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Cultura y Espectaculos

Sacatito pa’l conejo

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Categoría: Cultura y Espectaculos Creado: 24 Abril 2017 Visto: 2783

zacatitoDavid Chávez Rivadeneyra. Algarabía

—O el léxico pacheco—. Fúmate este artículo y entérate de más de estos entretenidos términos y su significado.

Una de las consecuencias de la prohibición del consumo del cannabis —o mariguana, para ser más claros—, impuesta en México en 1920, fue el surgimiento de una jerga con la que los mariguanos, grifos o pachecos, tratan de pasar inadvertidos entre los no fumadores. Fúmate este artículo y entérese de más de estos entretenidos términos y su significado.
La cucaracha, la cucaracha ya no puede caminar porque no tiene, porque le falta mariguana que fumar...
Corrido popular mexicano
Durante la Revolución, la mariguana en México todavía no estaba prohibida, y su consumo era frecuente entre los rebeldes, como lo prueba el corrido «La cucaracha»; pero su prohibición fue impuesta a México por los ee. uu., y para la segunda mitad del siglo xx, ya era una planta ilegal en ambos lados del río Bravo, por lo que los «pachecos» tuvieron que disimular su uso.
El término pacheco nada tiene que ver con el apellido, y más bien parece una variante de pachuco, pues muchos pachucos fumaban mariguana.
«A Warm Smell of Colitas»
Así pues, para referirse a la mariguana, los fumadores empezaron a hablar de «mota», «mois», «perejil», «hierba», «café», «mostaza», «yesca», «María Juana», «Juana» o «Rosa María»; por sus características, también fue llamada «lima-limón», «pelo rojo» o «sin semilla» y, por su origen, «Panamá red», «Acapulco golden» o «la de Xilpan».
También, por su similitud con las colas de los corderos, a las varitas con hojas y florescencia, secas y listas para fumar, se les conoce como «colas de borrego», «colas» o «colitas» —como dice «Hotel California», la canción de The Eagles, «A Warm Smell of Colitas Rising up Through the Air»—. También, por su parecido con la carne seca deshebrada, se le ha llamado «machaca» —de ahí la expresión «chaca la machaca»—. Las semillas fueron llamadas cocos, porque parecían cocos de agua en miniatura, y la carencia de hierba se denominó eriza; es decir, un mariguano sin mota «anda erizo» o «está erizo», y de ahí lo de «Eric» e incluso «Eric Clapton».
El término limpiar es importante porque, de lo contrario, las semillas explotarían al consumirse y la gente podría decir que «esos muchachos se las tronaron».

Igualmente, por su semejanza con el olor a palma quemada, quizá alguien diga: «me llegó el petatazo», «el hornazo» o «el tufillo de sus carrujos». Y alguien más: «a ver qué mariguanada se les ocurre ahora». Estos términos proceden de no fumadores, entre quienes el cannabis no goza de muy buena reputación.
Ahora bien, un «mal viaje» no es el clásico vtp —«viaje todo pagado», que a la mera hora ni incluye todo ni todo está pagado—, sino una mala experiencia con cannabis, la cual puede consistir en la clásica paranoia sin motivo aparente o en un verdadero malestar. Entonces se dice que esa persona se «malviajó», se «paracuateó», o que «le dio la pálida» y, cuando el cannabis produce mucha tos, suele decirse que dicha mota salió «regañona».
En Holanda, una coffee shop no es una cafetería, sino un establecimiento donde se puede fumar y comprar cannabis legalmente.
interior-sacatito
Por otra parte, existen términos que no tienen más significado que el que los pachecos les han dado, como las palabras chora y bacha, ambas referentes a las colillas de los churros. De la segunda se deriva el término matabachas, el cual designa a cualquier objeto que se utiliza para fumar hasta los últimos restos de un cigarrillo. Otras, como ya se ha visto con petatazo, no tienen su origen en el español, sino en las lenguas indígenas; tal es el caso de la palabra guato, una cantidad considerable de mota, o guarumo, que denomina a la mariguana de escasa calidad o a sus desperdicios, es decir, las semillas y las varas.
–Aquí puros disparates con un alto grado de tontería.—
La clandestinidad de fumar cannabis produce, de este modo, oraciones como las respuestas a la pregunta «¿A dónde van?»: «A que-Martha nos corte el pelo», «A Cuernavacha», «A Atiza-pán» o «A tocar el trombón», la cual debe acompañarse con el gesto de llevar una mano a la boca y moverla hacia delante y hacia atrás, como cuando se toca dicho instrumento.
De ninguna manera este breve recuento de términos pretende ser exhaustivo, y cada día los fumadores inventan nuevas palabras —algunas de ellas, exclusivas de pequeños grupos—; sin embargo, sean estas líneas una muestra de cómo la clandestinidad del cannabis ha generado toda una jerga de mariguanos. Finalmente, tampoco es ésta una invitación a fumar mota: los efectos negativos de este hábito son, o deberían ser, por todos conocidos.
Pachecadas
Lee muchos más términos «pachecos» en la Algarabía 87, además de un poco de historia.
David Chávez es profesor de la Facultad de Filosofía y Letras de la unam y primer cajón de la compañía de flamenco La Forja. Considera que el cannabis es infinitamente menos peligroso que el alcohol y que éste es la verdadera puerta hacia otras drogas, no la mariguana.
Ilustraciones de Jis y Trino

 

69 aniversario luctuoso de MANUEL M. PONCE

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Categoría: Cultura y Espectaculos Creado: 24 Abril 2017 Visto: 3300

ponceNació en Fresnillo, Zacatecas, el 8 de diciembre de 1882, aunque a los pocos meses de nacido su familia se fue a vivir a la ciudad de Aguascalientes. Fue el menor de los 12 hijos de los señores Felipe de Jesús Ponce, tenedor de libros de la negociación minera de Proaño, una de las más importantes en esa época y María de Jesús Cuéllar.

Josefina, una de sus hermanas, que era pianista, se dio cuenta de la rapidez con la que Manuel aprendía y empezó a darle clases de piano. Así, a la edad de seis años, Manuel ya ejecutaba, entre otras piezas, La zacatecana y una gavota de nombre Amor secreto. También estudió piano con el maestro Cipriano Ávila. En 1897 fue organista del templo de San Diego, de Aguascalientes.

En 1900 se mudó a la ciudad de México e ingresó al Conservatorio Nacional de Música, permaneciendo ahí hasta 1903, cuando regresó a Aguascalientes para impartir clases en la Academia de Música local y dar conciertos en varias ciudades como Guadalajara y San Luis Potosí.

En 1904 fue a estudiar cursos superiores en el Liceo Musical de Bolonia, Italia, con los maestros Enrico Bossi y Luigi Torchi; posteriormente viajó a Alemania, en donde estudió entre 1906 y 1908, para perfeccionarse en el piano con el maestro Martin Krause, regresando finalmente a México, para dedicarse a la docencia con clases de Piano e Historia de la Música, ocupando la cátedra que tuviera el Mtro. Ricardo Castro en el Conservatorio Nacional.

En 1915 Ponce viajó a la Habana, Cuba, en compañía del poeta Luis G. Urbina; ahí impartió clases de piano y colaboró en algunos diarios de la isla, dándose cuenta de la necesidad de hacer un método que rescatara la música popular, la considerara algo valioso y se pudiera difundir por el mundo.

En 1918 se casó con Clementina Maurel y ese mismo año fue nombrado director de la Orquesta Sinfónica de México.

Se convirtió en un compositor controvertido, dedicado a crear una obra musical basada en temas del folklore mexicano, combinándolos con el estilo romántico europeo de su época. En 1925 obtuvo una licencia para poder trabajar en París. Dándose cuenta de los avances musicales tan rápidos que se daban en Europa, decidió quedarse ahí hasta 1933.

De regreso a México, se hizo cargo de su clase de piano en el Conservatorio, al mismo tiempo que fundaba una cátedra en la Escuela de Música de la Universidad, dedicada al estudio del folklore nacional, esfuerzo que extendió al Conservatorio Nacional, cuando obtuvo el nombramiento de Director.

En 1934, March Pincherle escribió en París lo siguiente: “folklorista intuitivo y paciente, Ponce fue el primero en recoger la música popular de su país, que ha estilizado con fidelidad”.

Una de sus obras que lo hizo famoso alrededor del mundo fue la canción Estrellita, por la cual no recibió ningún centavo ya que, por negligencia, ni él ni su disquera registró la obra a su nombre. La fama llegó, pero no la fortuna. Hoy en día, Estrellita es erróneamente considerada una melodía de dominio público.

De 1936 a 1937 fundó y dirigió la revista Cultura Musical. Fue autor de numerosos artículos y ensayos, algunos de los cuales se recogieron póstumamente en el libro Nuevos Escritos Musicales. En 1945 fue nombrado director de la Escuela Nacional de Música.
Otra influencia importante en su producción es la del impresionismo, ya que junto a José Rolón, los dos compositores han sido considerados como los mejores representantes de ese importante movimiento musical en México.
Manuel M. Ponce compuso para varios instrumentos y dominó especialmente la guitarra, gracias a la amistad que sostuvo con el guitarrista español Andrés Segovia. Fue el primer compositor mexicano cuya música tuvo proyección internacional, y su nombre fue ampliamente conocido en el extranjero.

Suite en estilo antiguo y Poema elegíaco compuestos y estrenados en París, fueron algunas de las obras que impulsaron el merecimiento al Premio Nacional de Ciencias y Artes, que recibió en 1947, convirtiéndose así en el primer músico en recibir esa distinción.

Ponce escribió música para instrumentos, música de cámara y orquesta. Sus obras conocidas para piano y guitarra son mucho más numerosas que para otros instrumentos.

La música para guitarra es una parte esencial del repertorio instrumental de Ponce, y sus obra más conocida es Sonatina meridional (1939). También escribió un concierto para guitarra, Concierto del sur, dedicado a su viejo amigo y virtuoso guitarrista Andrés Segovia.

Escribió Thème varié et Finale (1926), Sonata III (1927), Sonata clásica (1928), Sonata romántica (1929), Preludio en Mi Mayor (1931), Homenaje a Tárrega (1932), Allegretto (1933) descubierta recientemente y estrenada el 20 de noviembre de 2009 en la sala Xochipilli de la Escuela Nacional de Música de la UNAM, por el maestro Juan Carlos Laguna, entre muchas otras.

Manuel M. Ponce, además de compositor, era también excelente pianista. Intermezzo, Balada Mexicana, Concierto romántico, Scherzino a Debussy, Scherzino mexicano, Elegía de la ausencia, Tema mexicano variado, Suite cubana, Gavota, Rapsodia mexicana 1 y 2, Scherzino Maya, entre otras, fueron obras escritas para piano e interpretadas repetidamente por él.

Ponce interactuó con muchos cantantes mexicanos importantes. Entre sus canciones, se encuentran: Estrellita, La pajarera, Lejos de ti, Cuiden su vida, Si alguna vez, Qué lejos ando, Si algún ser, Yo mismo no comprendo, Isaura de mi amor, Por ti mi corazón, Soñó mi mente loca, Tú, Aleluya, Cerca de ti....

Entre sus obras de música de cámara figuran Trio romántico, para violin, cello y piano; Trio para violin, viola y cello; Canción de otoño, para violin y piano; Sonata breve, para violin y piano.

Tiene algunas piezas para gran orquesta, entre las que destacan las Instantáneas mexicanas, Poema elegíaco, Concerto romántico para piano y orquesta, Concierto para violín y orquesta, Ferial y Chapultepec.

En 1945 fue nombrado director de la Escuela Nacional de Música.

Manuel M. Ponce falleció el 24 abril de 1948 en la ciudad de México, y cuatro años después, el 4 de octubre de 1952, sus restos fueron depositados en la Rotonda de las Personas Ilustres del Panteón de Dolores.

En octubre de 2010, la Sociedad de Autores y Compositores de México rindió un homenaje a Manuel M. Ponce, a través del Reconocimiento Póstumo Juventino Rosas.

 

Neuronas vs libre albedrío

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Categoría: Cultura y Espectaculos Creado: 19 Abril 2017 Visto: 2823

neuronassAnthony Gottlieb. Algarabía

En cada época se encuentran nuevas razones para poner en duda la certeza de la libertad humana.

El concepto de libre albedrío —definido como la potestad de obrar por reflexión y elección— ha sido, desde la Antigüedad, una preocupación de muchos pensadores que se han preguntado en qué medida el ser humano se encuentra libre de influencias externas o «superiores» al momento de elegir y actuar. Esta idea está siendo cuestionada una vez más, ahora por parte de la neurociencia1 Tomado y adaptado de «Neurons versus Free Will», en la revista Intelligent Life, marzo-abril 2012. [Trad. Emilio Rodríguez Montemayor. Todas las notas son de la edición.].
Los antiguos griegos pensaban que Ananké, la fuerza primordial de la necesidad o compulsión, y sus hijas, las Moiras, manejaban las vidas humanas; incluso algunos griegos con mentalidad científica, como Leucipo en el siglo v a.C., concluyeron que el movimiento de los átomos era controlado por Ananké, de modo que «todo pasa... por necesidad».
La libertad a lo largo del tiempo
Los teólogos medievales tenían una preocupación diferente, pues intentaban conciliar la idea de la libertad humana con la de que Dios tiene conocimiento previo de todas las acciones. Y desde la revolución científica del siglo xvii, los filósofos han lidiado con la idea de un universo supeditado a las invariables leyes de la naturaleza. Este espectro del «determinismo» es una variante de la idea griega de la necesidad, sólo que con evidencia matemática y experimental que la sustenta.
Al inicio del siglo xx, la naciente ciencia de la psicología también debilitó la idea del libre albedrío: las teorías de Freud sobre los impulsos inconscientes sugirieron que las raíces de nuestros actos no son las que creíamos. Y luego vino la neurociencia, que a menudo pinta un panorama aún más sombrío: entre más averiguamos acerca del funcionamiento del cerebro, menos probable parece la existencia de una conciencia autónoma.
Entonces, ¿en qué punto de la cadena de eventos que llevan a una acción, podría encontrarse tal conciencia?

Las investigaciones sobre el cerebro realizadas por el psicólogo Daniel Wegner en 2002, concluyen que la voluntad consciente es «una ilusión», lo que han confirmado otros investigadores. Por ejemplo, Sam Harris —escritor estadounidense, especialista en neurociencia y religión— opina que el libre albedrío «no puede conciliarse con nuestra comprensión del mundo físico», y que las raíces de nuestro comportamiento «pueden rastrearse hasta llegar a eventos biológicos de los cuales no tenemos conocimiento consciente».
—Antes de pasar a otra cosa ejercita el cerebro—
Ahora hay señales alentadoras de lo que podría llamarse un «contragolpe al cerebro». Casi nadie duda que la materia gris en nuestros cráneos sustenta nuestros pensamientos y sentimientos, en el sentido de que un cerebro funcional es necesario para nuestra vida mental —esta idea no es nueva, ni siquiera moderna: Hipócrates la proclamó desde el siglo v a.C.—; pero los neurocientíficos apoyan cada vez más la idea de que estudiar las fluctuaciones de la actividad cerebral puede ser una forma engañosa de entender la mente: muchas de las actividades que nos caracterizan como seres humanos no suceden dentro de nuestros cráneos.
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Fuera del cerebro
Tal vez el cerebro no es el lugar indicado para encontrar el libre albedrío. Como dice el doctor Raymond Tallis —médico y neurocientífico británico en retiro— en su ensayo «Aping Mankind: Neuromania, Darwinitis and the Misrepresentation of Humanity»2 Traducido al español como «Hombre en mono: neuromanía, darwinitis y la tergiversación de la humanidad».: tratar de encontrar vida humana en el cerebro es como intentar escuchar el murmullo de un bosque escuchando una semilla.
La existencia de sofisticadas máquinas de diagnóstico —que permiten examinar el cerebro mientras aún está vivo y pensando— ha animado a algunos neurocientíficos a creer que pueden localizar el lugar donde reside la responsabilidad moral y la sede del amor en las llamativas imágenes producidas por los escáneres cerebrales. Pero aunque nuestra actividad mental depende del cerebro, no es necesariamente cierto que nuestro comportamiento se explique mejor al mirar en su interior.
Es como el chiste del borracho que pierde las llaves del coche en la noche, y las busca cerca de un farol, no porque las haya perdido ahí, sino porque ahí sí puede ver.

Además de que algunas veces «iluminan» el lugar equivocado, los escáneres actuales todavía son «faroles» con poca luz: como la actividad de las neuronas les resulta invisible, los escáneres fmri detectan los cambios en los niveles de oxígeno en la sangre, y los pet miden cambios en el flujo sanguíneo para detectar cuando algo sucede —o, más bien, ya sucedió—; además, sólo detectan rastros de grandes ráfagas de actividad neuronal, y se pierden los de cualquier actividad menor.
Descartes afirmaba que «la voluntad es por naturaleza tan libre, que nunca puede ser contenida», y por lo tanto, el libre albedrío está presente cada vez que tomamos una decisión consciente. Para Sartre, la voluntad es absoluta, y el único límite de la libertad es ella misma: no podemos dejar de ser libres.
Conoce más sobre el cerebro y la voluntad en nuestra edición con lo exótico de la maldad.

 

Historias que vuelan

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Categoría: Cultura y Espectaculos Creado: 19 Abril 2017 Visto: 2750

vuelanAntonio Vargas Reyes. Algarabía

Viajar nos ayuda a acumular experiencias, aprender de nosotros mismos y nos permite sorprendernos al conocer nuevos lugares y paisajes.

Todas las aventuras, contratiempos y cosas inesperadas que suceden durante un viaje suman a las anécdotas de nuestra vida que se quedan grabadas en nuestra memoria. A continuación le presentamos algunos casos reales de momentos dignos de recordar.
Nuevos amigos
Este caso le ocurrió a una fotógrafa que se dirigía a cubrir un evento. Estando en un vuelo, sucedió que algo fuera de la ventana contraria a su lado comenzó a llamar la atención de todos los tripulantes que se encontraban ahí.
Ella, sin pensarlo tomó su cámara y fue en busca de su espontánea exclusiva. A lo más que pudo llegar, fue a encontrar un asiento vacío junto a una mujer a quien tal ajetreo había pasado desapercibido.
Triste por perder su cobertura aérea, entabló conversación con su compañera de asiento sin pensar que desde ese momento surgiría una amistad duradera. Por cierto, lo que pasó afuera de la ventana no era más que una parvada de patos salvajes, se lo informaron al descender del vuelo.
Confort colectivo
De esas veces que ni el clima está de tu lado sucedió que una joven, en una noche lluviosa, tenía que abordar un vuelo. Antes de ingresar a la sala de espera, recibió un mensaje de quien era su novio en aquellos años con el siguiente texto: «Tu amiga y yo hemos estado saliendo desde hace un par de semanas. Creo que no podemos seguir con lo nuestro».
Con el corazón hundido en tristeza demostró tal estoicismo hasta que, ya en el vuelo, mientras veía la película ¿Y dónde están las rubias? (2004) no aguantó el llanto y terminó siendo consolada por casi todos los pasajeros que estaban a su alrededor.
Hoy en día está felizmente casada con un nuevo amor pero no puede ver aquella fatídica película.

Milagro de Navidad
En un aeropuerto de Europa en vísperas de Navidad sucedió la siguiente historia. Una joven que se encontraba realizando sus estudios de posgrado en el viejo continente iba a pasar su primera Navidad lejos 1de casa y sin su familia. Sin embargo, unos amigos en Florencia, Italia habían organizado una fiesta para pasar juntos esa fecha. El 24 de diciembre mientras estaban apunto de tomar el avión que la llevaría a su destino, cayó tremenda tormenta que canceló su vuelo.

Su reacción inminente fue llorar y llorar frente al encargado de la aerolínea porque pasaría Navidad sola. Consternado, el gerente de la aerolínea le obsequió un boleto en el siguiente vuelo y hasta en primera clase.

 

Tlaxcala, paisajes y lugares de ensueño

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Categoría: Cultura y Espectaculos Creado: 19 Abril 2017 Visto: 3346

ensueñoAunque pequeña, esta región ubicada, en el centro del país presenta variadas alternativas de aventura y diversión. Su riqueza natural ofrece la oportunidad de realizar múltiples actividades dentro de sus entornos ecológicos como rappel, ciclismo de montaña, alpinismo, caminata, campismo, cabalgata, vuelo en globo y ultraligeros.
El estado posee varias rutas para realizar actividades al aire libre: en el centro, a 5 km de la capital, está la laguna Acuitlapilco, que en época de lluvias se llena y es visitada por aves migratorias. A 2 km de la ciudad se encuentra el Jardín Botánico de Tizatlán, con su pequeño lago, viveros, invernaderos y plantas acuáticas, xerófitas y útiles. En la cercana población de Santa Cruz es posible visitar el "Centro Vacacional La Trinidad", que cuenta con albercas, canchas de tenis, lago para remar, restaurante, cómodas habitaciones y auditorio para convenciones. En San Juan Totolac está el Santuario de la Defensa con sus veredas y cañadas llenas de frondosos árboles. A 11 km de la capital destaca la "Cascada de Atlihuetzía", formada por el río Zahuapan que se precipita desde 30 m de altura, y forma una pequeña laguna; cercana a la cascada, una alta peña luce las antiguas pinturas rupestres de Amaxac.

En la ruta norte destaca Tlaxco, donde existen sitios como" Al final de la Senda" con cómodas cabañas dispuestas entre los árboles del bosque. Otra área boscosa es Acopinalco del Peñón: excelente opción para practicar el montañismo. Desde el mirador se pueden apreciar bellos paisajes montañosos como Las Vigas, la Peña y El Rosario. En Sanctórum está La Hoyanca, una hondonada de caprichosas formaciones rocosas, con magnetismo inusual que carga de energía a quien llega a su fondo poco explorado.

En Atlangatepec, 20 km al sur de Tlaxco, la laguna Atlanga es escenario de paseos en lancha, regatas de veleo, motonáutica y pesca deportiva. En esta región también hay pinturas rupestres, el Centro Recreativo Villa Quinta Olivares y el Centro Turístico Ejidal Atlangatepec, así como los ranchos cinegéticos Cruz Verde y San José de las Delicias, y las haciendas Mazaquiahuac, Mimiahuapan y La Trasquila.

En el sur destaca sólo el Centro Turístico Ejidal de Zacatelco. En tanto la ruta este posee el área más importante para el ecoturismo: el Parque Nacional La Malinche, “ La de las Faldas Azules”, antaño montaña sagrada de los tlaxcaltecas, que a 4, 000 msnm contenía un santuario donde se ofrendaba pidiendo lluvia. Posee barrancas espectaculares como la de San Juan, y densos bosques de pino. 17 km al este de Huamantla existe una pequeña zona desértica llamada Desierto de Cuapiaxtla, con dunas, fauna y flora típica de ese ambiente. Finalmente, por la ruta del oeste destaca Calpulalpan, con sus grandes planicies y atractivas ex haciendas Mazapa, San Bartolomé del Monte, Ixtafayuca y San Nicolás el Grande. Como puede apreciar, si busca descanso, aventura, practicar deportes o simplemente disfrutar de las bellezas naturales, Tlaxcala es un estado que le ofrece muchas sorpresas.

 

Aurelio de los Reyes: en el documental de la Revolución la historia desfila frente a la cámara

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Categoría: Cultura y Espectaculos Creado: 19 Abril 2017 Visto: 2949

revoluvioPor Paula Carrizosa
La Jornada de Oriente
“Es como si la historia desfilara frente a la cámara”, así definió el estudioso del cine mudo en México, Aurelio de los Reyes García Rojas, las escenas cinematográficas que conforman el segundo de los tres documentales que investigó y restauró referentes a la Revolución Mexicana, en este caso concerniente a Francisco I. Madero, lo mismo de su viaje realizado en 1911 por el norte del país, su “entrada triunfal” a la Ciudad de México y el temblor que sucedió de manera paralela, su posterior encuentro con Emiliano Zapata y su muerte a manos de Victoriano Huerta durante la Decena Trágica.

Fueron dos horas continuas de proyección en el Museo Amparo a la manera en que se hacía hace más de 100 años, en los albores del arte cinematográfico: con cintas mudas exhibidas y musicalizadas en vivo, esta vez por el reconocido investigador e intérprete del cine silente, el pianista José María Serralde.

Un auditorio lleno presenció escenas tomadas por los hermanos Alva y por Salvador Toscano, pioneros del cine mexicano. Dichas tomas corresponden al trabajo de registro, restauración e identificación que en 2013, a petición de la Filmoteca de la UNAM y con apoyo del Festival Internacional de Cine de Pordenone, comenzó el investigador Aurelio de los Reyes sobre los miles de metros de material de nitrato y poliéster correspondientes al nacimiento del cine y a la Revolución Mexicana.

Bajo el título El viaje triunfal de Madero se observaron escenas realistas, en blanco y negro, de personajes claves del movimiento armado: del mismo Madero, su hermano Raúl y su esposa Sara, así como de Pascual Orozco, Emiliano Zapata y Francisco Villa, además de miles de personas –algunas identificables, la mayoría anónimas– que desfilaron y posaron frente a las cámaras de los documentalistas de la Revolución.

“Ahí está la viuda de Aquiles Serdán con su pequeño hijo cuando llega a la Ciudad de México a la estación de San Lázaro. También está Carmen Serdán de quien no se sabía y no se tenía una imagen en movimiento, pues la pintan siempre con cara de mártir. Ahí está Carmen que no halla qué hacer frente a la cámara”, dijo De los Reyes García Rojas mientras era proyectada la escena en donde dicha mujer está sentada al lado de Filomena del Valle, en la recepción de honor que maderistas ofrecieron por la muerte de su hermano Aquiles, y permanece inquieta ante el artefacto cinematográfico.

Sobre la labor de restauración y reconstrucción historiográfica de los materiales fílmicos mutilados y reutilizados a lo largo del tiempo, el investigador explicó que echó mano de fuentes hemerográficas de periódicos como El Diario del Hogar, El País y El Tiempo, entre otros.

Al mismo tiempo, agregó durante la proyección, realizó un recorrido por los mismos lugares que visitó Madero: Ciudad Juárez, El Paso, Gómez Palacio, Piedras Negras, Torreón, Fresnillo, Aguascalientes, León, Querétaro, Cuautitlán y la Ciudad de México.

El investigador abundó que parte importante del proyecto fue la lectura que hizo sobre la arquitectura de las ciudades y la identificación, en algunos casos imposible, de las estaciones del ferrocarril.

“Las escenas nos están comunicando el optimismo de la Revolución... Solamente las imágenes nos dan idea del arrastre popular de Madero... Es el dramatismo contra la felicidad... es el optimismo que había sobre el futuro de México.

“Es el movimiento de masas, el dinamismo, el entusiasmo popular y la confianza que se ve en las películas no son capaces de transmitirse en los libros o en las fotografías. Es claro: solamente el cine comunica esa sensación de ingenuidad y de ternura”, confió De los Reyes García Rojas.

Cámaras tímidas fieles a Lumière
Estas películas fragmentadas, señaló Aurelio de los Reyes mientras el pianista José María Serralde interpretaba el vals Club Verde, el favorito de Madero, se componen por escenas aisladas, por tomas tímidas hechas por camarógrafos y cámaras rudimentarias que hacen movimientos también tímidos.

Expuso que los personajes, como Madero y Villa, Orozco y Zapata, posan como si lo hicieran para una fotografía fija pues el cine “esta tieso”, sin movimiento y solamente con paseos de cámara descriptivos.

Dijo además que al ser “copias de las copias” que se traspasaban entre documentalistas –entre Toscano, los hermanos Alva, Veyre y Abitia– las cintas son de mala calidad, oscuras en su mayoría por la poca sensibilidad del material. No obstante, el merecedor del Premio Jean Mitry consideró que “es eso o es nada, pues tenemos que conservar lo que ha llegado a nosotros”.

En suma, definió que este cine documental hay una narración elemental dada por una cámara descriptiva, ya que en el fondo no son más que películas al estilo Lumière: cintas que retratan lo que está frente a la cámara, que pegan una escena con otra, en las que no hay argumento porque el argumento es el hecho mismo, porque “son vistas en movimiento”.

Advirtió que este cine permaneció impermeable a la narrativa cinematográfica contemporánea, como el cine histórico que ya se hacía en países como Italia. “México fue fiel a las vistas de Lumière”.

Aurelio de los Reyes afirmó que las cámaras de Toscano y los hermanos Alba no fueron narrativas, pues no contaron historias sino que contaron los hechos. Por ello, “el ritmo de estas películas es lento con tomas largas y su sucesión que es la tragedia de la Revolución”.

“Es como si la historia desfilara frente a las cámaras y fuera contada en tercera persona, siempre con un plano abierto, con un paseo tímido que muestra la verdad con una imagen que no puede engañar y en donde la subjetividad está en la secuencia”, determinó el experto, para quien todavía no concluye el trabajo de reconstrucción de la historia fílmica, pese a las seis horas de imágenes que ya reunió.

 

Por tercer año, alfombristas mexicanos intervienen el Museo de Santa Mónica

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Categoría: Cultura y Espectaculos Creado: 19 Abril 2017 Visto: 2761

AlfombraPor Paula Carrizosa. La Jornada de Oriente

Los alfombristas mexicanos lo volvieron a hacer. Por tercer año consecutivo llenaron con su arte efímero los pasillos, las salas y los patios del Museo de arte religioso Santa Mónica como parte de la exposición La visita de las siete casas que se expondrá hasta el 23 de abril.

Un grupo de 30 creadores provenientes de la ciudad de Huamantla, Tlaxcala, encabezados por los maestros alfombristas Alejandro Lira y Abel Salazar, intervinieron los espacios de este espacio adscrito al Instituto Nacional de Antropología e Historia con sus obras monumentales dispuestas al deleite visual.

Olotes, arenas, granzón –piedra de mármol–, chinamites y granos diversos –como maíz– fueron teñidos de manera multicolor para dar forma a las alfombras en las que se recrearon pasajes bíblicos de una manera particular: a veces de manera realista, otra más conceptual y aquellas que fueron resultado de una propia lectura.

Claudia Rico, miembro de los Alfombristas Mexicanos y una de las encargadas del proyecto en este año, señaló que la colectividad es el principal elemento que guía la labor de los alfombristas mexicanos.

Ello, agregó, porque la forma del trabajo, de construir y edificar estas intervenciones no se puede entender sino es a través de la labor colectiva, además del apoyo y la comunicación mutua.

Expuso que este año, al realizar siete intervenciones monumentales en el Patio de Profesas y el Patio de Novicias, así como en las salas interiores y los coros Alto y Bajo, implicó trabajar de manera ardua y colaborativa.

En algunos casos, por ejemplo, los equipos constituidos para cada una de las sietes alfombras trabajaron hasta 12 horas seguidas, mañana, tarde y noche, en la construcción de estas expresiones que “no intentan otra cosa que comunicar”, como precisó Claudia Rico.

La artesana mencionó además que cada uno de los tapetes mostrados en el Museo de Santa Mónica se trabajó de manera previa con la realización del diseño a cargo de Alejandro Lira, para continuar con su boceto y la realización de una planilla que funciona como un molde, el cual permite trabajar directo en el piso haciendo un calado multicolor.

Durante una entrevista, dijo que la colectividad y el compartir saberes han hecho que el colectivo de alfombristas crezca e incluya entre sus filas a reconocidos maestros tlaxcaltecas como el propio Abel Salazar y a nuevas generaciones de artesanos interesados en aprender este arte monumental.

“Son jóvenes que se identifican con los valores implícitos en el alfombrismo, con el sentido de enseñanza y aprendizaje que hay en él, con las ganas de comunicar”, consideró Claudia Rico.

En suma, consideró que además de la colectividad, la comunicación y el intercambio de saberes, al quehacer artístico que practican estos artesanos de Tlaxcala se suman aspectos como la inclusión y la tolerancia. “Queremos que México sea reconocido por el alfombrismo colectivo de obras incluyentes”, concluyó la integrante de los alfombristas mexicanos.

 

Octavio Paz, escritor

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Categoría: Cultura y Espectaculos Creado: 19 Abril 2017 Visto: 2835

octavio paz319 de abril, 19 aniversario luctuoso de

(Ciudad de México, 1914 - id., 1998) Escritor mexicano. Junto con Pablo Neruda y César Vallejo, Octavio Paz conforma la tríada de grandes poetas que, tras el declive del modernismo, lideraron la renovación de la lírica hispanoamericana del siglo XX. El premio Nobel de Literatura de 1990, el primero concedido a un autor mexicano, supuso asimismo el reconocimiento de su inmensa e influyente talla intelectual, que quedó reflejada en una brillante producción ensayística.

Biografía

Nieto del también escritor Ireneo Paz, los intereses literarios de Octavio Paz se manifestaron de manera muy precoz, y publicó sus primeros trabajos en diversas revistas literarias. Estudió en las facultades de Leyes y de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional. Sus preocupaciones sociales también se dejaron sentir prontamente, y en 1937 realizó un viaje a Yucatán con la intención de crear una escuela para hijos de trabajadores. En junio de ese mismo año contrajo matrimonio con la escritora Elena Garro (que le daría una hija y de la que se separaría años después) y abandonó sus estudios académicos para realizar, junto a su esposa, un viaje a Europa que sería fundamental en toda su trayectoria vital e intelectual.

Octavio Paz

En París tomó contacto, entre otros, con César Vallejo y Pablo Neruda, y fue invitado al Congreso de Escritores Antifascistas de Valencia. Hasta finales de septiembre de 1937 permaneció en España, donde conoció personalmente a Vicente Huidobro, Antonio Machado, Miguel Hernández y otros destacados poetas de la generación del 27. Además de visitar el frente, durante la Guerra Civil española (1936-1939) escribió numerosos artículos en apoyo de la causa republicana.

Tras volver de nuevo a París y visitar Nueva York, en 1938 regresó a México y allí colaboró intensamente con los refugiados republicanos españoles, especialmente con los poetas del grupo Hora de España. Mientras, trabajaba en un banco y escribía diariamente una columna de política internacional en El Popular, periódico sindical que abandonó por discrepancias ideológicas. En 1942 fundó las revistas Tierra Nueva y El Hijo Pródigo.

Desde finales de 1943 (año en que recibió una beca Guggenheim para visitar los Estados Unidos) hasta 1953, Octavio Paz residió fuera de su país natal: primero en diversas ciudades norteamericanas y, concluida la Segunda Guerra Mundial, en París, después de ingresar en el Servicio Exterior mexicano. En la capital francesa comenzó su alejamiento del marxismo y el existencialismo para acercarse a un socialismo utópico y sobre todo al surrealismo, entendido como actitud vital y en cuyos círculos se introdujo gracias a Benjamin Péret y principalmente a su gran amigo André Breton.

Octavio Paz

De nuevo en México, fundó en 1955 el grupo poético y teatral Poesía en Voz Alta, y posteriormente inició sus colaboraciones en la Revista Mexicana de Literatura y en El Corno Emplumado. En las publicaciones de esta época defendió las posiciones experimentales del arte contemporáneo. En la década de los 60 volvió al Servicio Exterior, siendo destinado como funcionario de la embajada mexicana en París (1960-1961) y más tarde en la de la India (1962-1968); en este último país conoció a Marie-José Tramini, con la que se casó en 1964. Cerró su actividad diplomática en 1968, cuando renunció como protesta contra la política represiva del gobierno mexicano frente el movimiento democrático estudiantil, que culminó con la matanza en la Plaza de las Tres Culturas de Tlatelolco.

Ejerció desde entonces la docencia en universidades americanas y europeas, a la vez que proseguía su infatigable labor cultural impartiendo conferencias y fundando nuevas revistas, como Plural (1971-1976) o Vuelta (1976). En 1990 se le concedió el Nobel de Literatura, coronación a una ejemplar trayectoria ya previamente reconocida con el máximo galardón de las letras hispanoamericanas, el Premio Cervantes (1981), y que se vería de nuevo premiada con el Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades (1993).

La poesía de Octavio Paz

El grueso de la vasta producción de Octavio Paz se encuadra en dos géneros: la lírica y el ensayo. Su poesía se adentró en los terrenos del erotismo, la experimentación formal y la reflexión sobre el destino del hombre. A grandes rasgos cabe distinguir tres grandes fases en su obra poética: en la primera, el autor pretendía penetrar, a través de la palabra, en un ámbito de energías esenciales que lo llevó a cierta impersonalidad; en la segunda entroncó con la tradición surrealista, antes de encontrar un nuevo impulso en el contacto con lo oriental; en la última etapa de su trayectoria lírica, el poeta dio prioridad a la alianza entre erotismo y conocimiento.

En Libertad bajo palabra (1949), Octavio Paz agrupó diversos libros escritos entre 1935 y 1947. Las primeras composiciones respondían a una estética neorromántica y a fuertes preocupaciones sociales; pero pronto se añadió una temática existencial, que giraba en torno al sentimiento de soledad, los problemas de su tiempo, la comunicación, la posibilidad del amor... Siguiendo ese camino, su poesía devino un instrumento de conocimiento de sí mismo y del mundo; en suma, una poesía de signo metafísico.

Pero pronto el descubrimiento del surrealismo le enseñaría el poder liberador de la palabra y, con la valoración de lo irracional, la posibilidad de devolverle al lenguaje unas dimensiones míticas. Se produjo así, paralelamente y como dijo el propio Octavio Paz, un regreso a la vanguardia y un retorno a la palabra mágica. Ambas direcciones se materializaron en los poemas que van desde ¿Águila o sol? (1949-50) a una extensa y magistral composición titulada Piedra de sol (1957), construida a partir de los mitos aztecas del tiempo circular.

Señalada a menudo como una de sus obras maestras, Piedra de sol se sitúa en una encrucijada de su trayectoria lírica: el poema condensa por un lado sus preocupaciones históricas y existenciales, y anticipa por otro su obra posterior. Se compone de 584 endecasílabos (la misma cifra que los años del calendario azteca) de gran densidad y poderosas imágenes, tras los cuales el poema vuelve al principio. Esta estructura circular no impide el avance de las indagaciones del poeta, referidas al amor, al individuo y al sentido de la historia y del mundo.

Octavio Paz

En Salamandra (1962), que recoge poemas escritos entre 1958 y 1961, Octavio Paz incrementó lo irracional y lo esotérico. Se trata de una poesía que intenta "mostrarnos el otro lado de las cosas", a partir de una exploración sobre nuevos poderes de la palabra. El resultado, salvo en ocasiones, es un hermetismo lleno de sugestiones. Ladera este (1962-1968) es fruto, por una parte, de su interés por la cultura oriental, de la que surgen nuevas dimensiones esotéricas. Por otra parte responde al contacto de Octavio Paz con el estructuralismo lingüístico, que le lleva a fundamentar la creación poética en la misma escritura. Estamos ante la liberación máxima del lenguaje, ante una expresión poética en que las palabras alcanzan una máxima autonomía, desgajadas a veces de todo sustrato lógico.

El poeta experimenta además con nuevos recursos de presentación y de tipografía; buen ejemplo de ello sería el largo poema Blanco (1967), dispuesto en tres columnas que pueden leerse de distintas formas. Por esa vía experimental, Octavio Paz publicó en 1969 dos libros de poesía "espacial" (o visual): Topoemas y Discos visuales. Son intentos de crear una nueva percepción del mensaje cuyos precedentes se remontan a Apollinaire y a las vanguardias de entreguerras.

Muy distinto es Pasado en claro (1975), libro constituido por un único, largo y bellísimo poema, de lenguaje más sobrio (pero de inusitada densidad), destinado a bucear en su conciencia, en su vida y en su palabra. Compendio de sus inquietudes y vivencias creadoras, esta segunda obra maestra condensa en su parte final su visión del lenguaje como "fundador de realidad", como instrumento con el que el hombre crea y se crea: tras su largo periplo a través de las palabras en busca de realidades supremas y de su propia realidad, el poeta se define, en el último verso, como "la sombra que arrojan mis palabras".

De sus libros posteriores cabe destacar Vuelta (1976) y Árbol adentro (1987). Formado por poemas escritos entre 1969 y 1975, el título del primero alude al regreso del poeta a México tras una larga permanencia en Europa y Oriente. Árbol adentro reúne los poemas compuestos por el autor después de la publicación de Vuelta y se divide en cinco partes, algunas de las cuales insisten en sus constantes temáticas: la meditación sobre la muerte (en la tercera) o el amor (en la quinta, que da título al libro).

Obra ensayística

Poeta, narrador, ensayista, traductor, editor y gran impulsor de las letras mexicanas, Paz se mantuvo siempre en el centro de la discusión artística, política y social del país. Tanto la curiosidad insaciable como la variedad de sus intereses y su aguda inteligencia analítica se hicieron patentes en sus numerosos ensayos, que cubrieron una amplia gama de temas, desde el arte y la literatura hasta la sociología y la lingüística, pasando por la historia y la política. La enjundia, la profundidad y la sutileza caracterizan estos textos.

De tema literario son El arco y la lira (1959), profunda reflexión sobre la creación poética, y Sor Juana Inés de la Cruz o las trampas de la fe (1982), completo estudio sobre la obra y la compleja personalidad de esta poetisa mexicana del siglo XVII. La identidad mexicana es en cambio el tema de El laberinto de la soledad (1950) y Posdata (1970).

El mono gramático (1974), que participa a un mismo tiempo de la reflexión y el poema en prosa, indaga en la esencia del lenguaje y constituye un testimonio de su atracción hacia Oriente; el título alude al jefe de los monos Hanuman, uno de los principales personajes del Ramayana. Tiempo nublado (1983) se ocupa de la situación política y social contemporánea. En Los privilegios de la vista (1987) se encuentran sus apreciaciones sobre las artes plásticas.

De sus últimos ensayos cabe destacar La llama doble (1993). La obra recorre la literatura universal en busca de la génesis de la idea poética del amor, el amor cortés provenzal, del que halla precedentes en las milenarias religiones indias y chinas y en el helenismo (con su fusión de Oriente y Occidente). Después de los poetas provenzales, el cristianismo desarboló el amor cortés; la pasión carnal, consumación del amor, fue relegada por la divinización del objeto amado (Dante, Petrarca y el neoplatonismo).

Según el autor, hubo que esperar a la Revolución Francesa para que el amor recobrase su humanidad en manos de poetas y prosistas. Pero en el mundo moderno, la revolución sexual de 1968 condujo al fin del alma a manos del materialismo científico; dicho de otro modo, el amor ha sido víctima de la crisis de la idea de persona: un pesimismo extremo cierra esta obra. Otros títulos de su abundante producción ensayística son Cuadrivio (1965), Claude Lévi-Strauss o el nuevo festín de Esopo (1967), Conjunciones y disyunciones (1969), Los hijos del limo (1974), El ogro filantrópico (1979) y Hombres de su siglo (1984).

 

Blas Galindo Dimas

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Categoría: Cultura y Espectaculos Creado: 19 Abril 2017 Visto: 3222

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Nació el 3 de Febrero de 1910 en San Gabriel, Jalisco, hoy Ciudad Venustiano Carranza. Hijo de Luis Galindo Nieves y Adriana Dimas Casillas. Vivió en San Gabriel de 1910 a 1931, y en la ciudad de México desde 1931. Inició su carrera artística en su pueblo natal, a la edad de siete años, al participar en el coro del maestro Antonio Velasco Ornelas, cantor de la iglesia, quien además de enseñarle solfeo, le dio las primeras lecciones de piano, bases de armonía, melodía, y matices, y en general, a amar la música.

Su primera obra musical fue Suite para violín y violonchelo, que compuso en noviembre de 1933. Realizó estudios profesionales en el Conservatorio Nacional de Música para obtener el título de Maestro en Composición Musical. Estudió también con los maestros, Carlos Chávez, Candelario Huízar, y José Rolón, y en Estados Unidos, en el Berkshire Music Center, con el maestro Aaron Copland.

Fue compositor, director de orquesta, pedagogo y conferencista. En cuanto a su carácter y personalidad, se definía tranquilo y constante en el estudio y en el trabajo. Practicaba natación y caminata. La música que prefería escuchar, era la monódica, preclásica, clásica, romántica, dodecafónica y electrónica, siempre que estuviera bien hecha y bien ejecutada.

En 1946, obtuvo el primer premio en el concurso convocado por la Secretaría de Educación Pública, con su Cantata a la Patria, basada en el poema Suave Patria, de Ramón López Velarde. En 1947, ve premiados sus esfuerzos como estudiante, maestro y compositor, ya que en agosto es nombrado Director del Conservatorio Nacional de Música, puesto en el que permaneció hasta 1961. Fue designado por el Instituto Nacional de Bellas Artes, representante de México, como miembro del jurado, en el Concurso Internacional Federico Chopin, en Varsovia, Polonia.

En 1956, fue nombrado asesor de música del Instituto Mexicano del Seguro Social, para atender los coros de las Casas de la Asegurada.
Entre otros reconocimientos, obtuvo, en 1957, el Premio José Ángel Lamas, en el concurso del Segundo Festival Latinoamericano, de Caracas, Venezuela, con su Segunda sinfonía, que fue estrenada por la Orquesta Sinfónica de Venezuela, bajo la dirección del maestro Carlos Chávez; Premio en el concurso convocado por el Gobierno de Jalisco, en 1958, por su Cantata Homenaje a Juárez; Premio de la Secretaría de Educación Pública, en 1960, por su Cantata Homenaje a la Independencia de México; Premio Nacional, en 1964, otorgado por el Presidente de la República, Adolfo López Mateos.

Premio Jalisco, en Agosto de 1983, concedido por el gobierno del estado, entregado por el gobernador Enrique Álvarez del Castillo, en solemne Concierto de Homenaje efectuado en el Teatro Degollado, en donde estrenó su Obertura Mexicana No. 2.
También, Medalla de Oro y Diploma, de la Secretaría de Educación Pública, en 1947; Condecoración de Comendador de la Orden de Polonia Restituta, en 1949; Insignia José Clemente Orozco, por el Gobierno de Jalisco, en 1954; Diploma en Caracas, Venezuela, designándolo Huésped de Honor, en 1957; Medalla de Oro y Diploma, de los Clubes Corales del Instituto Mexicano del Seguro Social, en 1957; Medalla de Oro Reconocimiento al Mérito, por la exaltación a México, otorgada por la Casa Madero, en 1957.
Diploma del Consejo Municipal de Los Ángeles, California, por dirigir sus obras en el Primer Festival Internacional de Música, en 1961; Diploma del Ayuntamiento de Guadalajara, designándolo Hijo Ilustre de la Ciudad, en 1963; Diploma de la Secretaría de Educación Pública, por sus treinta años de servicio en el magisterio, en 1965; Diploma otorgado por el Municipio de la ciudad de Chihuahua, designándolo Huésped Distinguido, en 1967; Diploma como Miembro Fundador de la Academia de Artes, en 1968; Diploma del Centro Libanés, en reconocimiento a su labor como compositor, en 1971.

A esta lista hay que añadir, varios homenajes y reconocimientos, otorgados por los gobiernos de los estados de Aguascalientes, Puebla, San Luis Potosí, Jalisco, Yucatán, Tabasco, Estado de México, y el Departamento del Distrito Federal. En 1981, se estrenó el Audiorama Blás Galindo, en la ciudad de México, un auditorio al aire libre para escuchar música de concierto grabada. De esta forma continúa una extensa lista en la que se incluyen, once homenajes con orquestas sinfónicas; doce con grupos corales; nueve en televisión, seis por radio, cinco con la presencia de grupos de música de cámara, y piano solo, entre muchos otros.

Definitivamente su obra, Sones de Mariachi, es una de las que más satisfacciones le dieron, pues se estrenó en Nueva York, además de que se grabó y se interpretó en América y Europa. También pueden mencionarse: Cantata a Benito Juárez, 2ª Sinfonía, 2° Concierto para piano, Concierto para violín, Concierto para flauta, y Concierto para violonchelo.

El maestro Blas Galindo recordaba que cuando entró al Conservatorio Nacional de Música, el maestro Carlos Chávez lo recomendó al secretario de la escuela para que pudiera inscribirse, ya que era mayor y los cursos habían iniciado en febrero. El secretario del plantel dio instrucciones para que se hicieran los trámites y se le diera su credencial. Al asistir a clases, consideró muy elementales algunos cursos, entre ellos el de solfeo, porque ya lo había estudiado. Al comentar esto a la secretaria, ella lo cambió en la credencial, a segundo solfeo. Después de cursar los doce años reglamentarios de estudios, se dirigió al Departamento Jurídico de la Secretaría de Educación Pública, para solicitar su certificado de estudios, y poder presentar el examen profesional. Para su sorpresa, no se lo querían dar, porque debía primer año de solfeo.

La mayor satisfacción que le dio su carrera como compositor, fue haber iniciado desde niño a estudiar música, porque eso le ayudó en su orientación profesional.

El maestro Blas Galindo falleció el 19 de abril de 1993, en la ciudad de México.

 

¿De vacaciones? Visita la Zona Arqueológica de Cacaxtla - Xochitécatl

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Categoría: Cultura y Espectaculos Creado: 17 Abril 2017 Visto: 3380

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Significado

Xochitécatl es un gentilicio que significa el habitante o el nativo de Xochitlan, mientras que otra traducción podría ser “Lugar del Linaje de las Flores”. Cacaxtla se deriva del vocablo Cacaxtli, que literalmente significa “Lugar de Cacaxtles”, siendo estas unas armazones indígenas empleadas para transportar productos.

Importancia Cultural

Las investigaciones arqueológicas realizadas en la sección oriente del sitio a partir de su descubrimiento en la década de 1970, área conocida como Cacaxtla, develan una de las sociedades más importantes que se desarrollaron en el periodo Epiclásico (650-900 d.C.) de Mesoamérica. Su poderío logró la hegemonía política, militar y económica en gran parte del valle poblano-tlaxcalteca después de la caída de Teotihuacan y Cholula, consiguiendo entablar relaciones comerciales a larga distancia con regiones distantes como la Costa del Golfo y la Cuenca de México. Entre sus vestigios destaca el Gran Basamento, un gran complejo arquitectónico de estructuras superpuestas y adosadas que presentan sofisticadas pinturas murales, únicas en su clase, en los llamados Templo de Venus, Templo Rojo, Mural de la Batalla y Pórtico A. Debido a la necesidad de proteger las valiosas pinturas, en la década de 1980 se colocó una amplia techumbre de alrededor de 10,000 m2 sobre la sección medular del Gran Basamento.

Xochitécatl, fue erigido sobre la cima del Cerro Xochitécatl adecuando la arquitectura a la topografía del cerro mediante terrazas habitacionales y de cultivo, colocando los monumentos más importantes en la cima incluyendo la Pirámide de las Flores, la Pirámide de la Serpiente, la Pirámide de la Espiral y el Basamento de los Volcanes. Xochitécatl se desarrolló primordialmente durante el periodo Formativo (600-100 a.C.). Varios elementos estudiados como el paisaje ritual, ofrendas de conjuntos de figurillas, entierros humanos y elementos arqueo-astronómicos, concuerdan en la concepción de un centro ceremonial principalmente orientado hacia un culto a la fertilidad y a la propiciación de lluvias, cuyos símbolos parecen ser transmitidos a través de la imagen femenina.

Acceso

La zona Arqueológica de Cacaxtla-Xochitécatl se localiza en la población de San Miguel del Milagro, a unos 19 km al suroeste de la capital, en el municipio de Nativitas. Para acceder a las zonas desde el Distrito Federal, se recorre la Autopista No. 150 hasta la caseta de San Martín Texmelucan, Puebla. Unos pocos kilómetros después, se toma la salida del libramiento en Xalmimilulco con dirección al poblado de San Miguel Xochitecatitla, donde se puede seguir las indicaciones para llegar al camino asfaltado (1.9 km.) que sube por la ladera hacia Xochitécatl.
Para visitar Cacaxtla, se debe pasar San Miguel Xochitecatitla continuando en dirección a Nativitas hasta topar con el entronque de San Miguel del Milagro y Cacaxtla.

Servicios disponibles en la zona

Cacaxtla: Museo de Sitio, Tienda de Publicaciones, Taquilla, Sanitarios y Restaurant.

Xochitecatl: Estacionamiento, Museo de sitio, Taquilla y Sanitarios

Horario

Lunes a Domingo de 09:00 a 17:30 horas.

Cobro de acceso: 65 pesos

Contacto
Centro INAH Tlaxcala
01 (246) 4 62 93 75 y 4 62 90 31 o 01 (246) 41 6 00 00
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Recomendaciones:El tiempo de recorrido es de una hora en cada zona, por lo que deberá usar protector solar, ropa cómoda y agua para hidratarse.

 

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