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Cultura y Espectaculos

Edipo, pintor. Algarabía

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Categoría: Cultura y Espectaculos Creado: 13 Mayo 2017 Visto: 2920

edipooVictoria García Jolly
Como cualquier persona, hasta los grandes maestros del arte tienen una mujer que los engendró, los cuidó, los llevó a la cama, los vio crecer y, tal vez para entretenerlos, les puso un pedacito de carbón o un lápiz en la mano.

Estas madres de las que hablamos fueron plasmadas en el lienzo por sus hijos. No sabemos si posaron pacientemente para ellos, con los ojos iluminados de orgullo materno, o lo hicieron a regañadientes; desconocemos también si posaron por apoyar a sus vástagos en sus carreras, o éstos las tomaron por sorpresa; si su abnegación las hacía incondicionales modelos para el caballete, incluso desconocemos si les gustó, o no, el resultado.
¡Ahí, madre!
Lo más intrigante del tema es la motivación de cada autor. Uno puede suponer que las retrataron porque no había nadie más a quien pintar, o por hacerles un homenaje, un simple regalo, por puro amor, por echarlas de menos o por un mero ejercicio catártico, es decir, por un genuino y velado complejo de Edipo, en el que la idealización de la madre llegó a tal nivel que se vieron forzados a capturarla en la obra pictórica.
Vincent van Gogh,1 por ejemplo, pintó de memoria a Anna Cornelia Carbentus van Gogh, a quien amaba profundamente, porque, además de extrañarla, aborrecía la fotografía en blanco y negro que tenía de ella: «[...] estoy haciendo un retrato de Madre para mí. No soporto la fotografía sin color, y estoy intentando hacer uno con un color armonioso, como la veo en el recuerdo». Anna había sido su primera maestra, se sentaba en el piso a pintar con su pequeño Vincent, en quien, además, inculcó su propio hábito de la correspondencia. Anna lo vio partir más de una vez y no siempre feliz; sobrevivió a la muerte de su marido, a la pérdida de una pierna tras un accidente, al suicidio de Vincent y a la temprana muerte de Theo, su segundo hijo e incondicional del primero.

Aline María Chazal Gauguin, hija de una activista peruana y un burgués parisino, fue educada para tener una profesión, así que al quedar viuda muy joven, no tuvo dificultad para sacar adelante a sus dos hijos: Paul y María. Paul, como buen Edipo, atesoraba una fotografía de ella a los 14 años, a partir de la cual elaboró un retrato ya estando en la Polinesia Francesa, donde desarrolló lo mejor de su obra. En este retrato, la idealización de la madre produjo una imagen llena de color y armonía.
Otra que quería y extrañaba profundamente a su madre fue Sofonisba Anguissola,2 hija de Bianca Ponzoni, quien murió cuando su pequeña apenas tenía 5 años. Bianca y su esposo habían decidido que sus hijas no seguirían el camino tradicional de las mujeres de su época —esposas, cortesanas o monjas— así que educaron a sus seis hijas en las artes y el latín. Sofonisba resultó ser la más talentosa y reconocida en su época y retrató a su madre probablemente basada en el parecido que tenía con ella misma y sus hermanas: fuerte, bien plantada y decidida.
Madre sólo hay una
Andy Warhol y Henri de Toulouse-Lautrec3 fueron ambos niños enfermizos e hijos de madres sobreprotectoras que los introdujeron al arte debido a su necesidad de permanecer en reposo.
Henri, hijo único de la condesa Adèle de Toulouse-Lautrec, diariamente, sin importar cuáles hubieran sido sus actividades del día —pintar, una parranda, un encuentro con una prostituta— sin falta se arreglaba para cenar en casa de su madre, a quien de frente llamaba «Mamman», y a sus espaldas, «Adèle», síntoma de esa dependencia enfermiza entre ambos.

La condesa, después de la muerte de su hijo, se dedicó a difundir su obra y fundó el Museo Toulouse-Lautrec en la ciudad de Albi, en la residencia de la familia.
Por otro lado, la madre de Andy, Julia Warhola, dos años después de que éste se instalara en Nueva York, lo siguió y vivió con él los siguientes 20 años. En esta relación se borran las fronteras de «tu obra y la mía»: los dos terminaron trabajando juntos en lo que uno y otro hacía; se dice que es en este periodo en el que Warhol se forma como artista y en el cual desarrolla su máxima genialidad y creatividad. Rompiendo todo límite, Julia protagonizó el filme Mrs. Warhol (1966), dirigido por Andy, y realizó su propio arte pop bordando y haciendo flores de papel —sencillamente esta parejita era inseparable.

Otros Edipos
La lista de madres pintadas y pintores de madres no acaba; no hemos mencionado al mismísimo Rembrandt, hijo de Neeltgen Willemsdochter van Zuytbrouck, quien, además de alojarlo en su casa, le servía de modelo a él y a sus alumnos, entre ellos Gerrit Dou. Queda en el tintero Ann Watts Constable, madre de John Constable, quien no se mordía la lengua para declarar que este gran paisajista del clasicismo era su hijo favorito. Marie-Françoise Oberson [1], quien fue pintada por Jean Baptiste Camille Corot, y Anne Elizabeth Honorine Aubert [2], pintada por Paul Cézanne, retrataron a su madre porque el estilo impresionista se prestaba para ello y las presentaron casi siempre absortas en lo suyo, sin mirar al espectador.
George Seurat, en su estilo puntillista, hace un esbozo en blanco y negro de Ernestine Faivre [3], su madre, en 1882. Dante Gabriel Rossetti, hijo de Frances Mary Lavinia Polidori [4], llega al punto culminante del idealismo y la retrata como Santa Ana. Frida Kahlo, hija de Matilde Calderón [5], le da su justo lugar al retratarla dentro de su árbol genealógico.
Conoce a otros pintores que hicieron de su madre su musa en Algarabía 68.

 

La cotidianeidad mexicana desde las páginas de Excélsior

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Categoría: Cultura y Espectaculos Creado: 13 Mayo 2017 Visto: 2865

excelsiorrSabía que acaso el mejor material para construir y cementar ese nuevo México progresista era crear la imagen que el país proyectara de sí mismo en un periódico que encarnara, literalmente y en todos sus aspectos, “la vida nacional”
EDWIN ALCÁNTARA. EXCÉLSIOR

CIUDAD DE MÉXICO.
Alducin no se equivocó
Cuando en su primer editorial el diario Excélsior, del 18 de marzo de 1918, declaró que se proponía participar en la reconstrucción material y espiritual del país, se tomó muy en serio la tarea. El joven empresario Rafael Alducin, que había aprendido el negocio periodístico al visitar las oficinas de El Imparcial y luego adquirió un importante fogueo empresarial al vender llantas y organizar carreras de automóviles en Chapultepec, luego en adquirir la revista El Automóvil en 1912 y Revista de Revistas en 1915, sabía por experiencia propia los gustos de las élites sociales y de las clases medias mexicanas, deseosas de volcarse a una “normalidad” tras los largos años del fuego revolucionario, sedientas de gozar nuevamente de un orden que se había fracturado para siempre y que ahora necesitaba ser reinventado.

Alducin no se equivocó: sabía que acaso el mejor material para construir y cementar ese nuevo México progresista era crear la imagen que el país proyectara de sí mismo en un periódico que encarnara, literalmente y en todos sus aspectos, “la vida nacional”. Y eso no sólo significaba una abundante información periodística sobre la nación y las opiniones de sus articulistas, sino, literalmente, construir en todos sus ámbitos una imagen de la vida de la sociedad mexicana que pudiera arraigar no sólo en sus ideas, sino en su imaginación, en la representaciones que los mexicanos tendrían de sí mismos.

Ante todo un empresario hábil y estratega, Alducin pareció siempre tener claro que la publicidad era una clave para sostener buena parte de la maquinaria de su flamante Excélsior y supo que la variedad de secciones e información para una diversidad de públicos era lo que conformaría el gusto de los lectores, los haría identificarse con el diario, pero, mejor aún, los haría ensoñar y sentir su pertinencia a ese mundo cosmopolita el cual, a través de la palabra, las ilustraciones y la fotografía, crearía una explosión de tipos sociales e idealizaciones de la vida cotidiana, así como modelos de consumo asociados a la jerarquía social, a la posesión de un estatus y a la imagen de modernidad vinculada con valores como belleza, libertad, superioridad social, éxito personal, bienestar material y un largo etcétera. Estas líneas buscan ser sólo un asomo a la idea de cotidianeidad sugerida por la publicidad y algunas notas de Excélsior, en este caso mediante un ejercicio de imaginación sobre la vida cotidiana de unas hipotéticas lectoras del Diario de la vida nacional.

Ser mamá en los años 20
Aunque la mañana del miércoles 10 de mayo de 1922 Excélsior informaba de las tempestades de polvo que se abatían sobre la ciudad de México provenientes del lago de Texcoco —según declaró el ingeniero Miguel Ángel de Quevedo—, esto parecía no ser suficiente para ensombrecer el primer Día de las Madres celebrado en México y propuesto por Rafael Alducin, cuya iniciativa prosperó y fue acogida por muchos negocios, empresas, clubes, escuelas e instituciones que le hicieron eco. Para la gran ocasión Excélsior proponía un delicioso itinerario de agasajos.

Imaginemos entonces a una joven y bella madre, que al prepararse para ese día, después de bañarse debía lavar su cabello con Danderina, un líquido fortificante y embellecedor recomendado en las páginas del diario de la vida nacional, para luego disfrutar uno de los tantos programas de los festivales en honor a las madres de las escuelas como el jardín de niños Herbert Spencer, El Colegio Mexicano, la academia comercial Lerdo de Tejada o la primaria Ignacio Manuel Altamirano, donde disfrutaría de ofrendas florales, recitaciones, coros, ejercicios gimnásticos con bastones e interpretaciones musicales.

Excélsior sugería además una larga lista de regalos para halagar a las madres como un reloj pulsera, un libro selecto, un juego de té, un sombrero de moda, una sombrilla de seda, un vestido moderno, un fonógrafo, un piano automático, un par de guantes o una alhaja valiosa, mientras que las tiendas de electrodomésticos, las tiendas de chocolates y bombones y los restaurantes ofrecían atractivos descuentos. Quizá por la noche, con los pequeños encargados a la nana o a la abuela, la feliz esposa y madre podría asistir a un concierto en la sala Wagner con obras de Verdi y Bizet, o acaso disfrutar en el teatro Principal la zarzuela especial titulada “El Día de las Madres”

Para el siguiente fin de semana, el esposo y padre, acaso lector asiduo de Excélsior, de Revista de Revistas o del Jueves de Excélsior, haría un paseo dominical campestre con su familia en su automóvil Paige-Jewet, anunciado en las páginas de su diario como “un coche para muchos años”, en el que ―de acuerdo con la ilustración― la espigada y joven esposa con falda de pliegues, una blusa de fresca seda a cuadros con listones que serían elevados por el viento, sombrero redondo de ala ancha para el sol, observaría a sus pequeñas hijas que corrían a la orilla de un estanque con blancos patos y juncos, mientras el marido miraría la escena, casi indiferente, con su jaquet casual, boina inglesa y con su pipa humeante, complacido frente al volante de su Paige-Jewet.

Al México de la posrevolución le urgía imaginar a detalle un estilo de vida estable, perfectamente trazado sobre la familia de clase media y alta, con los roles bien dibujados de sus miembros, sus actividades de ocio, recreación y felicidad en familia. Pero las mujeres parecían comenzar a generar inquietud en este modelo de exclusividad masculina para ciertas prácticas, pues un reportaje de Excélsior discutía la habilidad de las mujeres para manejar automóviles y los riesgos que ello traía, así como las características deseables que debía poseer una buena conductora que se atreviera a tomar el volante. La desconfianza en las capacidades del género femenino y de su pretendida inferioridad para habilidades reservadas a los hombres, parecía ser un esquema que comienza a resquebrajarse

Nuestra joven mamá, al lunes siguiente, tras la semana de festejos a la Madre, se las tendría que volver a ver con los quehaceres domésticos y, tal como lo proponía la publicidad del antiséptico y desinfectante Lysol, debía tomar la cubeta, la escoba, el trapeador y el balde de agua en el que se agregaría la maravillosa sustancia que se encargaría de liquidar los millones de microbios del fregadero, el inodoro, la cocina y los “rincones oscuros”. Pero si se observaba con atención el anuncio, se alcanzaba a ver una falda larga y unos zapatos oscuros al lado de la cubeta, que no sugería tanto que esas “amas de casa” hicieran ese trabajo, sino más bien que las lectoras de Excélsior, compraran Lysol y lo dieran a su personal de servicio doméstico.

Ya por la tarde —tal como lo sugería la publicidad de las baterías Eveready—esta afortunada madre se podía reunir con el esposo, sus hijas o incluso la vecina, en los mullidos sillones de una sala, a escuchar los programas de la radio, el sensacional invento que aún estaba en vías de perfeccionamiento, como lo demostraba un reportaje de Excélsior sobre las mejoras hechas por el ingeniero mexicano Joaquín Ocampo a la calidad del sonido con amplificadores que lo hacían más nítido y eliminaban el molesto ruido de la estática. El confort de la vida doméstica se fusionaba con la tecnología vanguardista que proporciona diversión, información y esparcimiento para los momentos de ocio, placer acaso poco expandido entre las mujeres pobres de las vecindades que encontraban mejor diversión en tejer lazos de sociabilidad con sus vecinas.

Ser mujer en los años 40
Para el inicio de la década de 1940, el proceso industrializador del país estaba en marcha y las mujeres seguían su lento pero constante avance en la vida económica y laboral. Imaginemos ahora a una joven de clase media, hija de un modesto empleado de gobierno que tras su siesta dejó el Excélsior en el sillón, y ella toma el diario para ver que la primera plana que informaba de las “Decenas de muertos y heridos” por la “exaltada lucha electoral”, que dio el triunfo presidencial Manuel Ávila Camacho frente al furioso reclamo de los almazanistas. La joven curiosa pasaría las páginas y se podía encontrar con un pequeño anuncio que le prometía la oportunidad de convertirse en mecanógrafa y aprender a redactar correctamente en tan sólo 40 días en la escuela del profesor Luis J. Ponce en Allende 41, con la seguridad de poder, según lo prometía el anuncio, iniciarse en los trabajos de oficina y ser secretaria con “jerarquía con mayor retribución”.

Esa chica, seguramente sagaz y con grandes aspiraciones, conseguiría la colocación como mecanógrafa en una de las emergentes y pujantes empresas mexicanas y, si seguía la recomendación de un anuncio de Excélsior, cada mañana podía lograr una sonrisa esplendorosa gracias a la crema dental “Squibb”, que neutralizaba la acidez bucal, y con el marco perfecto del lápiz labial mostraría la blancura y el brillo natural de sus dientes y tendría un futuro tan brillante como su sonrisa, pues, acorde con Squibb, sólo era cuestión de sonreír y triunfar. Esta dilatada fortuna podía incluir para esa chica el romance, noviazgo y compromiso matrimonial con un joven empleado de, digamos simplemente, una mejor posición social. Si la joven casadera estaba ya en los preparativos prematrimoniales, pensaba en la compra de sus mueblas y si daba un vistazo al Excélsior de su novio, podía ser seducida por idea de la mueblería “Arte Virreinal” de comparar un comedor colonial de cedro rojo, con acabos finamente labrados, con vitrina y trinchador que la hicieran sentir una virreina, marquesa o condesa. De esta forma compraría también la ilusión de jerarquía social y de pertenencia a una estirpe con que la joven olvidaría su modesto origen. La ilusionada novia tendría también en Excélsior una espléndida guía para adquirir su vestido en la “Casa Viena”, ubicada en República del Salvador, en “La Novia moderna”, de República de Chile 67, o en “Riestra, de 20 de noviembre 53, con paquetes completos desde 150 pesos.

Una vez en casada y en casa, para nuestra joven esposa la organización de la vida doméstica estaba acechada por las tentaciones de comodidad que ofrecían los aparatos anunciados en Excélsior pues bastaba darle una hojeada al diario para enterarse de que podía disponer de dos “criados” en el hogar, según lo anunciaba la compañía General Electric: uno era el molino de café Kitchenaid que permitía conservar toda la frescura y el aroma del grano al instante de servirse —a su marido, creemos—; el otro, más bien una “criada”: la batidora Kitchenaid que le permitía hacer pasteles, panes, mayonesa, puré y salsas, economizando tiempo y molestias, y “al alcance de cualquier hogar”. En la publicidad brillaba en todo su esplendor una fantasía jerárquica de la vida doméstica donde la mujer, se pretendía, debía sentirse un ama y gran señora rodeada de servidumbre, sin importar su clase social gracias a los avances de la tecnología doméstica; y no estar atrapada en una vida de sirvienta, facilitarse las tareas domésticas y tener tiempo para su arreglo personal.

Las lavadoras promovidas por esta misma compañía eran candidatas a convertirse en una sirvienta más, pues, según lo proclamaban, contaban con exprimidor de rodillos y se comprometían a extraer la mugre “sin hacer bolas la ropa y sin maltratarla jamás”; se encontraban a la venta en Artículo 123 y San Juan de Letrán. La promesa de liberarse del suplicio que era el lavadero para las mujeres, encarnada en las lavadoras era suficiente persuadir al bolsillo del marido, pero los lavaderos de las vecindades o los ríos que aún fluían en la ciudad sobrevivirían por largo tiempo. Otro tanto ocurría con el suspiro que podía arrancar la “hermosísima cocina Royal”, flamante, con relucientes acabados, equipada con los famosos quemadores “gasotérmicos” que consumen la mitad del gas, a la venta en la tienda “El Hogar Eléctrico” de Isabel la Católica 51. El trabajo de cocinar debía, pues, ser disfrutado como una actividad que causara placer a las mujeres, crearle un entorno de gozo, comodidad y economía

Cuando nuestra joven esposa tuviera fuertes presentimientos de que se convertiría en madre, providencialmente encontraría en Excélsior un bello anuncio ilustrado con una espléndida ave de largo pico en el cual llevaba sostenía un paño con precioso bebé de pies gordos y desnudos. “Señora: ya puede usted esperar plácidamente a la cigüeña sin sufrir mareos, náuseas, vómitos”, porque las pastillas Fuku-Emol suprimirían todos esos síntomas sin reacciones tóxicas ni riesgo alguno. Pero para si alguna “desafortunada” amiga de nuestra lectora de Excélsior no lograba concebir un bebé, ella podía sugerirle la ayuda del Instituto Médico Standard que, si bien no se comprometía a traer puntualmente a la cigüeña, sí ofrecía un diagnóstico puntual para atacar los trastornos o padecimientos que producían la esterilidad.

A los pocos años, las dudas de nuestra ahora joven mamá sobre la correcta elección educativa para sus hijos también encontrarían respuesta en Excélsior, donde se recomendaba al Colegio Williams de Mixcoac que contaba con un Kinder Garten, primaria y servicio de camiones. Y cada mañana, antes de que subieran a los autobuses, esta madre podía seguir el sabio consejo de “educar” el cabello de sus hijos con Radio, un preparado con el que la cabellera de los niños adquiría docilidad para que cuando lleguen “a la edad de la presunción”, no tuvieran problemas para peinarse, además que esta sustancia, juraba el anuncio, era usada por artistas de cine, daba distinción y elegancia. Asegurar la educación de los hijos y un porvenir exitoso y de reconocimiento social, eran la fórmula a la que apostaba este tipo de publicidad.

Si la felicidad matrimonial perduraba los suficientes años, como para acudir a una cena con los socios o jefes de su marido, la esposa podía bañarse con aromáticos jabones, brillantinas, colonia o polvos de Maderas de Oriente, de Myrurgia; además de pintar sus uñas con el esmalte Mary Dare con el nuevo color de “gran moda”: vino Chianty. Los aromas finos eran parte imprescindible del estilo de vida: el efecto del exotismo oriental que denotaba lujo y exclusividad. Después se calzaba unas zapatillas que había comprado ex profeso en el centro, en la zapatería Rosamartha, de 5 de mayo número 6, donde había calzado de tacón corrido y calado como el que usan “las Estrellas de Hollywood”.

Si al cabo de los arduos años de matrimonio nuestra espléndida mujer llegaba a sentirse preocupada por el paso del tiempo, tenía opciones a la mano gracias a los productos de Helena Rubistein, marca para la cual, decía su lema, “la belleza no tiene edad”, y promovía en Excélsior sus compresas para los “ojos cansados y arrugados”; una crema para los “párpados abolsados” y otra nocturna, afirmaba, “para el cutis envejecido, lleno de líneas y arrugas”. También tenía la posibilidad de hacerse un tratamiento facial en la clínica de belleza de la señora Colomba P. de Isasi, quien, como indica una nota de Excélsior, había pasado una larga temporada en Nueva York y París con los más célebres médicos faciales y ahora equipaba su nuevo centro de belleza con aparatos traídos de Europa y Estados unidos, lo que le permitiría asegurar que quien se sometiera a su tratamiento lograría rejuvenecer. Entre las tantas representaciones que habitaban del imaginario social, estaba la de rejuvenecer gracias a los saberes y adelantos nuevo traídos de las grandes mecas de la moda.

Mujeres atrevidas de los años 50
Mientras una nota de Excélsior de 1952 comentaba que si ganaba la presidencia el candidato priísta, Adolfo Ruiz Cortines, el voto femenino era inevitable, en la práctica las mujeres tomaban gradual pero progresivamente más espacios laborales y públicos. Por ejemplo, podemos imaginar ahora a una joven de clase media deseosa de poder obtener algunos ingresos propios o incluso independizarse si, como lo sugería un anuncio de nuestro diario, se convertía en una experta costurera gracias a su Centro de Costura Singer que le permitiría hacer confecciones perfectas, lindos vestidos, bordados de maravilla e inclusive hacer decorados “con arte y buen gusto”; sólo le bastaría que fuera al tomar clases con las profesoras expertas de Singer y, si trabajaba, podía asistir a clases nocturnas. Si esta emprendedora mujer lograba hacer prosperar su propio taller de costura, tendría que reorganizar su vida diaria y acaso dejaría el cuidado de sus pequeños en la guardería y jardín de niños María Luisa Bandala, anunciado en las páginas de sociales de su diario, pues su sala maternal contaba con “cunitas, corralitos, camitas y juguetes” que proporcionaban seguridad y alegría a los niños durante su estancia.

Tal vez esta moderna madre ya no fantaseaba con una casa con sala estilo virreinal, sino con una de estilo americano, con paño de lana, “clásico, moderno, exclusivo y diferente”, con mesa modernista de caoba, a sólo 1,850 pesos, como se la anunciaba la mueblería Galerías Greco de Álvaro Obregón, en la colonia Roma. Ahora ella no se conformaría con escuchar la radio, sino que aspiraba a disfrutar de una televisión Craftsmen, anunciada como “la pantalla más grande de México” con alta calidad de contraste en blanco y negro y con la más alta fidelidad en imagen y sonido.

Acaso también era una mujer que podía ser un poco más atrevida y libre en sus conductas y relaciones, como lo proponía el anuncio de lápiz labial Pal, que llenaría sus labios con la finísima pasta de lindos colores y aroma exquisito, para herir el corazón de su hombre que besaría incluso su cuello, tal como lo mostraba la ilustración impresa en Excélsior. Quizá también se pensaba como una mujer “dueña de sí, atractiva y encantadora” para un hombre al que podía echar los brazos al cuello sin temor, tal como proponía la fotografía de la publicidad de la crema desodorante Odorono que garantizaba desaparecer el desagradable olor de la transpiración durante 24 horas

Nuestra audaz mujer de los años 50 podía pedir a su hombre que la llevara un viernes por la noche al restaurante bar Los Canarios, en Reforma 2601, donde cenaría, bailaría y podría convivir, como lo prometía el anuncio, con artistas de teatro, radio y televisión. Los medios de comunicación adquirieron su lugar en la imaginación como fuentes de prestigio social y quien tocara a sus “artistas” participaría de su luminiscente encanto. Pero nada tendría sentido si esa noche no se consumaba otra fantasía publicitaria del brassiere Exquisite Form, que garantizaba “belleza en la intimidad”, hecho con los materiales más finos y suaves, y que le daba a la silueta femenina la belleza con que “toda mujer sueña” (de venta en el Centro Mercantil). Y seguramente al calor de las bebidas de la cena, tampoco mostraría pudor en lucir sus piernas unas medias Clearspon transparentes y adorables que, como rezaba su publicidad, le permitirían gozar de una nueva sensación de prenda nylon que se amoldaba a la piel.

Ahora las clínicas de belleza no sólo hacían tratamientos faciales, ahora se anunciaban sin pudor las cirugías plásticas y estéticas, como las de la clínica del doctor Daniel Oseguera, en Insurgentes 44, quien ofrecía corrección de cara, busto, abdomen y por supuesto nariz, para lo cual contrastaba dos fotografías donde una nariz femenina recta y larga con otra pequeña y respingada. Los estereotipos de belleza comenzaban pues hacer estragos en quienes no cumplieran los estándares o cometieran el terrible accidente de nacer con una constitución robusta o una bella nariz libanesa.

Excélsior, detonador de la imaginación

Si el periódico ―y especialmente su publicidad― es un creador y multiplicador de fantasías, constructor tipos y estereotipos sociales y modelos de conducta que con frecuencia poco tienen que ver con la difícil realidad cotidiana de muchas familias e individuos, no podemos regatearle su poder generador de expectativas y aspiraciones en sectores significativos de la sociedad mexicana y, en este caso, como detonador la imaginación femenina en torno a la cultura material, el consumo, la vida familiar, los roles de género, los espacios y formas de sociabilidad, las nociones de lo estético, el gusto y el placer, los rituales privados y públicos, la formación de ideas sobre la pertenencia a una clase o jerarquía social. Las páginas de Excélsior se movían entre las representaciones periodísticas de la realidad y los imaginarios de la publicidad capaces de crear ensoñaciones sobre mundos posibles, fantasías de ascenso social acaso a veces cumplidas, modelos de vida idílicos que provocaban suspiros y movían a los lectores y lectoras que, gracias a su diario, podían imaginar lo que creían o querían que fuera “la vida nacional”.
* Académico del Instituto de Investigaciones Bibliográficas de la UNAM.

 

Dedica Archivo Histórico exposición a Venustiano Carranza

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Categoría: Cultura y Espectaculos Creado: 13 Mayo 2017 Visto: 2789

carranzaaPor E. P. Armas. La Jornada de Oriente

En el marco del aniversario luctuoso de Venustiano Carranza, considerado uno de los personajes históricos más importantes de la Revolución Mexicana, el Archivo Histórico del Estado de Tlaxcala (AHET) realiza la exposición de documentos “Manifestaciones de duelo en Tlaxcala por la muerte de Venustiano Carranza” y “Tlaxcala se adhiere al Plan de Agua Prieta”.

Los documentos rememoran las ceremonias luctuosas y manifestaciones de duelo que se realizaron en diferentes partes del estado de Tlaxcala después de recibir la noticia de que Venustiano Carranza había sido asesinado en Tlaxcalantongo, Puebla, el 21 de mayo de 1920.

La exposición “Tlaxcala se adhiere al Plan de Agua Prieta” muestra los escritos en los que se desconocía a Carranza como presidente y recopila los sucesos más trascendentes de este hecho que provocó una enraizada persecución que terminó con su asesinato a manos de los soldados del general Rodolfo Herrero, quienes, se menciona, al grito de “Muera Carranza”, “Viva Obregón”, lo ultimaron.

Venustiano Carranza fue inmortalizado como el caudillo revolucionario que tuvo entre sus mayores propósitos guardar y hacer guardar la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.

Durante su mandato se hicieron inversiones para nuevas escuelas, promovió la agricultura y la minería, e impulsó la construcción del nuevo Estado mexicano, municipio libre y la separación de los poderes, entre otras cosas, acciones que le permitieron imprimir su nombre en la historia de México.

La exposición documental “Manifestaciones de duelo en Tlaxcala por la muerte de Venustiano Carranza” se encuentra en el Museo de la Memoria, ubicado en avenida Independencia, número 3, de la ciudad de Tlaxcala.

En tanto, la muestra documental “Tlaxcala se adhiere al Plan de Agua Prieta”, se ubica en la Sala de Consulta del Archivo Histórico, en San Pablo Apetatitlán.

 

Grupo La bruja en Tlaxcala

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Categoría: Cultura y Espectaculos Creado: 10 Mayo 2017 Visto: 2749

titeres2 645x330Edith López Sánchez. CORACYT

Ver un espectáculo de títeres siempre remite a la infancia, juegos, cuentos, imaginación. En el nuevo montaje “Costumbres y Tradiciones” del grupo La Bruja, nos remite a personajes relacionados con nuestra historia, tradiciones, costumbres y lo cotidiano. Alberto Orozco, director de la agrupación comenta de la reciente producción y la manipulación de las marionetas.
Este es un espectáculo reciente tratamos de agarrar personajes emblemáticos de varios lados: la danza del venado, Charles Chaplin, un payaso que es muy famoso en Europa que yo lo ví una vez en la ciudad de México que se llama Robinovich, que es muy famoso, que es de las grandes propuestas del Clown.
El arte de manipular y dar vida a un títere requiere de la magia, entrega y corazón que el titiritero transmite al espectador a través en este caso, de la marioneta, movimientos bien logrados después de estudiar a Chaplin, Robinovich y el venado por Alberto Orozco.
Ya que son personajes que son del cotidiano, entonces si hay que bailarles, sentir, meterse en lo que hacen ellos, no sé, viendo videos, escuchando la música y así se va quedando es parte de y pero si es un poquito complicado que son característicos de cada muñeco.
Las piezas son elaboradas desde su concepción hasta su vestuario por los integrantes de La bruja quienes no solo entregan el corazón sino toda la energía, pues el espectáculo cierra con la participación de Laura.
Baile Alberto y Laura Después de su presentación en el teatro Xicohténcatl el pasado 7, la bruja estará presente en la feria del libro que organiza el Instituto Politécnico Nacional en la ciudad de México el próximo viernes 12 de mayo.

 

Ser madre en México

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Categoría: Cultura y Espectaculos Creado: 10 Mayo 2017 Visto: 2681

Ser madre en mexicoCarlos Bautista Rojas

¿Cómo surgió uno de los días más comerciales de la actualidad?

Cuantas madres —sin doble sentido— hay en nuestro país y qué nos dicen las estadísticas al respecto? Un poco de todo ello se responde a continuación.
«El provenir de un hijo es siempre obra de su madre.»
Napoleón

10 de mayo 2017
Los restaurantes se encuentran a tope y, aún con reservación, hay multitudes esperando a que se desocupe una mesa.
Las tiendas de regalos siguen abarrotadas, a pesar de que varias de sus mercancías en oferta se agotaron el día anterior. No se diga los puestos de flores; hay uno en cada esquina.
—Porque lo digo yo... ¡que soy tu madre!—
Curiosamente, la mayoría de los pagos son en efectivo porque —¿es de sorprenderse?— muchos regalos son adquiridos en el llamado «comercio informal».
Aunque muchas mamás esperan recibir objetos personales —ropa, zapatos, perfumes, accesorios— o incluso efectivo, no faltan los incautos que se dejaron llevar por las «ofertas especiales» en electrodomésticos que «facilitarán las tareas de su cabecita de algodón» [sic].
Es el Día de las Madres y, según la Procuraduría Federal del Consumidor, es una de las fechas en que los mexicanos gastamos más —equivalente a la Navidad o el Año Nuevo—. Pero, ¿de dónde nos nació esta costumbre de acordarse de tener madre sólo una vez al año?
«Por la paz y contra la comercialización»
Aunque la mayoría de las culturas originarias han dedicado algún día a celebrar la figura materna, el Día de las Madres como lo conocemos es muy reciente.
El primer intento por establecer la «oficialidad» de este día corrió por cuenta de Julia Ward Howe, una estadounidense abolicionista, poeta y activista social por los derechos de las mujeres que, en 1870, redactó su Manifiesto del Día de las Madres, en el que llamaba a concertar la paz como oposición a la Guerra de Secesión estadounidense y la guerra franco-prusiana.
Howe se mantuvo en su campaña pacifista y propuso que la celebración se estableciera el 2 de junio de 1872; pero su propuesta no tuvo resonancia, a pesar de que insistió años.
En 1905 otra activista social, Ann Maria Reeves Jarvis, murió, y su hija, Anna Jarvis, emprendió una campaña —un par de años después— para que se aprobara el «Día de la Madre» como reconocimiento a las actividades de su madre durante la Guerra de Secesión.Ser-madre-en-mexico-3

En 1914 el presidente Woodrow Wilson adoptó la iniciativa y en poco tiempo, cada segundo domingo de mayo, la celebración ya era una costumbre en los ee.uu.
Sin embargo, para 1920 Anna Jarvis se volvió en contra de esta celebración «por la excesiva comercialización» que se le daba a un día que, según ella, debía conmemorarse con devoción y trabajo propio «y no con regalos que ha elaborado alguien más». De hecho, Anna Jarvis fue arrestada en una ocasión «por perturbar la paz» durante las manifestaciones que organizaba como protesta. Ella y su hermana Ellsinore dedicaron sus últimos días y recursos a esta causa.
En México
El 10 de mayo todos celebran a su madre aunque a muy pocos se les note.
Escuchado por ahí
El 13 de abril de 1922, la gente que leyó el diario Excélsior encontró una curiosa nota —firmada por Rafael Alducín— en la que se invitaba a difundir y celebrar, por primera vez, el Día de la Madre en México: «Excélsior pretende que el 10 de mayo de todos los años sea consagrado por los hijos a enaltecer en vida o en memoria a quienes les dieron el ser». El papa Pío xi dio su respaldo a esa conmemoración cuando se reunió con Alducín en Roma un año más tarde.
Ese «apoyo» no fue gratuito, pues la iniciativa de Alducín sirvió como contrapeso a la propuesta de control natal que la abogada y pedagoga Esperanza Velázquez empezó a fomentar desde Yucatán, para reducir los gastos de las familias menos favorecidas —que entonces tenían un promedio de 10 a 12 hijos— y así mejorar su calidad de vida. Por supuesto, los grupos conservadores pusieron el grito en el cielo, porque esto dio pie a hablar de métodos anticonceptivos y demás «temas prohibidos» para la época.
—Minigalería de mujeres célebres—
Durante el gobierno de Lázaro Cárdenas, se promovió el festejo como una celebración patriótica, para fomentar la idea de que la familia es la base del Estado y para aminorar —en vano— la influencia que la Iglesia ejercía sobre la población, en especial sobre las mujeres, a quienes siempre ha tildado como origen de todos los males desde el llamado «pecado original».
La celebración se empezó entonces a fomentar desde las escuelas por medio de festivales infantiles.

Para 1942 la fecha ya gozaba de tal popularidad que la celebración duró toda una semana. Un dato curioso de ese año es que el Monte de Piedad ofreció a todas las madres que podían reclamar, sin costo, sus máquinas de coser empeñadas.
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«La familia pequeña vive mejor»
En el segundo párrafo del artículo cuarto de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, se lee: «Toda persona tiene derecho a decidir de manera libre, responsable e informada sobre el número y el espaciamiento de sus hijos».
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía —inegi— registra que el promedio de hijos que han tenido las mexicanas —de 1969 al 2009— se redujo de 7 a 2.4 hijos. Esto se debe a varias causas: la política poblacional que comenzó en la década de 1970 —¿recuerdan el slogan de «La familia pequeña vive mejor»?—; los cambios socioeconómicos que aumentaron la escolaridad en la población, pero sobre todo, que la mujer tuviera una mayor participación económica, social y política.
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¿Por qué padecer tumultos y multitudes —que seguro provocarán malos momentos e incluso discusiones— cuando se puede tener un buen detalle desde la comodidad del hogar?

 

México, entre los 5 países más amigables del mundo

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Categoría: Cultura y Espectaculos Creado: 10 Mayo 2017 Visto: 2955

destacada mexico¿Sabes qué es lo que convierte a México en uno de los países más amigables del mundo? Aquí te lo contamos.
¿Cómo saber que un país es más o menos amable que otro? Cada año, InterNations, una de las redes de expatriados más grande del mundo, realiza una encuesta para saber cuáles son los mejores lugares para vivir si eres extranjero.

Para quienes no lo saben, el término expatriado o expat -y que oímos cada vez más- se refiere a aquella persona que radica fuera de su país de origen, ya sea por trabajo, intercambio académico, prácticas profesionales u otro motivo.

Este año, se encuestaron a 17 mil personas alrededor del mundo, a quienes se les preguntó sobre la calidad de vida del lugar, la facilidad con la que te puedes establecer, el nivel educativo de los habitantes, el costo de vida, entre otras variantes.

En los datos finales, México resultó ser uno de los mejores países para vivir, ocupando la cuarta posición de la lista, después de Taiwan, Malta y Costa Rica.

De acuerdo con el estudio, México ocupa el primer lugar como el país en el que más rápido te puedes establecer si eres extranjero; el cuarto en opciones de ocio y esparcimiento; y el tercero en felicidad personal. Y es que, de acuerdo con los encuestados, en México la gente es cálida y es fácil hacer amigos locales, recibir ayuda y aprender con mayor rapidez el lenguaje.

Aquí te mostramos el listado de los 10 países más amigables del mundo. Puedes ver el estudio completo aquí.

1. Taiwán
2. Malta
3. Costa Rica
4. México
5. Colombia
6. Omán
7. Filipinas
8. Nueva Zelanda
9. Vietnam
10. Portugal

 

La tecnologización impide el desarrollo artístico y sensorial en los niños, señala experto

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Categoría: Cultura y Espectaculos Creado: 10 Mayo 2017 Visto: 2608

tencologizacionPor Paula Carrizosa. La Jornada de Oriente

La tecnologización en la infancia, situación actual por la que pasan los niños que están sujetos al uso de un teléfono inteligente o una tableta electrónica, causa problemas de desarrollo psicomotor y afecta el desarrollo creativo y artístico de los menores, señaló Cohutec Vargas Genis, presidente del Instituto de Ciencias de la Rehabilitación INCRI.

El uso exacerbado de la tecnología, continuó, se refleja en el pobre desarrollo psicomotor pues este se reduce al uso de los dedos inhabilitando el cuerpo sensorial, además de que los destellos de los aparatos irritan el cerebro y en lugar de desarrollar lo creativo, los niños solamente se enfocan en lo lógico, “cuando la vida necesita de lo artístico, lo físico y lo emocional”.

Al anunciar el primer Congreso nacional en Neuroeducación que será del 18 al 20 de mayo en el auditorio del BINE, Vargas Genis señaló que a la tecnologización habrá que sumarle trastornos asociados al comportamiento como el Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad.

Apuntó que dicho trastorno, conocido por sus siglas como TDAH, tiene una prevalencia de 12 por ciento en México, según el Hospital infantil de México “Federico Gómez”.

Acotó que una idea errónea es creer que dicho padecimiento es causado por cuestiones genéticas, cuando estudios recientes han demostrado que en más de 75 por ciento de los casos su origen es neurobiológico.

En ese sentido, detalló que el congreso organizado por el INCRI en colaboración con el BINE, llama a revisar los nuevos paradigmas de la niñez en el actual siglo, ya que han cambiado radicalmente en los últimos 20 años.

Cohutec Vargas mencionó que uno de esos cambios ha sido la sobreexposición a la tecnología, aspecto que tendrá necesariamente una repercusión en el desarrollo neurológico de los menores que pasan más de dos horas frente a los smartphones, por ejemplo.

Acompañado por María Teresa Mendoza y María Luisa Ihuitl, académicas del BINE, expuso que otro factor de cambio ha sido la alimentación –hacia la comida chatarra– y el pobre desarrollo psicomotor que afecta no solo lo físico, sino la estructura neuronal.

Durante una rueda de prensa, explicó que el primer Congreso nacional en Neuroeducación busca capacitar a profesionales de la educación y a docentes en formación en el ámbito de la neuroeducación, aplicada en el ámbito de la enseñanza–aprendizaje.

Dicho espacio académico contará con 10 conferencias magistrales, 10 ponencias y tres talleres impartidos por reconocidos investigadores en los ámbitos de la neurociencia, la neurorehabilitación, psicomotricidad, pedagogía y neuropsicología, entre otras.

El director del INCRI informó que en dicho contexto será presentado el tercer número de su revista esta vez titulada Humanismo del siglo XXI: neurociencias, educación y rehabilitación.

Para participar en el congreso que tiene valor curricular de 33 horas y costos que oscilan entre los 700 y los mil pesos, se puede escribir al correo electrónico Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.

 

Violinista de la danza de Los Negritos

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Categoría: Cultura y Espectaculos Creado: 10 Mayo 2017 Visto: 3527

negritosEdith López Sánchez. CORACYT
Floriberto Zamora Huerta originario de Toluca de Guadalupe, municipio de Terrenate, personaje que ha conservado hasta estos días la tradicional música de la danza de los negritos.
Llevo 47 años tocando esta tradición de la danza de los negritos, yo también la copie con las personas que lo traen de hace muchos años, entonces la he seguido conservando en los pueblos, a donde me invitan porque esta es una danza eclesiástica, solo en las iglesias es a dónde se toca esto y se baila.
Hay varios que les he enseñado pero como que no les gusta, entonces hay otro tipo de danza que yo también toco que se llama danza de los cuchillos, ah no, pero esa como les gusta a los que les he enseñado y mejor les ha gustado esta, no, no, no, ya tengo 2 músicos allá que también igual la tocan igual que yo, pero esta de los negritos como que no les gusta.
La danza de los negritos tiene su origen en la religiosidad, hasta la fecha se bailan 9 sones en las fiestas patronales. Esta danza, al paso del tiempo se extiende a las rancherías cercanas.
La primera pues es la entrada, luego la segunda son la de los trenza, después de la trenza viene el ves punteado, son 3, ya con los ves punteados son 3, luego después ya viene la media vuelta, así se llama el son, luego la vuelta entera y luego un son que se llama el coyotito, luego ya viene los cruzados, los otros son de los cruzados, después ya viene la reverencia, después ya final un son que se le llama la salida.
Toluca de Guadalupe es donde se conserva con mayor pureza la danza, transmitiéndola de generación en generación, la fecha de ejecución el 12 de diciembre. Aunque don Floriberto lleva a “sus danzantes” donde lo soliciten pues dice que esta danza es para revestir las fiestas religiosas.

 

Efigies

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Categoría: Cultura y Espectaculos Creado: 10 Mayo 2017 Visto: 3058

efigiesssEdith López Sánchez. CORACYT
Héctor Andrés Valencia Huesca, Artista visual, becario PECDAT 2015, expone ahora en el Museo de la Plástica Desiderio Hernández Xochitiotzin su obra: “Efigies que usted puede visitar hasta el 15 de junio Esta producción es parte de un proceso de trabajo que Héctor Valencia ha desarrollado desde hace varios años, una producción de retratos y autorretratos sobre ciertos imaginarios, de sus contextos inmediatos y sobre todo acerca de cómo este contexto genera ciertos estragos, emociones o sensaciones en mí mismo. “Las efigies son reflexión espiritual, producción de imaginarios que interpretan creencias e impresiones sobre el carácter individual y colectivo a partir de ficciones y alter egos, entidades simbólicas que emergen del microentorno sensorial del autor. Con esta serie busco la representación de mí mismo”, escribió el autor en la descripción de su obra. Pintura para proyectar como un medio o encuentros con uno mismo, disfunciones del carácter que posteriormente se reconocen y asimilan dando parte a una maduración psicológica. Acrílicos, óleos sobre madera o lienzo, xilografía, punta seca hasta intervención sobre tortilla de maíz se entrelazan en el discurso museográfico, en el montaje, las obras algunas saltan de otras, algunas son como un revuelo del color, algunas de lo bestial hacia lo agresivo. Una producción realizada del 2014 al 2016.

 

Madres salvajes

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Categoría: Cultura y Espectaculos Creado: 10 Mayo 2017 Visto: 2721

salvajessCamila Martínez

En la naturaleza hay algunas especies cuyo instinto maternal nos sorprende.
La naturaleza es sabia, brinda a cada animal los elementos necesarios para que puedan salvaguardar a sus crías de la hostilidad del medio en el que habitan. El instinto suele abarcar desde la gestación y la lactancia, hasta las capacidades que desarrollan para alimentar para sus retoños, así como defenderlos de la amenaza de los depredadores, protegerlos del clima extremo, y enseñarles algunas técnicas para que sobrevivan.
A pesar de que se reconoce que en las especies humanas el instinto maternal, éste se presenta más como una construcción cultural que biológica; existe en los animales una serie de conductas similares a las nuestras, como cuando la madre produce hormonas para proteger al feto en su vientre.
Te presentamos aquí un top 10 de los comportamientos más peculiares de algunas madres salvajes:
10. Amaurobius Ferox
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Distribuida principalmente en Norteamérica y Europa, se caracteriza por ser matrifagia. Después de cargar y cuidar durante el tiempo de gestación decenas de huevecillos en una tela de seda, las crías eclosionan hambrientas; por lo que la madre pone otra serie de huevos que nunca nacerán pues servirán de alimento para los recién nacidos. Cuando termine este festín la madre no intentará escapar, y será devorada por sus aún hambrientos bebés.
9. El piojo de mar
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Estos parásitos de agua salada principalmente se alojan entre salmones y truchas. Cuando las crías de piojo están listas para nacer engullen el vientre de su madre y destruyen sus entrañas, por lo cual a la hembra no podrá volver a reproducirse jamás; para compensar este hecho el piojo de mar macho es capaz de preñar, en una misma temporada a doscientas hembras cada una con decenas de crías.
8. El pulpo

En casos extremos la hembra llega a poner doscientos mil huevos y tarda cuarenta días en cuidarlos hasta que estos se abren. Durante su guardia, la hembra tiene que crear corrientes marinas para oxigenarlos por lo que no puede dejar su puesto para ir por comida y para sobrevivir es capaz de comerse uno de sus propios tentáculos. Cuando los huevos por fin nacen, la madre suele estar tan cansada, que a menudo muere.
7. Rana roja venenosa
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Entre muchos tipos de especies de ranas venenosas, las rojas se caracterizan por poner sus huevecillos en el suelo y, una vez que estos nacen, trepar a los árboles más altos llevando a sus renacuajos a cuestas. Buscan un lugar con suficiente agua para que crezca la cría y se pueda alimentar. Todo esto le a la rana hembra de 12 milímetros casi un kilometro de recorrido, entre subidas y bajadas hasta terminar de trepar todos sus bebés de uno en uno.
6. La gacela
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Las gacelas pueden alcanzar velocidades de hasta 97 km/h no obstante solo duermen solamente una hora al día, ya que para sobrevivir depende de que estén al pendiente de las presas. Las madres suelen dejar a sus solas en medio de la sabana africana, pero este no es un acto de crueldad sino una táctica para proteger al retoño mientras la madre llama la atención de cualquier depredador sobre sí misma.
5. Cálao de Sulawesi
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Los huevos de esta especie son el alimento favorito de los lagartos, por lo que la hembra tiene que proteger su nido poniéndolo dentro de los árboles y reduciendo el agujero de entrada con un sellador de heces y comida regurgitada. La mamá cálao permanecerá durante el período de incubación de dos meses en su agujero, y será el padre macho quien se encargue de alimentar a la madre.
4. La salamandra negra alpina
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A penas de 15 centímetros cuando mucho, esta salamandra es bien conocida por su coloración negra con matiz brillante y la presencia del un amarillo intenso en algunas subespecies. Habita en las montañas europeas y se destaca por tener un embarazo sumamente largo, que puede durar hasta 38 meses. En un principio la hembra gesta treinta huevos, aunque la mayoría terminará siendo solamente alimento para las crías que sí nazcan.
3. Las tortugas marinas
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Es una de las especias más antiguas del mundo, se cree que existían desde el periodo Jurásico, hace doscientos millones de años. Sin embargo, esta especia jamás llega a conocer a su madre ya que estas emprenden un agotador viaje de muchos kilómetros y dejan los huevos en la arena para morir antes de volver.
2. Oso polar
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Cuando la oso polar está embarazada es importante que se apure a duplicar su peso, pues luego de una temporada de varios meses en ayuno encerrada en una madriguera sin poder cazar, y por si fuera poco, tendrá que alimentar a sus crías amamantándolas para que pasen de pesar un kilo a quince kilos, aproximadamente cuando llega el momento en el que por fin podrán salir de la madriguera.
1. Los cocodrilos americanos
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Las madres cocodrilo son las encargadas de forjar los nidos para sus crías, según la temperatura en la que se gesten los huevecillos se determinará el sexo de la cría. Si la temperatura es menor a 31 grados Celsius nacerá hembra, si es mayor nacerá macho. Una vez que se rompe el huevo, la madre los llevará en su boca durante su crecimiento para así protegerlos durante tres o cuatro años.

 

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