hasta el 8 de abril

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Categoría: Cultura y Espectaculos Creado: 02 Abril 2018 Visto: 2875

7 teodoro torres y susana navarro la historia del teatro museo del estanquilloMonsiváis y su fascinación por el arte popular en pequeño
Consta de piezas surgidas del oficio de artesanos, que el cronista adquirió en su faceta de coleccionista

Las diminutas obras recrean la cotidianidad, tradiciones y creencias mexicanas

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Desde escenas de películas del cine mexicano, hasta voladores de Papantla, y Dante y su Divina comedia son representados en las miniaturasFoto cortesía del Museo del Estanquillo
Alondra Flores Soto

Periódico La Jornada
Domingo 1º de abril de 2018, p. 2
La vida cotidiana de los mexicanos, con sus tradiciones, creencias e historia, pero en chiquito y con espíritu lúdico, ha sido recreada en el Museo del Estanquillo en la exposición El juego y el arte de la miniatura.

Una arena de lucha libre, los voladores de Papantla, un charro enamorado en plena serenata, Dante y su Divina comedia, los antiguos aztecas en juego de pelota o hasta escenas de películas del cine mexicano como María Candelaria son algunos de los personajes reproducidos en centímetros, algunos visibles sólo con lupa, surgidos del oficio de artesanos, que el cronista y escritor adquirió en una de sus facetas importantes como coleccionista.

Carlos Monsiváis mostró fascinación hacia las miniaturas, señaló Henoc de Santiago, director del museo que aloja el acervo del autor de Días de guardar. Añadió que su interés por la historia de nuestro país también luce en esta manifestación de arte popular, que sin grandes pretensiones históricas retrató de alguna manera, en tercera dimensión, la vida de los mexicanos, comentó durante el anunció de la exposición antes de su apertura.

Un gran respeto fue el que profesó hacia los maestros artesanos y creadores de arte popular, quienes siempre tuvieron un lugar importante entre sus colaboradores y amigos, tanto así, que se convirtió en un verdadero mecenas y comprador prácticamente compulsivo de lo que producían, por ejemplo, del miniaturista Roberto Ruiz, quien trabajó el hueso y fue premio de Ciencias y Artes en 1988.

Su aprecio por estas obras, al considerarlos al nivel de un artista, lo manifestó el autor al calcular su valor por la imaginación que lo lleva a reiterar sin repetir, por la variedad de formas y soluciones, por la concentración de elegancia y delicadeza, como se citó en conferencia.

Totalmente distinta y con carácter lúdico, calificó De Santiago la colección de las casi 250 piezas que nunca antes se habían mostrado al público. Se ha pensado mucho en los niños, razón por la que permanecerá hasta abril en este recinto en la esquina de Madero e Isabel la Católica, en el Centro Histórico.

Manivelas dan vida a pequeñas maquetas que recrean escenas, como pueden ser un fauno espiando a una ninfa, con unicornio incluido; los queridos gatos que tanto acompañaron al escritor, o una escena de oficina, en la que una secretaria de párpados azules repite el ding ding de su máquina de escribir, piezas elaboradas por Luis Ascanio Zenteno. Detalles minuciosos que dan realidad a la vida pequeña.

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También se expone un pequeñísimo Monsi, elaborado por Susana Navarro y Teodoro TorresFoto cortesía del Museo del Estanquillo
Entre seres mitológicos se yergue la figura de Monsi, como se le dice cariñosamente, con un libro entre las manos y la melena gris alborotada, escultura en pasta epóxica, realizada por Susana Navarro y Teodoro Torres, también reconocidos por la elaboración de juguetería en plomo.

Destacan las figuras en hueso de Roberto Ruiz, las figuras esculpidas y coloreadas sobre gis de Eduardo Oliva, o las diminutas poblaciones de Alfredo Velázquez Luna, quien habló en la conferencia sobre su trabajo y amistad con Monsiváis.

¡Mira, ven a ver!, llamaba emocionado el coleccionista a cualquiera que estuviera cerca para mostrar su reciente adquisición, relató Ana Catalina Valenzuela, curadora de la muestra que saca trabajos que estuvieron guardados en las bodegas por más de 10 años y que obligó una selección de entre más de mil piezas.

La visita está organizada en cinco ejes temáticos: teatro, literatura, historia, vida cotidiana y la muerte, que son representadas en distintas manifestaciones de arte popular, entre miniaturas, maquetas e incluso títeres de la colección de Roseta Aranda. La mayoría fueron hechas durante de 1980 a 2000, a excepción de algunos libros de José Guadalupe Posada y de Saturnino Calleja, así como figuras de cera, que son de finales del siglo XIX.

Monsiváis, fallecido en 2010, mostró coherencia, explicó Valenzuela, pues la interesaba estudiar las costumbres de los mexicanos, las visiones de los lugares donde vivía y lo hizo desde diferentes lugares, como la fotografía y los libros, y la miniatura fue parte de esta revisión de la ciudad; es una crónica distinta porque atiende a lo lúdico.

La miniatura exige que uno se detenga a observar entre esta pequeña vida cotidiana, comentó la curadora.

La exposición El juego y el arte de la miniatura concluye el 8 de abril.

 

Museo de Azcapotzalco; un bastión arqueológico

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Categoría: Cultura y Espectaculos Creado: 02 Abril 2018 Visto: 2827

1889662El espacio aledaño al Parque Tezozómoc, en el que se invertirán siete millones de pesos, busca recuperar la riqueza histórica de la zona >4
Luis Carlos Sánchez. Excélsior
Foto: Sunny Quintero
CIUDAD DE MÉXICO.
Desde 1909, en Azcapotzalco comenzaron las excavaciones arqueológicas. En ese entonces, aquella región del noroeste de la Ciudad de México estaba llena de ladrilleras y en sus terrenos podían encontrarse figurillas y otros vestigios prehispánicos. “Debido a la cercanía con el centro de la capital, para los primeros investigadores era mucho más fácil venir a excavar a Azcapotzalco que ir a Teotihuacán o hacerlo en el centro de la ciudad, donde en ese tiempo era impensable demoler un edificio”, cuenta el arqueólogo Luis Córdoba Barradas.

Pioneros de la disciplina en México, como Manuel Gamio o Alfred Tozzer, se interesaron desde entonces por ese enorme bastión arqueológico. Y si bien Azcapotzalco no puede compararse con la antigua Tenochtitlán, el especialista asegura que en esa región ha habido una ocupación continua, desde hace dos mil años, que ha sido determinante para la historia de México: “aquí existieron asentamientos ya desde el preclásico, por el año 400 antes de Cristo, en la época teotihuacana”, dice el especialista.

Esa pequeña población primigenia, que muy probablemente se asentó en terrenos del actual pueblo de San Miguel Amantla, debió ocupar alrededor de un kilómetro de tierra y, aunque no estaba concentrada, “era importante en su tiempo. Casi siempre se hace referencia en la época clásica, de los años 200 a 700, a Teotihuacán porque era una ciudad muy grande y tiene su gran importancia, pero había cientos de poblaciones en todo el Valle de México, y en Azcapotzalco hubo una muy importante”, refiere.

Córdoba, quien ha trabajado en el propio San Miguel y en los barrios chintololos de San Simón, San Lucas, San Marcos y Nextengo, asesora ahora el nuevo proyecto del Museo de Azcapotzalco, un espacio aledaño al Parque Tezozómoc en el que se invertirán siete millones de pesos y con el que se busca rescatar la riqueza arqueológica, histórica y cultural de la demarcación. Junto con el Centro de Pueblos Originarios (que se ubica a un costado), el museo abrirá en agosto próximo.

El espacio contará con dos salas, una dedicada a los orígenes de Azcapotzalco y sus más remotos vestigios, que han sido ubicados en el pleistoceno, cuando ahí habitaron mamuts y mastodontes, y otra que se ocupará de los siglos XIX y XX. El recorrido de todo el museo emula un hormiguero, en alusión al significado náhuatl de Azcapotzalco (En los montes de hormigas). A lo largo del espacio se exhibirán 388 piezas arqueológicas, procedentes de más de 20 sitios de la propia demarcación, que serán prestadas por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).

Figurillas, vasijas, incensarios y pequeños instrumentos de barro han sido seleccionadas para dar una idea de las diferentes etapas históricas de la región. Además de las piezas, el recorrido contará con proyecciones audiovisuales y representaciones a escala. El delegado Pablo Moctezuma afirma que, en 1997, el espacio que ahora ocupará el Museo de Azcapotzalco estaba destinado a un cuartel de policía. Como parte de un plan en Parque Tezozómoc, las instalaciones policiales fueron cambiadas de sitio.

En la primera gestión de Moctezuma como delegado, el espacio fue inaugurado el 13 de septiembre de 2000 por el entonces secretario de Cultura de la ciudad, Alejandro Aura. Pero el gusto duró poco, pues después le cambiaron de nombre y poco a poco quedó en el abandono, hasta que el espacio se convirtió en oficinas. Nuevamente como delegado, Moctezuma comenzó la recuperación del espacio en 2015: “es inverosímil que antes no se hubiera construido un museo aquí”, señaló e informó que, con el fin de evitar su abandono, se creará un Patronato de Notables, al que ya se ha invitado a la cronista Ángeles González Gamio y al arqueólogo Eduardo Matos Moctezuma.

SITIO CLAVE

A lo largo de la historia en Azcapotzalco se han llevado a cabo más de 70 excavaciones arqueológicas. Después de la caída de Teotihuacán, en la región se estableció una población tolteca. De acuerdo con Luis Córdoba, ese periodo de transición fue definido como epiclásico por Alfred Tozzer, después de trabajar en la zona. Otros periodos que ahora dividen la historia de Mesoamérica fueron definidos con las excavaciones en Azcapotzalco. Pero el momento de mayor relevancia prehispánica para la región chintolola llegó con el tlatoni Tezozómoc, que vivió desde alrededor del año 1340 a 1426.

Tezozómoc fue un tlatoani muy importante, llegó a dominar una gran parte del centro de México; sus hijos gobernaron en muchos de los pueblos: en Coyoacán, en Tultitlán, en Tacubaya, muchas referencias que hay sobre él en las crónicas le califican como un tirano, pero tuvo un control político muy importante; bajo el gobierno de Tezozómoc, Azcapotzalco tuvo máxima expansión y su mayor florecimiento”, explica el arqueólogo.

El linaje de Tezozómoc marcaría el rumbo de toda Mesoamérica: su padre, Acolhua, permitió a un grupo que venía de Aztlán instalarse en los islotes centrales del gran lago del valle de México, en los límites de Texcoco y Azcapotzalco. “Los dejaron en esa zona que era marginal”. Al principio los mexicas estaban sojuzgados por Azcapotzalco, pero a la muerte de Tezozómoc, se rompió el equilibrio político y las cosas cambiaron.

Uno de sus hijos, Maxtla, que gobernaba en Coyoacán “tuvo la ambición de gobernar Azcapotzalco, porque implicaba dominar un gran territorio. Maxtla viene y mata a su hermano, quien era el que gobernaba y se apodera del poder político, pero eso lo vieron mal los texcocanos y los mexicas y es cuando se forma la Triple Alianza. Así fueron derrotados todos los pueblos que dominaba Azcapotzalco y al último también la capital”. Azcapotzalco no volvería a tener el poder político que tuvo y con la llegada de los españoles, se convirtió en una encomienda que le fue entregada a Francisco de Montejo, el conquistador de Yucatán.

 

Los géneros literarios

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Categoría: Cultura y Espectaculos Creado: 02 Abril 2018 Visto: 2945

generossCarlos Bautista Rojas. Algarabía

Por naturaleza buscamos definir o clasificar cuanto nos rodea. No terminamos de conocer algo, cuando ya le encontramos similitudes con otra cosa —la asociamos— y, por esas semejanzas, las etiquetamos bajo una clasificación, si no específica, por lo menos aproximada.

La poesía es indispensable, pero me gustaría saber para qué

Jean-Luc Godard

Por naturaleza buscamos definir o clasificar cuanto nos rodea. No terminamos de conocer algo, cuando ya le encontramos similitudes con otra cosa —la asociamos— y, por esas semejanzas, las etiquetamos bajo una clasificación, si no específica, por lo menos aproximada.

De este ejercicio de vinculación también han surgido nombres de objetos, lugares e incluso personas; y los senderos que ha tomado la literatura a lo largo de toda su historia no podían ser excepción.

A todo esto, ¿qué es literatura? Hasta el siglo xii, en la palabra literatura —del latín litterae, «letras»— se englobaba toda escritura compilada en libros. El concepto actual que se tiene de literatura —arte que emplea como medio de expresión una lengua o el conjunto de obras escritas pertenecientes a una nación, una época o un género—, surgió durante el siglo xix, aunque los primeros intentos se remontan al mundo antiguo.

Las cosas por su nombre
Definir los géneros literarios ha motivado reflexiones y discusiones desde la antigüedad grecolatina hasta nuestros días —la Poética, de Aristóteles, planteó una reflexión sobre las variedades de la poesía y sus posibles distinciones a partir de rasgos tanto formales como de contenido— y está vinculado con otros problemas fundamentales: la relación entre los textos particulares y un modelo general, entre la visión del mundo y la forma artística, así como con la existencia o inexistencia de reglas que los textos deben respetar.

Desde entonces, la relación entre forma y contenido de un texto literario ha sufrido numerosas transformaciones, ya sea por los criterios aplicados para definir los textos o por la naturaleza de los textos mismos. Los expertos contemporáneos rechazan enfáticamente la existencia de los géneros literarios como «esencias independientes y absolutas» y destacan su carácter convencional. Por ello, en la actualidad, un genero se asume como un conjunto de normas o convenciones que sirven para orientar la producción de textos o brindan herramientas para interpretarlos. En síntesis, los géneros aluden a modos que permiten agrupar los textos literarios y, como señala Helena Beristáin, proporcionan «al lector un modelo previsible de la estructura [...] y del funcionamiento de la obra».1 Helena Beristáin, Diccionario de retórica y poética, México: Porrúa, 1985; p. 237.

Leyendo junto a la ventana, Charles James Lewis, 1880

Para no entrar en el interminable debate de cuál es la forma definitiva de clasificar a un texto —pues desde Aristóteles a la actualidad no se ha llegado a ningún sistema acabado—, nos remitiremos a la forma tradicional de agrupar los textos, sin dejar de mencionar que la literatura, al ser un testimonio «ficticio» de las experiencias y preocupaciones más íntimas e imperiosas de la humanidad, es inagotable por el simple hecho de que es motivada por un afán expresivo de reinventar la realidad y así, poderla comprender o asimilar desde otra perspectiva, desde la posibilidad de ser otro por medio de unas cuantas palabras.

Géneros líricos
Antes de abundar en las características del género lírico, es indispensable hablar de la métrica, la rima y el ritmo.

La métrica —también llamada pie o metro— es la medida silábica a la que, en algunas lenguas indoeuropeas como la española, se sujeta a la distribución del poema al ser organizado en unidades rítmicas o versos agrupados en estrofas. Este metro se funda en el número de sílabas. En otras lenguas —como el latín, el griego o el inglés— la unidad métrica no es la sílaba, sino el pie, que se constituye atendiendo a la relación de cantidad o duración de las vocales.

La rima resulta de la igualdad o semejanza de sonido a partir de la última vocal tónica en las palabras finales de los versos. En español hay rima asonante y consonante. En la primera, la homofonía —o identidad de sonido— se da sólo entre las vocales, como en las palabras: fiesta y enmienda. En la rima consonante coinciden todos los fonemas a partir de la vocal acentuada: soberana y mañana. Hay rimas percibidas por el oído y por la vista —como en masa y casa—, pero hay otras que, aunque las letras no coincidan, los fonemas —al menos en Latinoamérica— son los mismos: rosa y poza.

El ritmo es una repetición que podemos ver en la alternancia con que cambian las luces de un semáforo, en los latidos del corazón o en el movimiento de las mareas, pero en los géneros líricos el ritmo puede ser cuantitativo, es decir: producido por la aparición periódica de los pies métricos —que resultan de las sucesión de sílabas largas y breves; o ritmo cualitativo: por la frecuencia de palabras acentuadas. En ambas clases de poesía la longitud de palabras se separan por pausas.

Los géneros líricos se caracterizan por las obras en las que el autor expresa de modo subjetivo sus sentimientos, experiencias o las apreciaciones de cuanto lo rodea, bajo la forma de un poema. Al creador lírico —o poeta— le interesa primordialmente que su sentir y su esencia fluyan al ritmo de las palabras.

Mujer Escribiendo, Daniel F. Gerhartz

Algunos creadores líricos notables del siglo xx han sido el chileno Pablo Neruda, el peruano César Vallejo, los españoles Antonio Machado y Federico García Lorca, el argentino Jorge Luis Borges y los mexicanos Ramón López Velarde, Jorge Cuesta, José Gorostiza, Octavio Paz y José Emilio Pacheco.

Oda. Poema por lo regular marcado por la exaltación del sentimiento y del estilo. Safo, Anacreonte, Píndaro, Catulo y Horacio son algunos de los autores clásicos que escribieron extensas odas. Aunque los temas cambien, es común la exaltación de personas, objetos o acontecimientos, como lo hizo García Lorca en su Oda a Salvador Dalí:

♦

Canto tu bello esfuerzo de luces catalanas,
tu amor a lo que tiene explicación posible.
Canto tu corazón astronómico y tierno,
de baraja francesa y sin ninguna herida.

♦

Canción. Es uno de los subgéneros más antiguos; a lo largo de su existencia ha tenido innumerables cambios formales y variaciones temáticas. Se mantienen intactos, a pesar de su brevedad, dinamismo en la estructura, sobriedad y carácter expresivo. Una variedad admitía que el verso final de la primera parte se repitiera en la terminación de la estrofa, como en esta célebre canción del Marqués de Santillana:

♦

Moza tan fermosa
non vi en la frontera
como una vaquera
de la Finojosa.
Faciendo la vía
del Calatraveño
a Santa María,
vencido del sueño,
por tierra fragosa
perdí la carrera,
do vi la vaquera
de la Finojosa.

♦

Égloga. Escrito en prosa o en verso —en esta última predomina el hexámetro2 Verso compuesto, ya sea de seis dipodias —doce pies— como en la poesía épica griega y latina, o de seis pies métricos, como en la poesía inglesa. —; se caracteriza por ser un «pequeño cuadro» que representa la vida en la naturaleza en medio de un ambiente casi idílico. Muestras de este subgénero son las Églogas o Bucólicas, poemas pastoriles escritos por Virgilio en el año 37 a.C. o la «Égloga I» de Garcilaso de la Vega (1534-1535):

♦

El dulce lamentar de dos pastores,
Salicio juntamente y Nemoroso,
he de contar, sus quejas imitando;
cuyas ovejas al cantar sabroso
estaban muy atentas, los amores,
(de pacer olvidadas) escuchando.

♦

Elegía. Del griego ἐλεγεία /élegos/, que significa «lamento, canto de duelo», es un poema que expresa tristeza, por lo regular, por la muerte de alguien, como el que Miguel Hernández le escribió a su amigo Ramón Sijé:

♦

Yo quiero ser llorando el hortelano
de la tierra que ocupas y estercolas
compañero del alma, tan temprano.
Alimentando lluvias, caracolas
y órganos mi dolor sin instrumento.
A las desalentadas amapolas
daré tu corazón por alimento.
Tanto dolor se agrupa en mi costado,
que por doler me duele hasta el aliento.

♦

Epigrama. Del griego ἐπίγραμμα /epígramma/, que significa «inscripción en una tumba, monumento o estatua». Sin embargo, su tema principal dejó de ser la alabanza a un héroe o personaje público, para proponer un tono satírico o crítico sobre un asunto de actualidad. Por ejemplo, el diario Excélsior publicaba regularmente, hasta hace pocos años, sus epigramas, todos ellos basados en los sucesos del momento. Este epigrama es de Francisco de Quevedo, incluido en Imitaciones de Marcial:

♦

Matóse Testa al huir
de su enemigo el rigor
Pregunto yo: ¿no es furor
matarse por no morir?

♦

Romance. Del francés antiguo romanz, y éste del latín vulgar romanice «del modo romano», es un relato que, por lo regular, se escribía en verso y tuvo su auge entre los siglos xii a xv; describía aventuras fabulosas de caballeros andantes que defendían el ideal del amor. Con frecuencia incluían algunos personajes y acontecimientos sobrenaturales. Algunos de los más célebres son La chanson de Roland —La canción de Rolando—, Lancelot o el Caballero de la carreta, Perceval o El cuento del grial y El romance de la rosa, entre otros. En español, un romance es una forma fija de poema —por lo regular de versos de 8 sílabas— con la misma asonancia en todos los versos pares y sin rima en los nones. Muchos romances son antiguos y anónimos, como éste del siglo xv:

♦

Los vientos eran contrarios
la luna estaba crecida,
los peces daban gemidos
por el mal tiempo que hacía,
cuando el buen rey don Rodrigo
junto a la Cava dormía,
dentro de una rica tienda
de oro bien guarnecida.

 

Octavio Paz. La clave del poema como lucidez

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Categoría: Cultura y Espectaculos Creado: 02 Abril 2018 Visto: 2707

QR Literatura 1 210x300Alberto Ruy Sánchez. Algarabía

El poeta Alberto Ruy Sánchez ofrece una reflexión sobre la poesía del escritor mexicano Octavio Paz.

En el siguiente artículo se expone una breve biografía poética de este gran escritor, que servirá de guía esencial para quien guste adentrarse a su obra.

Esta semblanza de un poeta, escrita por otro poeta, constituye una reflexión profunda sobre la obra de Octavio Paz, uno de los gigantes de las letras mexicanas. Ruy Sánchez revisa en este artículo influencias, inquietudes, temas y acontecimientos biográficos que dieron forma a una de las poéticas más relevantes que se han producido en el habla hispana contemporánea.

QR-Literatura-1Entre los primeros poemas que Octavio Paz quiere reconocer completamente suyos, con los que abre Libertad bajo palabra en 1935, y el último poema que publica en 1996, se distingue un insólito rasgo común. Los separan más de sesenta años, muchas experimentaciones, mutaciones y descubrimientos, tanto en la vida como en el oficio. Pero los une la misma noción del poeta como testigo de la fugaz epifanía que es la vida: súbita aparición de una claridad que un instante después se desvanece. Y del poema como lenguaje de ese momento excepcional en el cual «el pensamiento ve, los ojos piensan» mientras la vida sigue su camino hacia el silencio. Es decir, el poeta, como lo concibe Octavio Paz, ejerce una manera excepcional de lucidez en el mundo.

Octavio Paz subtituló su poema final «Diálogo con Francisco de Quevedo», pero ya su primera reflexión de juventud sobre la poesía había sido indirectamente un diálogo con Quevedo. Y más precisamente con las Lágrimas de un penitente (ca. 1613), en donde Paz veía una especie de existencialismo antes del existencialismo y un aliento precursor del Baudelaire que se sabe nacido en el mal, sin salvación. Paz identifica ahí la semilla de la angustia o de la rebelión modernas.

Entre el día «hecho de tiempo y de vacío», que en 1939 lo llenan de luz y de nada, y el tiempo y el espacio que en 1996 «caen vertiginosos» hacia el silencio, cobraría existencia una de las más singulares aventuras poéticas del siglo XX.

El poema como síntesis de opuestos
QR-Literatura-2Octavio Paz comenzaría a escribir sintiéndose desgarrado entre una poesía pura, que defendían los poetas de la generación anterior que él admiraba, y una poesía social, acorde con una idea mesiánica de la sociedad futura que, él quería creer, se forjaba entonces en América Latina. Como ninguna de estas dos poéticas lo dejaba completamente satisfecho, comenzó a formular una solución paradójica: el poema como luz negra que señala la conciencia de estar en el mundo, de vivir entre los otros y en la historia.
El poema como síntesis de opuestos: el arco del guerrero y la lira del que canta. Ni opuesto ni subordinado a la historia, el poeta arde en la conciencia apasionada de estar en ella.

La diferencia entre el historiador y el poeta es que el primero escribe lo que sucedió, mientras el segundo cuestiona los hechos desde una visión más amplia, que considera también lo que debió y lo que podría haber sucedido.

Pero también el poema como la más profunda presencia de la vida, de sus milagros y calamidades. Búsqueda perpetua: «Y me hundo en mí mismo y no me toco». Y a la vez búsqueda ritual del cuerpo de la amada: «única tierra que conozco y me conoce, única patria en la que creo, única puerta al infinito».

Así, la poesía de Paz se va forjando entre el abismo de la soledad existencial y la comunión trascendente con los otros. Y por supuesto, con la amada: «Más allá de nosotros, en las fronteras del ser y del estar, una vida más vida nos reclama».

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En la posguerra vivió en París y fue atraído por el surrealismo. «Era un grupo de poetas libres en una ciudad intoxicada por teorías e ideologías que exacerbaban la pasión pero no iluminaban el alma». Los poemas en prosa de ¿ÁÁguila o sol? (1951) llevan la huella de esa fascinación. Y el poema extenso Piedra de sol, de 1957, capital en la obra de Paz, es una síntesis de todas sus inquietudes hasta entonces. Un crisol de sus exploraciones formales y de su pensamiento poético. Abismo y erotismo, historia y memoria personal, símbolo y materia, sensación e idea, finalmente se encuentran en una forma poética que es eco de tradiciones y a la vez su desafío. Recapitulación y renacimiento del poeta.

La poesía se nutre de la imaginación y es, según Paz, «el antídoto de la técnica y del mercado», nuevos ídolos huecos de las masas, como antes lo fueron los dogmas religiosos y las ideologías totalitarias.

La otra voz: erotismo y muerte
Después, en la India desde 1962, su poesía se convulsiona y un erotismo extendido se vuelve piedra angular de su búsqueda. El encuentro con Marie José1 María José Tramini, quien después adoptaría el apellido Paz., de la que no se separaría un solo día desde 1964 hasta su muerte en 1998, marca esa nueva manera: «A veces la poesía es el vértigo de los cuerpos y el vértigo de la dicha y el vértigo de la muerte». Su poética se vuelve una erótica.

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El poema extenso Blanco (1967) y el poema narrativo El mono gramático (1974) sintetizarían la huella doble de la otredad en su mundo: la del Oriente y la de la amada. Pero muy pronto llegaría la expulsión del paraíso. Un poema sobre la matanza de estudiantes en México, en 1968, acompañaría su renuncia a ser embajador del gobierno responsable de ese crimen. Gesto que sería recordado en la entrega del Premio Nobel que recibiría en 1990.

En «Nocturno de San Ildefonso», como en «Pasado en claro» y en otros poemas de los setenta, renacen las preocupaciones por la memoria personal entretejida con la Historia. La solución poética de Paz es reformulada confiriendo a la poesía su función de última lucidez.

La poesía es la crítica a la modernidad pero no intelectual sino pasional, en nombre de realidades que son negadas por la edad moderna. Lo que Octavio Paz llama «la otra voz»: la del hombre que está dormido en el fondo de cada hombre. Y cuya existencia la poesía muestra, no demuestra, señala sugiriéndola e inspirándola. Porque la poesía se nutre de la imaginación y es, según Paz, «el antídoto de la técnica y del mercado», esos nuevos ídolos huecos de las masas, como hasta hace poco lo fueron los dogmas religiosos y las ideologías totalitarias.

La poesía como clave
Octavio Paz escribió tantos ensayos fundamentales sobre el arte, la sociedad, la historia, la política internacional y la de México, que ya con ellos su obra sería piedra fundamental de la cultura contemporánea. Pero es en su poesía donde está el eje lúcido que alimentó su pensamiento y su manera peculiar de estar en el mundo. La poesía es la clave de las claves de su obra.

Tanto que, incluso quienes comentan sus ideas políticas sin comprender el sentido de rebelión poética que lo anima, no comprenden sino la sombra de lo que dice. Octavio Paz es fiel a una lectura de la Poética de Aristóteles que señala una diferencia radical entre el historiador y el poeta. El primero escribe lo que sucedió, el segundo cuestiona lo que sucedió desde una visión más amplia que no se conforma con lo que le cuentan y con lo que piensan otros y considera lo que debió haber sucedido y lo que podría haber sucedido.

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Esa visión de poeta, más amplia, con más dimensiones —incluyendo las sensoriales—, más inquieta e inquietante rige sus ensayos tanto de política como de arte.
Su último poema, su diálogo final con Quevedo, busca ser un poema de reconciliación con la fragilidad de la vida, sus convulsiones y abismos. Como dice Paz que sólo T. S. Eliot lo había logrado. La vida regresa al silencio, a la muerte del poeta, pero no importa porque «sabemos ya que es música el silencio y somos un acorde del concierto».

 

Conoce un poco de Tlaxcala

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Categoría: Cultura y Espectaculos Creado: 28 Marzo 2018 Visto: 2719

parque nacional malinche 530Lánzate al estado más pequeño de México y descubre la hermosa arquitectura colonial de su capital, saborea sus exquisitos platillos típicos y descubre sus fantásticos poblados y zonas arqueológicas.

1. En la capital, El Palacio de Gobierno es una excelente opción para comenzar a conocer Tlaxcala. Su belleza radica no sólo en su exterior, que muestra un bello estilo plateresco; también en su interior descubrirás excelentes murales pintados al fresco por el artista tlaxcalteca Desiderio Hernández Xochitiotzin, representando la historia del estado.

2. El ex convento franciscano de Nuestra Señora de la Asunción, también en la capital, fue uno de los primeros templos edificados en toda América. Destaca por su techo artesonado, uno de los más bellos de México; un gran campanario, separado del edificio de la iglesia, y el conjunto arquitectónico en general. Además, fue el primer sitio donde se llevaron a cabo obras de teatro en náhuatl con fines de evangelización.

3. El estado de Tlaxcala se identifica por su gran tradición taurina por lo que no puedes dejar de conocer la Plaza de Toros Jorge Aguilar “El Ranchero”. Es considerada una de las más bellas del país gracias a que la torre de la Catedral escolta esta joya de la tauromaquia tlaxcalteca.

4. Entre las delicias culinarias del estado, destaca la tradicional sopa tlaxcalteca que, junto con el mixiote de conejo, los escamoles y la carne en pulque, ha dado fama al estado pequeño. No te puedes ir sin probar este manjar elaborado a base de caldo de frijoles y chile chipotle, acompañado de tortillas secas, chicharrón, queso panela y aguacate picado. ¡El paladar lo agradecerá!

5. La zona arqueológica de Cacaxtla en sí es suficiente razón para visitar el estado de Tlaxcala. Destaca por sus excelentes pinturas murales, muy bien conservadas, que datan de los años 600 a 900 a. C. Te sorprenderán los colores y figuras bien definidas donde se aprecia la influencia maya sobre esta cultura del Altiplano Central.
6. A 45 kilómetros de la ciudad de Tlaxcala te encontrarás con el Pueblo Mágico de Huamantla. Su arquitectura francesa invita a caminar entre sus calles para admirarla, y sus museos, no menos interesantes, merecen una visita obligada: el Museo Nacional del Títere Rosete Aranda exhibe piezas, algunas elaboradas por la familia Rosete Aranda, y otros provenientes de Asia y Europa. Por su parte, el Museo Taurino, ubicado junto a la Plaza de Toros la Taurina, es otro de los imprescindibles en cuyas salas exhibe carteles del siglo XX y los ajuares representativos de la fiesta brava.
7. En el mes de agosto vive la Noche que Nadie Duerme en el esplendor de la también conocida como Feria de Huamantla. Durante estas fiestas, celebradas en honor a la Virgen de la Caridad, los huamantlecos adornan las calles del Pueblo Mágico con enormes y coloridos tapetes de aserrín, y decoran los templos con flores. ¡Un espectáculo de color simplemente fascinante!

8. Si de atractivos naturales se trata, el Parque Nacional La Malinche es ideal para disfrutar de la naturaleza regional y realizar actividades al aire libre. Este sitio, declarado en 1938, cuenta con albergues en las faldas del volcán en cuya cima se puede apreciar el paisaje de tres estados, así como del Pico de Orizaba, el Itzaccíhuatl y el Popocatépetl. Te robará el aliento.

9. A tres kilómetros de la ciudad de Tlaxcala, se encuentra uno de los ejemplos más bellos de la arquitectura barroca poblano-tlaxcalteca: el Santuario de la Virgen de Ocotlán. De acuerdo a la leyenda, la virgen que se resguarda en su interior se le apareció a Juan Diego Bernardino para indicarle la construcción de este bello templo. Curiosamente sucedió diez años después de la aparición en el cerro del Tepeyac, y se dice que la figura de la Virgen cambia de color de acuerdo al calendario cristiano o a los acontecimientos de la sociedad.
10. Esta tierra del centro de México también presume de artesanos apasionados por su oficio. Los artífices huamantlecos han conservado la hechura antigua de los otomíes para fabricar papel amate. Por su parte, las máscaras de los huehues, elaboradas a mano, también son una excelente pieza para llevar a casa durante el Carnaval de Tlaxcala.

 

Ponen en marcha un laboratorio para impulsar el arte inmersivo

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Categoría: Cultura y Espectaculos Creado: 28 Marzo 2018 Visto: 2776

a06n1cul 2El género explora las posibilidades narrativas y sensoriales que surgen del uso de herramientas tecnológicas

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El dueto Flaminguettes, integrado por Mara Soler y Daniela Villanueva, dirige y realiza animación, video, instalación y diseñoFoto tomada de su página web
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En la imagen, tomada de su página web, una creación de Julian Bonequi, quien busca retratar un mundo onírico
Mónica Mateos-Vega

Periódico La Jornada
El arte, de la mano de la tecnología, da el siguiente paso para deslumbrar al público con obras que exploran las posibilidades narrativas con nuevas herramientas para percibir y sentir la realidad.

Arte inmersivo se llama el casi recién nacido género que bien podría ser el hijo rebelde del happening, el performance y las videoinstalaciones.

Con el fin de impulsar la creación y experimentación en esa disciplina, la Fundación Bancomer, en colaboración con el Centro de Cultura Digital (CCD), puso en marcha el Laboratorio de Inmersión, proyecto de residencias artísticas en el que participarán cinco jóvenes creadores.

Durante un año, los artistas, de la mano de sus tutores, crearán piezas de realidad aumentada, realidad virtual o realidades mixtas.

Se trata de la primera iniciativa en su tipo en México, respaldada por instancias oficiales en mancuerna con la iniciativa privada, que también incluye la investigación, la formación y la diseminación de las artes inmersivas en el país, dijo Gabriela Velásquez Robinson, directora de Fomento Cultural de la Fundación BBVA Bancomer.

El laboratorio constará de tres etapas: el programa de residencias, un espacio permanente de experiencias inmersivas, en el que podrá participar el público, y un Encuentro de Creadores de Contenidos.

La sede de todas las actividades será el CCD, que se ubica bajo la Estela de Luz, en Chapultepec. Los artistas que harán residencia en Ciudad de México son: Julian Bonequi, Anni Garza Lau, Roberto Cabezas Hernández y el dueto Flaminguettes, integrado por Mara Soler y Daniela Villanueva. Tendrán como mentores a Minerva Hernández, Mónica Nepote, Iván Abreu y Doreen Ríos.

El director del Laboratorio de Inmersión es Ary Ehrenberg, quien explicó que los participantes, desde el arte, explorarán las posibilidades de las herramientas tecnológicas de la realidad virtual (los visores o cascos que primordialmente ofrecen experiencias visuales y auditivas), la realidad aumentada (la visión de un entorno físico sobrepuesto al mundo real a través de un dispositivo tecnológico en tiempo real) y las realidades mixtas (también llamada realidad híbrida, que combina la virtual y la aumentada para crear nuevos espacios en los que se interactúa tanto con objetos como con personas reales o virtuales).

La indagación narrativa y estética de estos medios inmersivos irá de la mano de profesionales de disciplinas como las artes visuales y escénicas, la programación, la animación, la literatura e incluso la ciencia.

El propósito al explorar las posibilidades que nos pueden dar las tecnologías, las cuales son accesibles, es también fomentarlas, difundirlas y brindar un mayor espacio para que el público las conozca; es decir, lo más importante es que esto se pueda democratizar, dijo Ehrenberg.

Esperamos hacer cosas bellas y con contenido narrativo; no es la tecnología lo que importa, sino la interacción con el otro, indagar por qué y para qué hago esto, explicó el artista Roberto Cabezas Hernández, quien también es investigador, fusionista de medios digitales y maestro en tecnología musical, egresado con mención honorífica de la Universidad Nacional Autónoma de México.

Sus líneas de investigación abarcan el diseño por medio de inteligencia artificial aplicada, así como la computación afectiva y la creación algorítmica.

Su propuesta para desarrollar en el laboratorio se titula Tip 3.0, experiencia multisensorial para propiciar la reflexión sobre los estereotipos en torno a las personas con capacidades especiales. La pieza mostrará una abstracción, generada mediante procesos computacionales de las historias de algunas personas, sus memorias, sensaciones o sentimientos.

Anni Garza Lau, programadora y diseñadora de videojuegos, prepara La búsqueda, pieza en la que explora las posibles relaciones entre el cuerpo en movimiento y la percepción mediada por estímulos digitales. El usuario tendrá la oportunidad de experimentar su cuerpo de forma diferente, de expandir a través de realidad virtual sus capacidades físicas.

Sueños y retos a la percepción

Julian Bonequi se define como artista híbrido; es curador y compositor transmedia, cuya pieza Tulpa es un proyecto de realidad aumentada “que busca retratar un mundo conducido por los sueños. Las imágenes se inspiran en sueños recurrentes, viajes astrales, experiencias lúcidas, visitantes nocturnos, conversaciones y silencios oníricos, así como en un total desconcierto que busca respuestas aún ocultas para la mente.

El propósito es producir un libro que ilustre desde lo profundo del alma voces y conjuros que poco a poco se desvelan junto a la cualidad mágica de los sueños y la peculiar intimidad del entendimiento mientras duermes.

Las Flaminguettes son un dúo creativo de chicas mexicanas que buscan dar vida a proyectos de diversas disciplinas desde un punto de vista más femenino y personal. Dirigen y realizan animación, video, instalación y diseño.

De ellas es La inmortalidad del cangrejo, proyecto en el que se enfocarán en la exploración y alteración de la percepción del cuerpo y los sentidos ante mundos y experiencias virtuales. Nuestro enfoque será retar la percepción del usuario mediante el juego con las texturas del espacio que le rodea.

Más información acerca de las actividades del Laboratorio de Inmersión Bancomer-CCD.

 

Cabezas-trofeo y tzompantlis en los confines de Mesoamérica

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Categoría: Cultura y Espectaculos Creado: 28 Marzo 2018 Visto: 3014

cabezassRubén G. Mendoza. Revista Arqueología Mexicana
La práctica de ensartar cabezas humanas tras perforarles la región parietal, para luego colgarlas horizontalmente en armazones de madera, ha sido documentada desde épocas tempranas. Al parecer, colocar cabezas humanas ensartadas horizontalmente en armazones de madera se volvió práctica generalizada para dar realce a las ceremonias en el Altiplano durante el Posclásico, y se ha documentado arqueológicamente de manera más destacada en Tula, Tenochtitlan, Tlatelolco y Zultépec.

Mesoamérica comprendía una vasta región con diversidad ecológica y cultural, así como con variados fenómenos sociales. Esta diversidad influyó, a su vez, en el paisaje cosmológico y ceremonial pan-mesoamericano, interrelacionado a pesar de sus variantes diferenciadas en la práctica ritual y las creencias. Así pues, los distintos paisajes sociales, políticos y culturales sirvieron como catalizadores en el surgimiento de una frontera móvil con procesos culturales dinámicos: el Suroeste de Estados Unidos, hacia el norte, y Centroamérica, hacia el sur.

Hacia el norte, la gran frontera árida donde florecieron complejas civilizaciones incluye el Bajío, el Occidente de México y, en consecuencia, las tradiciones antiguas de La Quemada y Alta Vista o Chalchihuites, en Zacatecas. Hacia el Occidente abarca el Complejo Aztatlán del sur de Sinaloa y norte de Nayarit, que floreció entre 250 y 700 d.C., y, por extensión, el importante bastión norteño de Paquimé o Casas Grandes, Chihuahua, que alcanzó su apogeo en 1150 d.C.

La frontera sur de Mesoamérica, como la norteña, fue un mosaico de tradiciones híbridas surgido de un complejo patrón de interacciones económicas, políticas y culturales. La influencia mesoamericana en Centroamérica y las interacciones antes mencionadas fueron de una dimensión tan profunda que muchos investigadores, incluido el arqueólogo John Hoopes, han llegado a la conclusión de que la región formó parte de un área istmo-colombiana o del mundo Chibcha. Son incuestionables las influencias culturales de las vastas extensiones mesoamericana y colombiana, así como las de otras áreas sudamericanas y andinas. La gran difusión de deidades, rituales y creencias se refleja, sobre todo, en la práctica del sacrificio humano y la obtención de trofeos a una escala sin precedentes.

Tecnología del terror

Entre las numerosas formas culturales que van más allá de las fronteras mesoamericanas al norte y al sur, se encuentra el complejo ritual que incluyó la obtención de trofeos humanos y otras tecnologías del terror, la guerra y lo sobrenatural. La extracción del corazón y la decapitación fueron primordiales, así como su corolario ritual: la exhibición de las cabezas cercenadas. Ninguna disertación sobre la captura y exhibición de trofeos humanos en Mesoamérica sería completa sin mencionar el monumental Huei Tzompantli de México-Tenochtitlan, que los soldados que acompañaron a Hernán Cortés en la invasión de la capital mexica en 1521 describieron a los europeos por primera vez. Mientras escribo esto, el arqueólogo Raúl Barrera Rodríguez, del INAH , anuncia la recuperación de la primera de dos enormes torres circulares de calaveras y argamasa colocadas sobre una plataforma identificada como el Huei Tzompantli de México-Tenochtitlan. Tal como leemos en las primeras crónicas españolas, las grandes torres de la plataforma estaban formadas casi exclusivamente por cráneos humanos pegados con estuco. Los escritos de Andrés de Tapia y otros soldados que entraron al gran espacio cívico-ceremonial de México-Tenochtitlan en 1521 hablan de una construcción de albañilería y una empalizada o armadura de madera donde se exhibían entre 80 000 y 130 000 calaveras humanas ensartadas, en distintos grados de descomposición. Los mismos soldados aseguran que otros 60 000 cráneos se emplearon para formar la fachada del huey teocalli o Templo Mayor en la capital mexica. Estas observaciones son testimonios de primera mano sobre la práctica y formas rituales asociadas con los tzompantlis en el Altiplano Central. Tanto los armazones de madera como su contraparte en piedra del Templo Mayor son muestras de dos formas fundamentales, reproducidas en toda Mesoamérica y aún fuera de sus lejanas fronteras.

La práctica de ensartar cabezas humanas tras perforarles la región parietal, para luego colgarlas horizontalmente en armazones de madera, ha sido documentada arqueológicamente desde el Proto-Clásico (200 a.C. aprox.), en el sitio zapoteco de Loma de la Coyotera, en Cuicatlán de la Cañada, Oaxaca. Al parecer, colocar cabezas humanas ensartadas horizontalmente en armazones de madera se volvió práctica generalizada para dar realce a las ceremonias en el Altiplano durante el Posclásico, y se ha documentado arqueológicamente de manera más destacada en Tula, Tenochtitlan, Tlatelolco y Zultepec.
Rubén G. Mendoza. Profesor de la División de Estudios sociales, Conductuales y Globales de la Universidad del Estado de California, sede Monterey Bay. Ha dirigido investigaciones arqueológicas y etnohistóricas en California, Colorado, el Sudoeste de Estados Unidos y Mesoamérica.
Mendoza, Rubén G., “Cabezas-trofeo y tzompantlis en los confines de Mesoamérica”, Arqueología Mexicana núm. 148, pp. 64-69.
Texto completo en la edición impresa. Si desea adquirir un ejemplar: http://raices.com.mx/tienda/revistas-los-tzompantlis-en-mesoamerica-AM148

 

Hermanos Sciandra; fotoperiodistas decimonónicos

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Categoría: Cultura y Espectaculos Creado: 28 Marzo 2018 Visto: 2649

DECIMONICOSSLos italianos Paolo y Luis Sciandra, además de ser innovadores de la técnica fotográfica, fueron precursores del periodismo gráfico en México
Juan Carlos Talavera. Excélsior
Foto: Tomada del libro Hermanos Sciandra
CIUDAD DE MÉXICO.
Revelan las primeras pistas de los Hermanos Sciandra, señalados como los precursores del fotoperiodismo o del periodismo gráfico en México, de quienes se tiene muy poca información y han permanecido ocultos en la historia de la fotografía, a pesar de que ellos lograron imprimir procedimientos avanzados para su época, como el volumen, la profundidad y la aplicación de un barniz que logró la producción de fotografías abrillantadas por primera vez en pleno siglo XIX.

Así lo detalla el investigador Gustavo Amézaga Heiras, autor de la primera compilación Hermanos Sciandra, con algunos ejemplos de su trabajo, en lo que es el primer acercamiento a las huellas de estos hermanos que hicieron de la fotografía un arte del instante, como cuando captaron el traslado del cuerpo del presidente Benito Juárez del Zócalo de la Ciudad al Panteón de San Fernando, imagen que captaron desde su estudio, ubicado en el Portal de Mercaderes No. 7 en el Centro de la Ciudad de México, donde hoy se asienta el Gran Hotel de la Ciudad de México, ubicado en la esquina de 16 de Septiembre y Plaza de la Constitución.

También se sabe que registraron el incendio que destruyó la Cámara de Diputados, ese mismo año, que obligó a su cambio de sede; la instantánea de un familiar directo de Miguel Hidalgo; aspectos del interior de la residencia de Gabriel Mancera y una kermés en el Tívoli del Eliseo (ubicado en la Colonia Tabacalera) que da cuenta de la sociedad de la época, muchas de las cuales fueron publicadas en la prensa de su tiempo y cuyos originales hoy permanecen extraviados.

La historia cuenta que Paolo y Luis Sciandra nacieron en Italia y durante su primera juventud viajaron por diferentes puntos de Europa para perfeccionar su técnica fotográfica hasta trabajar con el reconocido fotógrafo español Jean Laurent, para luego dirigirse a México en 1872. Primero se instalaron en Orizaba, Veracruz, donde ubicaron su primer estudio fotográfico y meses después llegaron a la capital y se instalaron en el segundo piso del Portal de Mercaderes.

¿Cómo conoció la historia de los hermanos Sciandra? “Como investigador estoy abocado a la fotografía del siglo XIX y me han interesado los fotógrafos de estudio, ya que hay un conjunto de fotógrafos que trabajaron durante la década de los años 60 y 70 del siglo XIX que me interesa”.

“En el caso de los hermanos Sciandra, se trata de un trabajo muy particular, ya que ellos introdujeron lo que llamo el volumen y el brillo en las fotografías, es decir, como una especie de camafeo muy leve, apenas de unos milímetros que daba una forma realzada dentro de la fotografía. Aparte, su trabajo fue muy distintivo por ese brillo que no era tan fácil de lograr en su tiempo, para lo cual aplicaban un barniz, que, para ese momento del siglo XIX, era único y dio como resultado las fotografías abrillantadas”, añadió.

¿Qué tanto éxito tuvieron en la Ciudad de México? “Cuando llegan en el 1872 a la Ciudad de México empezaron a trabajar ese tipo de fotografía y tuvo un gran éxito. Al punto en que los ricos y los comerciantes más importantes desfilaron por su estudio fotográfico. Eso me llamó la atención. Pero también está el hecho de que se convirtieron en pioneros de los fotorreporteros, cuya figura cobró mucha más importancia a finales del siglo XIX y principios del XX”.

¿Cómo se inauguran como fotorreporteros? “Hablamos de que en aquel año de 1872 fotografiaron los funerales de Benito Juárez o cuando registraron el incendio de la Cámara de Diputados en el Palacio Nacional. Claro que ellos iban a vender esas fotos. Esa era su finalidad: comercializar este tipo de imágenes”.

¿Dónde tenían su estudio? “En el segundo piso del Portal de Mercaderes No. 7, donde hoy se localiza el Gran Hotel de la Ciudad de México, ubicado en la esquina de 16 de Septiembre y Plaza de la Constitución. Esa fotografía se publicó años después, tal como lo relatan algunas crónicas de la época, donde los hermanos Sciandra vieron pasar el cortejo fúnebre con la multitud y tomaron algunas placas para captar el registro”.

RESCATAR ANÓNIMOS

Luego de una búsqueda exhaustiva, Amézaga Heiras explicó que no ha ubicado muchos originales, “aunque muy probablemente estén en algunos archivos particulares que, con el tiempo podremos consultar. Mientras tanto, muchos de esos originales desgraciadamente no los he localizado”, ´dijo.

¿Es cierto que estos fotógrafos lograron documentar varias ciudades del interior del país? “Tampoco di con esos originales, pero algo que me llamó la atención es que ellos siguieron la tradición de los daguerrotipistas o retratistas ambulantes, llevando su invento de la fotografía abrillantada al interior del país, sin embargo aún no las he localizado”.

¿Se tiene registro de su labor como docentes? “Se sabe que ellos dieron clases en la Escuela de Artes y Oficios de Toluca, donde algunos de sus alumnos utilizaron el nombre de sus maestros como una forma de prestigio”.

Hermanos Sciandra, que pertenece a la colección Círculo de Arte bajo el cuidado de Pablo Ortiz Monasterio, compila 45 fotografías antologadas por primera vez, captadas por Paolo y Luis Sciandra, por lo que conforman un primer acercamiento a estos fotógrafos que o sólo registraron su época, sino que han ocupado un lugar poco conocido en la historia y la evolución de la fotografía en nuestro país.

 

El Museo Nacional de los Ferrocarriles Mexicanos alista la edición 11 de Estación Verano

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Categoría: Cultura y Espectaculos Creado: 28 Marzo 2018 Visto: 2828

estacion verano 1 579x386Por Paula Carrizosa

Tras la salida de Anel Nochebuena, secretario técnico del IMACP asumirá la dirección
El Museo Nacional de los Ferrocarriles Mexicanos (MNFM) prepara la edición número 11 del programa Estación Verano consistente en una serie de talleres diversos y una agenda cultural múltiple destinados a que los niños, adolescentes y jóvenes aprovechen su tiempo libre en las vacaciones próximas de verano.

En coordinación con el Instituto Municipal de Arte y Cultura (IMAC), el museo perteneciente a la Secretaría de Cultura federal organiza esta edición que será del 17 de julio al 5 de agosto.

Como cada año, señala el MNFM mediante un boletín informativo, habrá talleres, ciclos de cine, charlas didácticas, clases magistrales, visitas guiadas caracterizadas, exposiciones, y presentaciones artísticas.

El tema de Estación Verano para el presente año serán los títeres, considerados una de las expresiones artísticas más importantes de México y el mundo, en la cual confluyen diversas disciplinas como el teatro, la danza, la música, las artes plásticas y las Tecnologías de la Información y la Comunicación.

El teatro de títeres, además, representa una oportunidad para vincular a los públicos con la actualidad social y contribuir al desarrollo del pensamiento crítico y creativo de niños jóvenes y adultos.

Destaca que en este género teatral en el que se conjugan varias técnicas y plásticas nuevas de expresión como lo son el guiñol y marioneta, los títeres de varilla, bocón, fantoche, javanés, sombras chinas y con las manos, entre otros.

La edición 11 de Estación Verano tendrá como sedes el propio Museo Nacional de los Ferrocarriles Mexicanos, el IMAC, el Teatro de la Ciudad, además de las 17 juntas auxiliares del municipio de Puebla y algunos de los museos ferrocarrileros del país.

“Parte importante de este proyecto ha sido la valiosa colaboración de instituciones públicas y de gobierno, así como de los colectivos, artistas independientes y gestores culturales”, destaca el MNFM.

En ese contexto, acota, destaca la participación de la comunidad estudiantil universitaria que, desde el 2016, se ha sumado a Estación Verano impartiendo talleres, gracias a la convocatoria que hace el MNFM para la liberación de servicio social y prácticas profesionales, misma que este año se publicará el 9 de abril y estará abierta hasta el 31 de mayo.

Resalta que en sus 10 años de realización, el programa ha tenido un crecimiento permanente pues ha atendido a más de 52 mil 500 personas y se han realizado 256 talleres, 51 presentaciones artísticas y 80 charlas.

Estación Verano se ha caracterizado también por reflexionar sobre distintas temáticas desde 2007: lo mismo temas como la inclusión, diversidad y los derechos humanos, así como el arte, la ciencia y las nuevas tecnologías, el medio ambiente y la cultura maker, así como el rock.

Para más informes se puede consultar el sitio electrónico museoferrocarrilesmexicanos.gob.mx o al correo electrónico Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo..

 

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