Cuarto hermano de la familia Lira y Ortega, amigo de todos, el gran esposo, el hijo que toda madre desea, un padre para los sobrinos y sobrinas, llega a Tlaxcala en 1954. Carmina Toriz Lira, sobrina del escritor describe a Miguel N. Lira en la conmemoración a 109 años de su nacimiento "Él era un hombre metódico, se levantaba temprano pero ya salía impecable porque él siempre fue un hombre muy recto en su forma de ser, en su forma de vestir, en su forma de tratarnos a todos, el respeto ante todo, jamás en la casa de Huytlale, mi segunda casa, se escuchó una mala palabra, no le gustaban"
Bailador, platicador, organizaba tertulias, escuchaba música de Chaikovsky, música clásica, opereta y zarzuela. "Le gustaban las reuniones, los sábados juntaba a todos sus amigos para platicar, para comer y sobre todo para darles las obras que él estaba haciendo, lo que él había hecho y por qué se había venido a Tlaxcala, porque siempre fue su sueño dorado, para mi tío Miguel fue el regalo más grande que le pudo haber dado la vida y el revés más grande cuando lo sacaron de acá"
Su casa Huytlale, Calle Benito Juárez número 23 era visitada por Andrés, Domingo y Mercedes Soler, Carlos López Moctezuma, Gloria Jordán, Gloria Marín, Salvador Novo, los cachuchas... "En Tlaxcala tuvo muchos amigos, muchísimos y también lo venían a visitar sus amigos de México, entre ellos Andrés Henestrosa, Renato Leduc, el licenciado Manuel González Ramírez, íntimo amigo, entrañable amigo de él, siempre venía cada 15 días y se encerraban en la biblioteca a platicar, entonces la biblioteca era muy bonita, muy extensa tenía 16 mil volúmenes".
Reconocimiento y apoyo a su esposa, la compañera de su vida, su gran amor dice "Él para todos fue el gran amigo, el gran esposo, porque gracias a él mi tía Rebeca fue presidenta, la entendió, desde entonces le dio su lugar a la mujer, lógicamente fue laprimer presidenta de Tlaxcala, la primer mujer que tuvo un cargo público y de elección"
Enérgico, guía de la familia, consentido y consentidor de su madre
"A su mamá le decía Machita, la consentía como una niña, era una viejecita, tenía 82 años y todo para mi abuelita, el respeto, el cariño, la atención, iba y platicaba con ella y se estaba con ella mucho tiempo para que no se sintiera sola y sintiera el cariño de su hijo, creo era el consentido después de mi mamá creo"
Amante de su Tlaxcala, recorría en familia las comunidades de su estado, degustaba su comida principalmente "En las noches cuando había noches de luna y no llovía nos hacía lunadas, le encantaba, le gustaba mucho comer, era un gourmet increíble, pero de comida de Tlaxcala ni les digo, los hongos, los pambazos, los huazontles, todo lo que oliera a Tlaxcala, le gusta mucho comer bien, era bohemio, tomaba su copa pero además fumaba mucho y él fumar mucho fue lo que lo llevó a lo que los llevó, yo creo ha de estar en el cielo"
Ya la familia ya se acabó, ya nada más quedamos muy pocos pero siempre para ellos, para él Tlaxcala fue lo más importante en su vida.
Fuente: Sistema de Noticias Radio y Televisión de Tlaxcala